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  por 
	
            
	Mercedes García
 
	Diciembre 2003 
	  
	Nos sentimos realmente satisfechos de saber que cada vez es mayor el interés 
	suscitado por parte del profesional de la salud en conocer los mecanismos de 
	actuación de los métodos naturales de salud, teniendo en cuenta la relación 
	entre la mente y el cuerpo a través de energías que se comunican de una 
	manera constante, lo cual nos hace darnos cuenta como nuestros pensamientos, 
	sentimientos y la parte física están en relación; todo esto nos hace 
	acercarnos cada vez más a una nueva rama de la medicina que actualmente se 
	conoce como la psiconeuroinmunologia o la medicina psicosomática.
 Dado que nuestra especialidad profesional es el de uso las esencias florales 
	y la terapia regresiva, nos centraremos en este escrito básicamente en éstas, 
	pero por supuesto, nos gustaría que estos conocimientos estén totalmente 
	abiertos y sean extensibles a otras técnicas naturales, ya que al fin al 
	cabo, todos estamos trabajando con las emociones, el cuerpo biológico y el 
	campo energético.
 
 Hoy en día, sabemos que el paciente demanda cada vez más una explicación con 
	cierta rigurosidad científica de qué son (en nuestro caso) las esencias 
	florales (especialmente por ser algo a ingerir) y sus mecanismos de 
	actuación, en qué parte del cuerpo actúa, porqué es necesario volver a 
	contactar con las emociones que tenemos en el inconsciente, etc. Por otro 
	lado, es importante que cada vez vayamos tomando mayor conciencia en el 
	hecho de ir aportando un aumento en los estudios de investigación para 
	llegar a una verdadera metodología científica, lo cual nos guste o no, será 
	muy importante ya que supondrá en un futuro cercano la posibilidad de 
	verdaderamente poder integrar estos métodos naturales al campo de la salud 
	pública en España, lo cual redundará en el beneficio profesional de todas 
	las prácticas terapéuticas naturales y en un mayor alcance para la población 
	en general.
 
 Asimismo estas investigaciones científicas podrán ser "la puerta de entrada" 
	para la falta de credibilidad de ciertas personas, que rápidamente tienden a 
	decir: "yo no creo en eso... ó eso es una tontería" (expresiones basadas 
	exclusivamente en su propio desconocimiento), o poder hacer de su uso una 
	extensión utilizable en los hospitales, empresas, etc.
 
 En este articulo sólo podemos dar unas "pinceladas" ya que normalmente en 
	nuestros cursos de esencias florales antes de comenzar a explicar los 
	patrones emocionales de las flores empleamos varias horas en explicar el 
	contenido que aquí expondremos de una manera muy breve.
 
		
		-  ¿Cómo afectan las emociones a la salud? ¿Por qué enfermamos? ¿Por qué 
	sufrimos? ¿Cómo estas emociones se transforman en reacciones bioquímicas y 
	finalmente se somatizan en los diferentes órganos...? ¿La somatización en el 
	cuerpo qué sentido tiene? ¿Puede ser el cuerpo utilizado como una forma de 
	drenaje de las emociones y las sensaciones ancladas en el alma ?
 -  Qué es el campo electromagnético, qué pruebas científicas existen acerca de 
	su existencia desde un punto de vista de la física y la biología.
 
 -  ¿Cómo actúan las esencias florales en dicho campo?.
 
 -  ¿Qué proceso metabólico ocurre en la célula vegetal de las flores desde que 
	incide un fotón de luz solar.
 
 -  ¿Qué ocurre con la sustancia del agua? ¿Qué experimentos existen acerca de 
	la "memoria del agua"?
 
 -  ¿Cómo ha sido la evolución desde los organismos unicelulares presentes en 
	el océano hace millones de años hasta las especies florales que el Dr. Bach 
	descubrió?
 
 -  ¿Qué rasgos botánicos hemos de tener en cuenta para poder entender el 
	dinamismo inherente de la flor?
 
 -  ¿En qué conflictos psicoemocionales pueden ayudarnos las esencias florales?
 
	Brevemente vamos a desarrollar algunos puntos: 
	La rama que estudia las relaciones neuroendocrinas que unen el alma con el 
	cuerpo, se llama psiconeuroinmunología, esta es la ciencia dentro de la 
	medicina clásica que más se acerca al entendimiento de la energética vibracional, ya que estudia las relaciones de los impulsos sensoriales en el 
	cerebro, las funciones nerviosas, los cambios en los niveles hormonales y 
	las reacciones inmunitarias.
 Nuestro cuerpo refleja todo lo que ocurre en la mente y manifiesta nuestros 
	sentimientos, pensamientos conscientes e inconscientes. La mente no va por 
	un lado y el cuerpo por otro, ambos actúan intercomunicándose a través de 
	las energías que fluyen por todo el organismo.
 
 Todos estamos condicionados por numerosos estímulos externos e internos, 
	muchos de ellos son las experiencias excluidas de nuestra conciencia como 
	pueden ser los traumas, pautas de conducta reprimidas, patrones heredados, 
	influencia de las figuras parentales, programas educacionales e interacción 
	con el entorno social..., todos estos estímulos y más son registrados por la 
	corteza cerebral o neocortex (parte más joven del cerebro), y se transforman 
	en sentimientos y emociones en el sistema límbico (zona intermedia del 
	cerebro). De aquí son transformados en reacciones corporales bioquímicas a 
	través del hipotálamo, el cual recoge estos mensajes tanto del consciente 
	como del inconsciente y los pasa a la glándula pituitaria o 
	hipófisis, la 
	cual actúa como la directora de la orquesta endocrina.
 
 Por tanto, la actividad límbica une el estado emocional con el sistema 
	endocrino, de modo que desempeña un importante papel en la relación 
	psicosomática. El organismo, entonces, recibe los mensajes de las pautas de 
	pensamientos y actitudes.
 
 Cuando sufrimos un fuerte estrés, las hormonas liberadas por las glándulas 
	suprarrenales, reprimen el sistema inmunitario y nos hacen más vulnerables a 
	las enfermedades ó cuando estamos con emociones tales como rabia, odio, 
	celos... en definitivas opuestas al amor, al estar el timo (éste se encarga 
	de fabricar las células T para la lucha contra cualquier enemigo que entre 
	en el organismo) cerca del corazón, se ve influenciado por la energía en la 
	cual vibre éste, es decir, de manera que al no vibrar en amor, bajan las 
	defensas del sistema inmunológico haciéndonos más vulnerables a infecciones 
	y enfermedades.
 
 Existe una relación entre el tipo de emoción y el órgano donde se somatiza. 
	Así, determinadas emociones que se somatizan con el hígado, según los 
	especialistas en comportamiento animal (etólogos) lo llaman Conflictos 
	Territoriales; por ejemplo, si hemos perdido nuestro trabajo, un rol o una 
	función que considerábamos nuestra, esto no lo podemos digerir y sentimos 
	rencor, de hecho decimos sentir un "odio visceral’’ y nos señalamos el 
	hígado; este conflicto no elaborado se termina somatizando y con el tiempo 
	se desarrollará probablemente una enfermedad orgánica.
 
 En definitiva, el mensaje que enviemos al organismo, ya sea consciente o 
	inconsciente, ya sea positivo o negativo, como la ira, amargura, depresión, 
	soledad, aflicción, miedos, crítica, intolerancia, … será al que responderá 
	nuestro cuerpo causando probablemente más daño que las situaciones externas, 
	por ello es fundamental un "darse cuenta" que no es tanto la situación 
	externa que nos acontece sino como reaccionamos ante esa experiencia basado 
	en "nuestras re-estimulaciones inconscientes".
 
 Con las esencias florales o la terapia regresiva, podemos trabajar 
	profundizando en los mensajes que transmitimos al cuerpo, de hecho, el 
	
	Dr. Cabouli escribe como el cuerpo puede ser utilizado como una forma de drenaje 
	de las emociones y sensaciones que están ancladas en nuestro alma para que 
	así puedan tener una "salida". Traer un trauma a la conciencia y vivenciarlo 
	de nuevo, esto supondrá una gran catarsis emocional conocida como
	abreacción, 
	en la cual se producirá una gran movilización energética, desapareciendo la 
	estructura del trauma y modificándose todo el sistema psíquico, alcanzándose 
	una comprensión diferente y superior.
 
 El Dr. Cabouli, experto en terapia regresiva, escribe en su libro de 
	Terapia 
	de Vidas Pasadas, que,
 
		
		"de alguna manera esto lo podríamos ilustrar con el 
	modelo de las estructuras disipativas elaborado por Ilya Prigogine, premio 
	Nobel de Química en 1977. Las estructuras disipativas son estructuras 
	abiertas que intercambian energía, donde las formas y las estructuras son 
	mantenidas por una disipación continua de energía. Las grandes fluctuaciones 
	de energía producen una ruptura de la estructura antigua que se reorganiza 
	entonces de una manera más compleja y elevada. De alguna manera, el sistema 
	se escapa a un orden superior". 
	Para poder observar los procesos que ocurren a un 
	nivel bioenergético, hay 
	que recurrir a técnicas que permitan observar las variaciones energéticas de 
	los seres vivos, como es en el caso de la electrofotografía.
 Diferentes experimentos demuestran la dualidad del electrón, es decir, éste 
	es capaz de actuar tanto como onda o como partícula, por tanto con esta 
	conclusión se constata la famosa ecuación de Einstein de la e=m.c2, esto 
	significa que no sólo puede convertirse la materia en energía, sino que 
	también debería ser posible convertir la energía en materia, es decir la 
	energía y la materia son dos manifestaciones diferentes de una misma 
	sustancia, de la que está compuesto todo el universo.
 
 La materia física sería la densa, y posee una frecuencia baja o vibración 
	lenta, por lo que puede ser vista por el ojo humano; sin embargo la materia 
	que vibra a velocidad superior a la luz sería la sutil, la que no se ve, 
	pero no significa que no esté, esta seria el campo bioenergético o 
	electromagnético, por tanto, podemos decir que ambas son igual de reales.
 
 Por ello, el modelo einsteniano contempla al ser humano como redes de campos 
	complejos de energía en conexión con los sistemas físicos/celulares.
 
 Desde un punto de vista biológico se ha observado con diferentes 
	experimentos que el campo bioenergético actúa como una especie de plantilla 
	que es capaz de restaurar cualquier daño inflingido en la célula 
	("experimento de hoja fantasma") y además posee un patrón holográfico, es 
	decir, en una pequeña cantidad es capaz de tener la información del todo. 
	Tal y como actúan las esencias florales, no de forma sintomática y 
	parcelaria, sino de forma global y holográfica.
 
 Esta forma de entender al hombre nos hace posible comprender el modo de 
	actuación de las esencias florales como energética vibracional; dicho de 
	otra manera, los patrones energéticos de las flores actúan sobre el
	campo 
	electromagnético, en realidad, su forma de actuación es a modo de 
	restauración de las pérdidas de frecuencia (producidas por los estímulos 
	externos e internos), lo cual ayudará a equilibrar el nivel emocional y por 
	ende al nivel fisiológico.
 
 Actualmente con los métodos habituales químicos-analíticos que utiliza la 
	ciencia convencional, no se pueden aislar sustancias activas moleculares en 
	las esencias florales. Debemos tener en cuenta que estamos trabajando con 
	patrones energéticos, dirigidos a desarrollar la virtud opuesta al defecto, 
	tal y como se basan las enseñanzas del Dr. Bach, y sólo así podremos ser los 
	auténticos directores de nuestras vidas y nuestro devenir en todas sus 
	manifestaciones.
 
 En el proceso de elaboración de los elixires, las flores son maceradas en un 
	cuenco de cristal con agua de manantial por método de solarización (se 
	exponen al sol) o de ebullición. En las células vegetales se produce el 
	proceso metabólico de fotosíntesis. De esta manera ya se ha transferido el 
	patrón energético de la esencia floral al agua.
 
 
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