LA CRISIS MUNDIAL
Septiembre de 1939

La humanidad está pasando por una aguda crisis y su karma o destino, es muy pesado. Por estar tan cerca de los acontecimientos no le resulta fácil a la humanidad verlos en su verdadera perspectiva, y escribo para que puedan ver con mayor claridad. Una visión más amplia y un horizonte más extenso pueden ayudarlos a comprender, y será de valor si los ayudo a ver el cuadro en relación con su trasfondo, tal como se presenta a nosotros, los instructores, en el aspecto interno.

Dos puntos sobresalientes e importantes, están presentes en la conciencia de la Jerarquía mientras observa al género humano librar la actual y estupenda lucha. Primero, la humanidad es hoy consciente, en gran escala, de que lo que acontece es por su culpa y resultado de sus propios errores. Los hombres se sienten responsables de lo que sucede, o cargan abierta y deliberadamente la responsabilidad sobre las espaldas de otros. De estos infinitos errores de larga data, el Tratado de Versalles es sólo el símbolo y el punto focal práctico.

Segundo, no obstante la guerra y la separatividad, la crueldad, las pasiones y el egoísmo desenfrenados, existe hoy más real comprensión, más buena voluntad y más expresión de amor que en cualquier época anterior en la historia de la raza. Digo esto deliberadamente y porque dispongo del conocimiento jerárquico. Por lo tanto, no se dejen engañar por el clamor externo de la guerra. Sostengo que los corazones de los hombres de todas partes son compasivos, tanto para sí como para los demás; el largo alcance y la vasta extensión del conflicto indican una unidad interna y una interrelación subjetiva, de las cuales todos son algo conscientes, y el conflicto mismo no lo niega. ¿Son duras estas palabras? Esto les indicará la verdad básica de lo que expongo, si reflexionan con mente abierta. La tarea de los aspirantes y hombres de buena voluntad de todas partes es procurar que este prolongado sufrimiento no mine las actitudes actuales, correctas y esenciales, y que el caos y el clamor no apaguen la respuesta a la voz del alma que ha estado hablando con creciente claridad durante los últimos catorce años. El estímulo establecido y la luz que se permitió infiltrar del último cónclave jerárquico, en 1925, han sido reales y efectivos. Esa reunión de los Maestros de Sabiduría en niveles espirituales, condujo a tres resultados o acontecimientos que experimentamos hoy.

El primero fue una fresca afluencia del principio crístico de amor verdadero o espiritual, libre de todo emocionalismo e intención egoísta. Esta afluencia dio por resultado el inmediato y rápido crecimiento de todos los movimientos por la paz, la comprensión mundial, la buena voluntad, el esfuerzo filantrópico y el despertar de las masas a la hermandad.

El segundo fue estimular el principio de relación, y condujo al crecimiento y perfeccionamiento de todas las fuentes de intercomunicación, tales como la prensa, la radio y los viajes. El objetivo interno de todo esto fue llevar a los seres humanos a un mayor acercamiento en el plano externo de la existencia y así equiparar objetivamente el desarrollo de la unidad espiritual interna.

El tercero fue la afluencia de la fuerza de voluntad o poder, desde el centro shambállico. Ésta, como he explicado anteriormente, es hoy la fuerza más poderosa del mundo y sólo dos veces en la historia del género humano ha aparecido esta energía de Shamballa, sintiéndose su presencia mediante los enormes cambios que tuvieron lugar. Recapitulemos brevemente.

La primera vez fue durante la gran crisis humana que tuvo lugar en el momento de la individualización de los hombres en la antigua Lemuria.

La segunda, en el momento de la lucha entre los "Señores de la Luz y los Señores de la Expresión Material", en los días atlantes.

Esta poco conocida energía divina afluye ahora desde Shamballa. Encierra en sí misma la energía que subyace en la crisis mundial del momento. La Voluntad de Dios consiste en producir ciertos cambios importantes y raciales en la conciencia de la raza, que cambiará totalmente la actitud del hombre hacia la vida y su captación de las esencialidades espirituales, esotéricas y subjetivas del vivir. Esta fuerza producirá (conjuntamente con la energía del amor) esa tremenda crisis —inminente en la conciencia humana— llamada la segunda crisis, la iniciación de la raza en el Misterio de las Edades, de lo que ha estado oculto desde el comienzo.

Aquí sería de interés considerar los tres grandes centros planetarios y su relación en forma clasificada, a fin de obtener una idea general más clara.

1. SHAMBALLA......................Voluntad o Poder.................Centro coronario planetario.
La Ciudad Santa.................Propósito...Plan...................Glándula pineal espiritual..

Aspecto Vida

REGENTE: Sanat Kumara, el Señor del Mundo
El Anciano de los Días
Melquisedec


2. LA JERARQUIA...................Amor – Sabiduría...............Centro cardíaco planetario.
La Nueva Jerusalén.............Unidad................................Unificación.

Conciencia Grupal
REGENTE: El Cristo
El Salvador del Mundo

3. LA HUMANIDAD.................Inteligencia Activa.................Centro laríngeo planetario
La Ciudad cuadrilátera.........Creatividad

Autoconciencia
REGENTE: Lucifer
Hijo de la Mañana
El Hijo Pródigo

Esta energía de Shamballa está haciendo por primera vez, su impacto sobre la humanidad, en forma directa y no aminorada como ha sucedido hasta ahora, trasmitiéndola por intermedio de la Jerarquía de Maestros. Este cambio de dirección constituyó un experimento algo peligroso, ya que necesariamente estimuló las personalidades de los hombres, particularmente aquellos cuyas personalidades estaban en la línea de voluntad o poder, y donde el aspecto amor de la divinidad no se expresaba suficientemente; sin embargo, fue permitido porque se comprendió que no afectaría al hombre de la calle o a las masas, las cuales no responderían a él, aunque podría estimular e intensificar grandemente a los tipos de los hombres más mentales y poderosos.

Los efectos de esta amplia estimulación fue todo lo que se anticipó, y los así llamados "malos resultados" de la fuerza shambállica sobre las personalidades ambiciosas y poderosas de todos los países y todas las escuelas de pensamiento fueron, sin embargo, contrarrestados en cierta medida por el acrecentamiento del sentido de relación en todas partes y por la diseminación de la energía crística que genera unificación, comprensión amorosa y buena voluntad.

Aquí podrían preguntarse cómo puede ser esto, cuando la humanidad está abrumada en este momento por una terrible guerra mundial. Les recordaré que la Jerarquía llega a sus conclusiones por la luz masiva y las reacciones subjetivas internas, a menudo inexpresadas de la multitud, y nunca por los acontecimientos en el plano físico. El destino de la vida de la forma y de las organizaciones externas, es considerado de poca importancia si se los compara con el desarrollo espiritual interno percibido. Este desarrollo debe necesariamente sobrepasar las manifestaciones externas. La humanidad está espiritual y mentalmente más avanzada hoy de lo que se puede evidenciar por los acontecimientos externos. El primer resultado de este desarrollo es eventualmente la destrucción de la forma externa, porque demuestra ser inadecuada para la palpitante vida interna espiritual; le sigue la construcción de la nueva y más adecuada expresión externa. Esto explica la crisis mundial actual. La causa está basada en cuatro factores principales, sobre los cuales quisiera extenderme:

1. La etapa alcanzada en la evolución racial. Esto merece que hoy se construya un mejor vehículo para la expresión humana y racial.

2. Las causas kármicas que —en cuanto a la humanidad actual concierne pueden ser atribuidas a un antiguo conflicto de la vieja Atlántida.

3. La llegada a la encarnación de ciertas poderosas personalidades cuyo dharma o destino, es crear grandes cambios evolutivos.

4. Ciertos eventos planetarios relacionados con la vida de "Aquel en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser". Éstos involucran el impacto de Fuerzas y Energías sobre nuestro planeta, que serán el instrumento para alterar la civilización y la cultura existentes, llevar al punto culminante la necesidad kármica y planificar así la liberación, presentando a la humanidad esa etapa en la experiencia del discípulo, llamada "el encuentro del Morador en el Umbral con el Ángel de la Presencia", induciendo, como consecuencia, a cierta iniciación planetaria.

Estas cuatro etapas de la Ley de Causa y Efecto (tal como afecta a la humanidad en este momento) podrían ser denominadas:

1. El perfeccionamiento de la expresión de la forma........................................ Ley de Evolución.

2. La precipitación del karma............... Ley de Causa y Efecto.

3. La realización de la personalidad (El Morador en el Umbral)..................... Ley de los Polos Opuestos.

4. La obtención de la iniciación planetaria................................................... Ley de la Iniciación.

A esta altura quizás crean que soy un académico, que hoy la tensión mundial es tal, que el amor, la simpatía y las palabras bondadosas, son mucho más necesarias que la erudita retrospección histórica y la hipótesis sugeridas. Sin embargo, trato de fomentar en ustedes el espíritu de comprensión. Esta verdadera comprensión necesita el conocimiento de la cabeza, así como también la reacción del corazón. Los discípulos del mundo deben esforzarse por ver por qué y con qué fin ocurren las terribles cosas actuales. Son necesarios una clara expresión y un enunciado de las causas —libres de prejuicios emocionales y énfasis partidistas. Lo que sucede actualmente no es el resultado de hechos inmediatos. Cuando digo “inmediatos”, me refiero a todos los ocurridos dentro de la era cristiana. Quisiera que consideren la crisis actual como causada o iniciada por sucesos de origen tan antiguo, que los historiadores ortodoxos modernos no tienen el menor indicio de ello.

Sólo dos puntos de vista servirán realmente para aclarar lo que sucede en esta época.

Primero, el reconocimiento de que la historia académica moderna constituye sólo una página de un vasto registro histórico y que los acontecimientos originantes que estamos investigando y que se desarrollan ahora como efectos en la vida planetaria, pertenecen a una era tan distante que ningún historiador moderno reconoce sus episodios. La información sobre este período antiguo debe buscarse en las numerosas Escrituras mundiales, en los antiguos monumentos, en la ciencia de los símbolos, en los mitos raciales y en las leyendas heredadas y trasmitidas.

Segundo, por el estudio del microcosmos, el hombre descubrirá que contiene, como siempre, la clave para el estudio de los asuntos humanos. Así como los aspirantes y discípulos actuales tienen que pasar pruebas y experiencias y someterse a los efectos de inexplicables conflictos y cambios drásticos en sus vidas, lo mismo sucede con el aspirante mundial, la Humanidad.

A las dos razones, que anteceden, podría agregar quizás aquello que tendrá significado y significación para los esoteristas y quienes, de alguna manera, captaron la enseñanza que traté de dar en mis libros sobre los tres centros mundiales —la Humanidad, la Jerarquía y Shamballa. Esta crisis mundial está relacionada con el acercamiento o la relación de la Jerarquía con la Humanidad. Ese gran centro de fuerza espiritual, el Reino Humano, ha alcanzado ahora un punto de tal potencia y de tan elevada actividad vibratoria, que se ha sacudido hasta sus mismas profundidades; todos sus grados y grupos evolutivos responden a la estimulación generada dentro del centro mismo y también por Fuerzas que emanan de los centros jerárquico y shambállico.

Esto precipita una crisis que no ha tenido ningún paralelo en la historia humana, pero que encuentra un débil reflejo en la crisis que sobrevino en el reino animal y ocasionó la formación de un nuevo reino de la naturaleza —el humano. Como he dicho anteriormente, esta crisis mundial actual, si se la encara y controla correctamente, traerá la manifestación del quinto reino o espiritual en la Tierra. Esto (como bien saben) se producirá por la unificación de los dos centros —el centro humano y la Jerarquía. Una de las síntesis planetarias mayores está teniendo lugar o, debería decir, puede tener lugar (empleo las palabras con cuidado y les llamo la atención sobre ellas).

Sería de utilidad extenderme algo más sobre las cuatro etapas de las primitivas causas ya mencionadas. Al hacerlo puedo darles una idea del propósito subyacente en todos los eventos actuales y una comprensión de las condiciones predisponentes que se hallan muy atrás en la noche de los tiempos. Si puedo hacerlo en forma adecuada y ustedes leen y estudian con comprensión y mente abierta, desaparecerá en alguna medida su perturbación natural, entonces podrán ayudar a otros a atravesar con calma esta crisis y a tener paciencia, buena voluntad, equilibrio y compasión. Por lo tanto, consideremos estos cuatro puntos, pues creo que abarcaremos suficientemente el campo para traerles por lo menos cierta medida de luz. Luego trataré de explicar la significación de la Gran Invocación y darles una idea de la naturaleza de las fuerzas invocadas y del significado esotérico que estas palabras (tan frecuentemente empleadas por ustedes) están destinadas a impartir.


La Causa de la Crisis Actual
Es bien sabido que la gran Ley de Renacimiento es la principal ley controladora en todos los procesos de la manifestación. Rige la expresión exotérica de un Logos solar o de un ser humano, y la finalidad de este constante proceso es producir una forma cada vez más perfecta para el creciente servicio que presta el alma. Por primera vez, desde su creación, la familia humana está en situación de ver por sí misma los procesos del renacimiento de una civilización como expresión de la cultura espiritual en una etapa determinada de la evolución. De allí la magnitud de esta crisis al penetrar en la conciencia humana.

 

Muchas crisis menores, iniciando experimentos específicos, tribales, nacionales y raciales, en la renovación de la forma, continuaron y fueron registrados por algún grupo dentro de una nación o por una nación misma (si es suficientemente avanzada). Tal registro nacional se produjo por primera vez en la Revolución Francesa. Estos registros de los designios evolutivos tuvieron lugar con creciente claridad y comprensión durante los últimos doscientos años. Tales crisis ocurrieron prácticamente en todas las naciones en la época moderna, siendo reconocidas, en cierta medida, por los historiadores que las han ampliado, especulando con ellas los filósofos. Pero la crisis actual es mucho más vasta, abarca a la mayoría de las naciones en ambos hemisferios. Ninguna nación queda sin ser afectada en este momento y los resultados son y deben ser registrados en algún aspecto de la vida nacional.

Debido a la efectiva interrelación entre las naciones de todas partes y a la rapidez de la intercomunicación, la actual es la primera y mayor crisis internacional en los asuntos humanos y abarca un período de veintiocho años (de 1914 a 1942), números interesantes, porque 28 (4 X 7) son los años de un ciclo completo de la personalidad. No deseo que por lo anterior infieran que el período de lucha y conflicto activos deben necesariamente prolongarse hasta 1942. No es así. La rápida terminación del conflicto o su indefinida extensión, está en manos de la humanidad; los hombres deben determinar cada vez más su propio destino, al pasar de la etapa de la adolescencia a la de la madurez, responsabilidad y realización. Este período de veintiocho años es, sin embargo, de principal importancia, y mucho depende de los próximos tres años.

Vuelvo a repetir que aún la misma Jerarquía, con todo su conocimiento, visión y comprensión, y con todos sus recursos, no puede ejercer coerción ni predecir lo que hará el género humano. Puede estimular y estimula la recta acción; puede indicar e indica la posibilidad y la responsabilidad; puede enviar y envía sus instructores y discípulos para educar y conducir a la raza; pero en ningún momento ni situación da órdenes o asume el control. Puede extraer el bien del mal, y lo hace iluminando situaciones e indicando la solución de un problema, pero la Jerarquía no puede ir más allá de esto. Si asumiera un control autoritario, se desarrollaría una raza de autómatas y no una raza de hombres responsables, autodirigidos y con aspiraciones.

 

Esto debe ser seguramente evidente para ustedes y puede servir para responder preguntas en las mentes de los irreflexivos estudiantes ocultistas de hoy. ¿Por qué la Jerarquía no pudo impedir esta catástrofe? Indudablemente los Maestros de Sabiduría, que poseen el conocimiento y el control de las fuerzas, podrían haber interferido, pero al hacerlo hubieran quebrantado una ley oculta y obstaculizado el verdadero desarrollo del género humano. Esto nunca lo harán. A cualquier precio el hombre debe aprender a permanecer y a actuar solo.

 

En vez de eso, habiendo los Maestros realizado todo lo que se Les permitía, ahora permanecen al lado de la humanidad sufriente y desorientada y —con la más profunda compasión y amor— ayudarán a los hombres a corregir los errores que iniciaron, a aprender las lecciones necesarias y a salir de esta crisis (que ellos mismos precipitaron) enriquecidos y purificados en los fuegos de la adversidad. Éstas no son trivialidades, sino eternas verdades.

Esta crisis mundial, con todo su horror y sufrimiento es —en último análisis— el resultado de los procesos evolutivos exitosos. Estamos dispuestos a reconocer que cuando ha transcurrido el ciclo de vida de un hombre y ha aprendido las lecciones que la experiencia de cualquier vida particular tuvo como fin enseñarle, su cuerpo físico y los aspectos de la forma interna (suma total de la expresión de su personalidad), empezarán a deteriorarse; los agentes destructores dentro de la forma misma entrarán en actividad y oportunamente la muerte tendrá lugar, dando por resultado la liberación de la vida que mora en lo interno, a fin de que una nueva y mejor forma pueda ser construida. Aceptamos lógicamente esto, ciega o inteligentemente, considerándolo como un proceso natural e ineludible, pero normal e inevitable. Sin embargo, nos inclinamos a olvidar que lo que atañe al individuo atañe también a la humanidad. Ciclos de civilización como el que llamamos nuestra civilización moderna, son análogos a una particular e individual encarnación humana, con su comienzo, progreso y crecimiento, su útil madurez y su resultante deterioración y la consiguiente muerte o desaparición de la forma.

Las formas están siempre abiertas al ataque. Una fuerte vida subjetiva y un desapego espiritual, son las dos protecciones. Allí donde la forma es más poderosa que la vida, --el peligro es inminente; allí donde el apego al aspecto u organización material prevalece, se pierden los valores espirituales.

Asistimos hoy a la muerte de una civilización o cielo de encarnación de la humanidad. En todos los campos de la expresión humana se ha establecido la cristalización y deterioración. Dogmas religiosos caducos y el aferramiento de la teología y las iglesias ortodoxas, ya no son suficientes para reclamar la lealtad de la potente vida espiritual interna; la humanidad es profundamente espiritual e innatamente religiosa, pero necesita una nueva forma con la cual revestir las antiguas verdades.

 

Las viejas escuelas políticas son consideradas inadecuadas y las nuevas ideologías testimonian la fortaleza de la vida que va en busca de una expresión más propicia; los sistemas educativos, habiendo servido su propósito, son reconocidos rápidamente como inadecuados para satisfacer la necesidad de la exigente vida de la raza; en todas partes surge la demanda de cambios y de esas nuevas formas, en la vida religiosa, política, educativa y económica de la raza, que permitirá una expresión espiritual más libre y mejor. Tal cambio va llegando rápidamente y algunos lo ven como la muerte —terrible y que debe evitarse si es posible. En efecto, es la muerte, pero una muerte benéfica y necesaria. Esta comprensión de la desaparición de una civilización que da lugar a la constante y presagiante exclamación: "Esto es la muerte de la civilización, y no debe ser". "Esto es el fin del orden, y el antiguo orden debe ser salvado", "Esto es la destrucción de los antiguos y apreciados valores, y no debe permitirse".

En efecto, es verdad que la humanidad está creando este imperioso cambio en forma innecesariamente cruel y dolorosa, así como lo es también que los seres humanos, por sus pensamientos erróneos, insensatos hábitos de vida física y actitudes emocionales indeseables, precipitan ciertamente un derrumbe físico final, y eventualmente la muerte. Sin embargo, para el progreso del alma del individuo y de la humanidad, la muerte es inevitable, buena y necesaria; es además una práctica con la cual estamos todos familiarizados por nuestra propia experiencia y por observarla en los demás. Pero es necesario recordar que la peor muerte de todas (en lo que a la humanidad concierne) sería si una forma de civilización, o un cuerpo, llegara a ser estática y eterna, si el antiguo orden nunca se alterara y si los antiguos valores no se trasmutaran en superiores y mejores, eso sería realmente un desastre.

Debe recordarse también que las fuerzas de la destrucción o muerte, son duales: primero, la vida que surge y se desarrolla rápidamente, demandando más espacio para una mayor expresión y experiencia, y su aspiración espiritual para el cambio y progreso; segundo, las fuerzas reaccionarias y las actitudes conservadoras que se adhieren a lo bien conocido y familiar y detestan lo nuevo, incomprobado y desconocido. Ambas producen la gran divina transición del pasado al futuro y de lo viejo a lo nuevo, de la experiencia a la fructificación y luego, nuevamente, a la experiencia. Las realidades son eternas e imperecederas; las formas, efímeras y temporarias; el alma es persistente e inmortal; la forma, mutable y está condenada a morir. Los procesos de la evolución demostraron tener éxito en el pasado y lo tendrán en el futuro para que las formas nazcan, maduren y mueran.

Pero (y éste es un punto interesante y significativo) por primera vez, la humanidad es consciente del proceso. Por primera vez ha decidido inteligentemente observar lo que está sucediendo y relacionarlo con la experiencia y el medio ambiente. Esto en sí indica una etapa de verdadero desarrollo y muy deseable. El razonamiento, el análisis y la presentación de distintos puntos de vista, están teniendo lugar en todos los países en gran escala, con variados resultados, basados en diferentes temperamentos de tradición, desarrollo y entrenamiento.

Esta etapa de muerte y nacimiento (pues ambos tienen lugar simultáneamente) puede ser fácilmente comprendida por el esoterista al estudiar la guerra mundial en sus dos períodos característicos: 1914 1918 y 1939 1942. La primera etapa (si pudieran ver la situación tal como realmente es) fue muy definidamente la etapa de la muerte; la segunda etapa, en la que nos encontramos ahora, es literalmente la etapa del nacimiento, o los dolores del parto del nuevo orden y de la nueva civilización, mediante los cuales puede expresarse el sentido de la vida de la humanidad. La madre muere para que el niño pueda vivir; la forma es sacrificada a la vida. Pero el aspecto forma, la Madre o el aspecto materia, está muriendo conscientemente y así, tan conscientemente, el niño, la infantil civilización, está viniendo hoy a la existencia. Esto es lo nuevo, en lo cual todos participamos. Es la muerte de la personalidad de la humanidad y la llegada del alma.

Una muerte así es siempre un proceso penoso. El dolor ha sido siempre el agente purificador, empleado por los Señores del Destino, para traer la liberación. El dolor acumulado de la guerra actual y el heredado de la etapa anterior (comenzó en 1914), está produciendo una saludable y mutable conciencia mundial. El Señor del Dolor ha descendido de Su trono y huella hoy los caminos de la Tierra, trayendo angustia, agonía y terror, a quienes no pueden interpretar Sus fines, pero también vuelve a estimular el instinto de la autoconservación que —en su aspecto superior— es el instinto hacia la inmortalidad; tiende a enfocar la atención de la humanidad en el aspecto vida y no en la forma. Los nombres de los Señores del Karma significan simbólicamente y desde el ángulo de su significado interno: Relación, Iluminación, Dolor y Retorno. Reflexionen sobre esto. Ahora Ellos están particularmente activos, y en Su actividad reside la esperanza de la humanidad.


Antiguos Acontecimientos Kármicos
No tengo la intención de explicar o elaborar el tema del Karma. Este tema ocultista, aunque fundamentalmente exotérico, la Ley de Causa y Efecto, evoca un reconocimiento general cuando así se la denomina. Cuando se la llama Ley del Karma, es inmediatamente considerada como misteriosa, oriental y nueva. Llamada (como sucede a veces) Ley de Retribución, se le agrega un significado totalmente erróneo. El karma de la humanidad ha descendido hoy sobre ella. Sin embargo, recordaré que el continuo énfasis puesto sobre los aspectos malevolentes del karma, produce una equívoca impresión e impide que se capte plenamente la verdad.

 

Existe karma tanto bueno como malo; aún en la situación mundial actual, el buen karma que emana del alma de la humanidad equilibra al malo que viene del aspecto material y es sobreestimado constantemente. Es el ritmo de la materia en contraposición al ritmo del alma y constituye las causas iniciadoras del conflicto actual, tanto en las vidas individuales como en la situación mundial general. Cuando esto sea adecuadamente comprendido, la verdadera imagen podrá emerger en sus corazones y mentes con mayor claridad.

En un esfuerzo por aclarar la imagen, tendré que pasar por alto muchos detalles esenciales, y me veré también forzado a adoptar la siempre debatible posición de hacer enunciados que no pueden ser comprobados, cuyos argumentos se basan exclusivamente (en lo que al pensador común se refiere) en la deducción de los efectos producidos por causas que no las ve quien no posee iluminación oculta. En el futuro, el hombre desarrollará esa actitud mental que considerará las causas como de mayor importancia que los efectos; entonces aprenderá a considerar cuidadosamente los primeros pasos al iniciar cualquier línea de acción, meditando sobre la misma y deduciendo los efectos probables antes de dedicarse a cualquier acto específico. Sólo por el dolor, el error y el consiguiente castigo, se llegará a esta saludable etapa.

Lo que hoy sucede se debe en primer lugar a la dualidad esencial del hombre; en segundo lugar, a ciertas líneas principales de separación creadas por este dualismo esencial, en una primitiva etapa de la historia humana y, en tercer lugar, a la creciente tendencia hacia la síntesis que la afluencia de la fuerza de Shamballa está produciendo actualmente. Éste es el enunciado más simple que me es posible hacer respecto a este complejo problema. Con amplias generalidades abarco el pasado, indico los efectos que estamos experimentando en el presente y predigo el futuro.

La venida a la encarnación del ser humano espiritualmente autoconsciente, es la causa incitante del conflicto actual. Si los hijos de Dios no hubieran "penetrado en las hijas de los hombres" (forma bíblica y simbólica de expresar la gran relación entre el espíritu y la materia, establecida en el reino humano), si las entidades espirituales, la humanidad misma, no hubiesen tomado para sí formas materiales y el elemento positivo espiritual no se hubiera apegado al aspecto material negativo, el conflicto mundial actual no tendría lugar.

 

Pero el Plan divino de la evolución estaba basado en el logro de esta relación entre el hombre espiritualmente consciente y el aspecto forma, y así entró en actividad la gran Ley de Dualidad, dando lugar a la "caída de los ángeles", al descender desde su estado de existencia liberada e inmaculada, a fin de desarrollar la plena conciencia divina en la Tierra, a través de la encarnación material y el empleo del principio mente. Éste fue el Plan divino, emanado de la Mente de Dios y lanzado a la actividad y al desarrollo, progresivo por un acto de Su Voluntad. En su comienzo, tuvo lugar la original "guerra en los cielos" cuando los hijos de Dios, que respondieron al anhelo divino de experiencia, servicio y sacrificio, se separaron de los hijos de Dios que no respondieron a esa inspiración y eligieron permanecer en su estado del ser original y elevado.

 

El Cristo Mismo dio testimonio de esta verdad, en la historia del Hijo Pródigo y su relación con su hermano mayor, que no había dejado el hogar del Padre. Por esta parábola se evidencia dónde estaba la aprobación del Padre. Un estudio cuidadoso de esta historia y una comprensión intuitiva de sus implicancias, pueden evocar algún día una respuesta al “pecado de la experiencia” como ha sido llamado, y llevar a una comprensión de las dos leyes principales que rigen el proceso: la Ley de Evolución y la Ley de Renacimiento. Aquí está la principal causa iniciadora de lo que está teniendo lugar ahora.

La segunda causa surgió lentamente de la primera. La materia y el espíritu, enfocados en la familia humana, y expresando sus cualidades básicas y naturaleza esencial, estaban eternamente en conflicto. En las primeras etapas y durante el largo ciclo lemuriano, la infante humanidad evolucionó constantemente y, sin embargo, a pesar de las separaciones presentes, no fueron reconocidas. La latente chispa de la mente sólo sirvió para llevar una relativa iluminación a los cinco sentidos y su aplicación puramente física. La vida física era fuerte; la vida deductiva, el propio registro de la vida, era prácticamente nulo.

 

En ese entonces la vida de la humanidad estaba enfocada en el cuerpo físico, y se fortificaba y estimulaba la naturaleza animal, desarrollándose el organismo físico y los distintos órganos internos, por el desarrollo de los cinco sentidos; el hombre se convirtió primordialmente en un animal egoísta y agresor, sin embargo, a veces tenía vagas tendencias hacia algo tenuemente presentido como mejor, y momentos de deseos elevados, que no eran la aspiración ni el anhelo de progreso, tal como los conocemos, sino sus formas embrionarias.

Al hombre moderno no le es posible visualizar o comprender tal estado de conciencia, pues lo ha dejado muy atrás. El foco de esta fuerza vital estaba también en la región de las glándulas adrenales, produciendo la bravura animal y la resistencia al choque. Pero el dualismo de la naturaleza esencial del hombre estaba presente como siempre, apareciendo gradualmente las líneas de separación; lenta, aunque constantemente, las almas precursoras (una minoría muy reducida) trasladaron en forma gradual su conciencia, elevándola hasta el plexo solar, y se produjo el reconocimiento del factor deseo por lo que era material y también la capacidad de reaccionar emocionalmente. Hasta entonces el deseo y el instinto fueron idénticos en los tiempos lemurianos. Reflexionen sobre esto, pues es interesante y concierne a un estado de conciencia del cual el hombre moderno prácticamente nada sabe. Pero, en la época atlante, las líneas de demarcación, entre lo que constituía la vida puramente física y lo que —aunque todavía material— podía ser la meta alcanzada por el esfuerzo, empezaron a controlar la naturaleza puramente animal; el hombre empezó así a ser adquisitivo y a rodearse de lo que deseaba. Entonces las líneas de separación entre el animal instintivo y el hombre adquisitivo, empezaron a definirse con más claridad.

Entre estos precursores se desarrolló gradualmente el elemento mental, así como se está desarrollando hoy el elemento intuitivo entre los tipos mentales; los hombres comenzaron a adquirir alguna forma de percepción mental y a utilizar la poca mentalidad que poseían, en el proceso de acrecentar sus posesiones materiales. Se inició la etapa de la civilización (que básicamente es el reconocimiento de la relación grupal). Un período de existencia urbana reemplazó al de una existencia puramente nómade y agrícola. Los hombres se congregaron para un mayor bienestar y protección materiales e iniciaron los procesos rítmicos de concentración, extendiéndose mundialmente. Estos ciclos son análogos a los de inhalación y exhalación del organismo físico del hombre.

 

Algún día se hará un estudio de estos factores básicos y controladores de la existencia humana, la dispersión o descentralización de la vida de la comunidad, o la expresión del instinto de rebaño en una vuelta superior o inferior de la espiral de la existencia. Los últimos cien años han visto el surgimiento de un grave problema en la actual tendencia de la humanidad a reunirse en grandes ciudades y a congregarse en vastos rebaños, dejando el campo despoblado de habitantes y creando serios problemas de alimentación, salubridad y delincuencia. Este ritmo está cambiando actualmente ante nuestros ojos y soluciona un serio problema: las ciudades son evacuadas y —debido a que los hombres y las mujeres son impelidos hacia el campo por alguna razón— los señores de la evolución están interrumpiendo forzadamente e1 ritmo de esa concentración, y lo sustituyen por el ritmo de la dispersión. Esto contribuirá grandemente al bien de la raza y facilitará el desarrollo de la síntesis subjetiva, que enriquecerá notablemente a la humanidad y dará nuevos valores a la vida.

Las líneas de separación entre la naturaleza animal instintiva y alguna forma de deseo (aspiración embrionaria), aumentaron continuamente durante la época atlante, y esta primitiva civilización empezó a manifestar su propia nota y a establecer nuevas normas de bienestar material y control egoísta, en mayor escala cada vez, a medida que se desarrollaba la existencia urbana. Quizás sea difícil visualizar un mundo tan densamente habitado como el mundo moderno, pero lo estaba. Debido a que dominaba la naturaleza animal, la tendencia llevaba a la relación sexual y a la procreación de grandes familias, así como sucede en la actualidad entre las clases inferiores de nuestras zonas civilizadas, pues los campesinos y los barrios bajos producen más hijos que los intelectuales. En esos lejanos días, las únicas personas que tenían cierta medida de inteligencia eran los discípulos e iniciados; guiaban y protegían a la humanidad infantil, similarmente a como los progenitores modernos guían y protegen a sus hijos y a como el Estado asume la responsabilidad por el bienestar de la nación. Entonces la Jerarquía estaba presente en la Tierra como reyes sacerdotes, que actuaban como puntos focales de energía atractiva, atrayendo hacia sí a aquellos cuyos valores más intangible asumían lentamente un vago control, definiendo con más claridad las líneas de separación entre el materialismo y la espiritualidad.

Cabe recordar que la espiritualidad de entonces era muy diferente de la que hoy se conoce con ese nombre. Era una especie de aspiración hacia un presentido más allá, hacia la satisfacción de la belleza y la integridad de la emoción. No había reflexión —tal como la conocemos— en esta actitud, sino sólo una tendencia hacia lo inalcanzable, pero presentido, y lo que era deseable. La Jerarquía fomentó esto en los pueblos, mediante el don de la invención y el empleo de las masas instintivas en la construcción de grandes y bellas ciudades y estupendas estructuras, cuyas ruinas subsisten hoy, y fue realizado bajo la guía experta de los iniciados y adeptos que emplearon los conocimientos que poseían acerca de la naturaleza de la materia y de la energía, para producir muchas cosas que actualmente el hombre trata a tientas de descubrir y hacer posible.

 

Todo lo que posibilitaron los modernos procesos de la civilización y mucho más de lo que hoy se clasifica como descubrimiento científico, era conocido en la antigua Atlántida, pero no fue desarrollado por los hombres, sino conferido como un don gratuito, muy parecido a como la gente obsequia a un niño cosas bellas y maravillosas con las cuales se deleita y las emplea, aunque sin comprenderlas. En todas partes había grandes y bellas ciudades llenas de templos, y grandes edificios (de los cuales las ruinas de los caldeos y babilonios constituyen sus restos degenerados, cuyo vástago es el moderno rascacielos). La mayoría de nuestro conocimiento científico moderno era poseído por estos reyes sacerdotes, y constituía para las masas, un maravilloso tipo de magia.

 

La salubridad, la higiene, los medios de transporte y las máquinas voladoras se desarrollaron, y eran de un orden muy elevado, pero no fueron la realización del hombre sino dones de la Jerarquía, desarrollados o construidos bajo una sabia guía. Eran controlados el aire y el agua, porque los guías sabían cómo controlar y dominar las fuerzas de la naturaleza y los elementos, pero nada de ello fue resultado de la comprensión, conocimiento o esfuerzo humano. Las mentes de los hombres no estaban desarrolladas ni eran adecuadas para semejante tarea, como no lo está la mente de un infante.

La separación entre los dos grupos (uno, expresando las fuerzas del materialismo y el otro la energía de la luz) aumentó gradualmente, hasta que al finalizar la era Atlante era tan amplia y la línea de demarcación entre las dos escuelas de la vida y del pensamiento tan clara, que se precipitó una crisis en ese civilizado mundo de entonces, de la cual el conflicto actual es su efecto definido. Esperamos también que constituya la culminación, y de que no vuelva a ocurrir. Entonces tuvo lugar la gran guerra entre los Señores de la Forma y los Señores del Ser, o entre las Fuerzas de la Materia y la Gran Logia Blanca. Un cuidadoso estudio resultará iluminador, particularmente si se lleva a cabo detenidamente.* Para nuestra comprensión, la explicación puede parecer vaga y oscura, pero los asuntos en esa época eran claros. Las Fuerzas de la Luz triunfaron porque la Jerarquía se vio obligada a intervenir poderosamente y, con ayuda de ciertas grandes Vidas extrañas a nuestra vida planetaria, llevaron la civilización atlante a un abrupto fin, después de un largo período de caos y desastre. Esto tuvo lugar por intermedio de una culminante catástrofe que barrió de la faz de la tierra a cientos de miles de seres humanos. Este acontecimiento histórico ha sido preservado en la leyenda universal del gran diluvio.

En La Biblia se habla simbólicamente de los que sobrevivieron, como también los que fueron salvados en el Arca de Noé, y los antiguos escritos lo describen en los siguientes términos:

"Así como la serpiente dragón, que desenrosca lentamente su cuerpo, así los hijos de los hombres, guiados por los Hijos de la Sabiduría, desdoblaron sus pliegues como corriente de agua dulce... Muchos medrosos perecieron en el camino. Pero la mayoría se salvó."

Un detenido estudio del relato dado en La Doctrina Secreta, revela el estado de desarrollo inmaduro (desde el ángulo de las normas modernas) y el enfoque básicamente emocional y físico de la humanidad de ese período; mostrará también la capacidad mágica del hombre para subyugar y controlar los reinos subhumanos y las fuerzas elementales del planeta. Ambos ángulos fueron estudiados.

Sin embargo, el énfasis se puso correctamente sobre la interferencia e intervención divinas; esto pudo salvar una minoría éticamente sana (la palabra "espiritual" no es aplicable aquí, excepto en forma relativa) y destruir a quienes estaban erróneamente enfocados u orientados y, por lo tanto, también dedicados a la vida de aspiración y percepción materiales.

El núcleo salvado, formó la base de nuestra actual raza raíz, la Aria. Todo el tema de El Antiguo Testamento se desarrolla alrededor de la evolución y crecimiento de este núcleo. Hablando simbólicamente, los habitantes del arca y sus descendientes y la raza judía, representan el resto de la humanidad que se salvó —salvada por la Gran Logia Blanca a pesar de ellos mismos y frente a tremendas dificultades.

Aquí dos cosas merecen atención. La primera y menos importante, desde el punto de vista del alma, es la desaparición de la faz de la Tierra de, prácticamente, todo indicio de la maravillosa civilización atlante, excepto esos pocos tesoros arqueológicos que intrigan e interesan a los modernos investigadores, además de esos vagos recuerdos de antiguas realizaciones científicas que conducen al estudiante moderno a la investigación e invención y lo incitan al descubrimiento y a la producción de lo que llamamos los triunfos de la ciencia moderna.

La segunda es que, para bien de la humanidad, la Jerarquía se retiró a segundo plano, dejando al hombre abrirse camino fuera del espejismo y la ilusión del materialismo con métodos correctos, y eventualmente eliminar las antiguas separaciones. La guerra debe ser llevada a su culminación y expresión finales, teniendo en vista que debe ser descartada definitivamente como medio de lograr los fines deseados.

* La Doctrina Secreta, T. III, Págs. 257 426.


La Era Moderna
Quisiera detenerme aquí y recordarles uno o dos puntos que deberían ser reconocidos a medida que encaramos esta era moderna donde tienen lugar todos estos efectos culminantes. Los describiré concisa y claramente.

Las líneas de separación entre el materialismo y la espiritualidad (como ahora entendemos los términos) se han aclarado acrecentadamente. Dos cosas han tendido a crearlo. Primero, el pronunciamiento de los Diez Mandamientos. Éstos, aunque negativos en su forma y dogmáticos en su actitud, esclarecieron adecuadamente los asuntos y las actitudes requeridas. Debido a la relativamente inferior etapa de la inteligencia humana universal, en la época en que fueron dados (pues las fechas bíblicas no son correctas y la de su pronunciamiento es mucho más antigua de lo que se cree) se los expresó bajo la fórmula “Tú no. . .” dirigiendo así la atención humana a la expresión material de las tendencias materialistas. En días futuros, los Diez Mandamientos serán expresados a la inversa, de la cual el Sermón de la Montaña y las Bienaventuranzas son la forma embrionaria.

Segundo, la Jerarquía se retiró para que la humanidad, una vez alcanzada la madurez y la edad del propio albedrío, no fuera impedida ni obstaculizada por la coerción y la indebida protección, sino que expresara sus principales características divinas; de éstas, el libre albedrío y el empleo discriminador de la mente, son las cualidades sobresalientes. En los días atlantes no existía libre albedrío. Ahora hay una tendencia al libre albedrío (observen este término) y la denominamos libertad e independencia, libertad de pensamiento y derecho del individuo para determinar las disposiciones que controlan o deberían controlar al grupo del cual forma parte. Todos estos son atributos y cualidades del libre albedrío, pero no el principio divino del libre albedrío en sí. Poco sabemos sobre él. Sólo los discípulos e iniciados del mundo conocen el verdadero significado e implicación de la libertad de elección y del correcto empleo de la voluntad, y esto porque están motivados por el bien grupal y la necesidad de la mayoría.

La prueba a la cual había de ser sometida la humanidad, y es hoy el factor controlante, era si —dado el desarrollo y conocimiento mentales— consagraría ese conocimiento y su realización científica y mental al bien grupal o a fines egoístas, a los asuntos materiales, o a los incentivos e impulsos espirituales. Este antiguo conflicto ha sido llevado ahora a otro campo de la expresión humana, el de la mente —ya que la raza ha progresado y las personalidades de los seres humanos han alcanzado una etapa elevada de integración y realización— se ha hecho muy agudo, y ahora que es tan completo el esclarecimiento de las cuestiones y está tan bien definido el alineamiento de los oponentes en dos grupos, es posible la lucha final.

La mayoría de las personas inteligentes del planeta se dan cuenta hoy de la actuación inteligente y de la capacidad de la generalidad para presentar a la mente las condiciones subyacentes, aunque su punto de vista esté necesariamente matizado por las tradiciones nacionales, las ideas y políticas heredadas, como también por el control y las tendencias del medio ambiente, la raza ha avanzado mucho hacia su emancipación final. Por lo tanto, hay cierta medida de libre albedrío y esto constituye un factor enteramente nuevo y un desarrollo muy satisfactorio. Les recordaría un punto muy importante y es que las masas —la clase media, burguesa y proletaria (empleo estas palabras en su sentido general y simplemente debido a su significado y significación)— siguen siendo víctimas de la autoridad del control, y permanecen relativamente irreflexivas e infantiles.

 

Esto significa que el verdadero conflicto es entre una pequeña minoría, para la cual los asuntos son claramente iluminadores, y que definidamente se ha alineado con cualesquiera de las fuerzas en lucha. Un simple puñado de hombres, los descendientes directos, o más bien las reencarnaciones de los conductores del antiguo conflicto atlante, se hallan ahora en la tierra dirigiendo las fuerzas de la luz o de la oscuridad, trayendo a la existencia millones de hombres que apoyarán directamente a sus conductores, y cuya voluntad será la de ellos.

Las líneas de separación se han extendido constantemente y puede decirse ahora que una parte de la humanidad está orientada hacia los valores superiores altruistas y espirituales, cuyas notas clave son el sacrificio, el bien grupal y la comprensión mundiales, y la otra está enfocada predominantemente en lo material, cuyos objetivos son egoístas, animados por la ambición y el espíritu de adquisición.

La gravedad de esta situación y la amplia extensión de la separación, indujeron a la Jerarquía observadora a dejar que afluya directamente al mundo (no obstante el riesgo que implicaba) la fuerza de Shamballa. El objetivo fue estimular el libre albedrío de las masas; el resultado fue relativamente bueno, pues condujo a la formulación y expresión de las grandes ideologías mundiales —fascismo, democracia y comunismo, así como también a esa mezcla peculiarmente distorsionada de fascismo y comunismo que actúa con el nombre de hitlerismo o nazismo. Todas estas ideologías son fomentadas por el deseo de las masas de mejorar la condición en la cual vive la población de cualquier país, y se ha enfocado en forma expresiva y creadora por la influencia que ejerce la fuerza de Shamballa.

 

Pero otro resultado de esta afluencia de voluntad al poder, fue la estimulación de cierto grupo de personalidades destacadas en muchos países, de manera que asumieran el control de las masas y pudieran determinar las definiciones y los métodos —religiosos, políticos y sociales— de las diferentes naciones. Un grupo relativamente pequeño de personas, en cada nación, decide todas las cuestiones importantes y determina las principales actividades nacionales. Lo hacen ya sea por la fuerza, el terror y el engaño, o por la persuasión, las bellas palabras y la aplicación de móviles ideológicos. Los Señores del Destino aprovechan esta situación de modo de llevar a un fin el antiguo conflicto y permitir que la humanidad entre en la nueva era acuariana, relativamente libre y con una más clara comprensión de las correctas metas y relaciones humanas y del futuro predestinado del hombre.

No tiene ningún valor atribuirle relación al actual conflicto mundial y a los guías mundiales, con el conflicto y los conductores de la época atlante. Basta decir que muchas de las mismas personalidades (en una vuelta más elevada de la espiral) desempeñan nuevamente diversas partes en el gran drama. De nada les serviría ni comprenderían mentalmente la situación, si acentuara los detalles de esta gran guerra y su analogía moderna; tampoco tendría para mí ningún valor comparar los antiguos métodos y los métodos modernos por los cuales una de las partes lleva adelante la lucha por la supremacía. No están en situación de verificar lo que digo o controlar la exactitud de mis enunciados, sin embargo, el punto de mayor importancia es llegar a una clara comprensión de lo que está en juego y a una justa apreciación de los valores involucrados y también a una correcta captación de los ideales que animan a ambos grupos antagónicos.

En los días atlantes, se dijo que la lucha era entre las Fuerzas de la Oscuridad (la así llamada "Logia Negra de Adeptos") y las Fuerzas de la Luz (denominadas Gran Logia Blanca, la Jerarquía de Maestros). En aquel entonces era aproximadamente verdad, pues el conflicto se libró entre dos pequeños grupos, siendo las masas simplemente ciegas y miserables víctimas de la lucha y de la situación.

Ahora no es posible ni apropiadamente admisible establecer tal clara diferencia entre las fuerzas comprometidas. Ninguna nación o grupo de naciones puede ser clasificado en una amplia generalización como blanco o negro. No olviden esto. Sólo hablan así quienes no tienen visión y poseen un espíritu intolerante y partidista. Todas las naciones contienen millares de personas que pertenecen a la categoría de los que son impelidos por las Fuerzas de la Luz y, en consecuencia, responden normal y fácilmente al concepto de la buena voluntad, al deseo de rectas relaciones entre todos los hombres y al ideal del verdadero entendimiento internacional y mundial. En todas las naciones existen aquellos a quienes no les atrae esta situación, y hallándose aún en la oscuridad, no ven los verdaderos problemas. Éste es un enunciado real. Una mayoría trata de lograr el establecimiento de la buena voluntad y el entendimiento, pero —como he señalado en escritos anteriores— es relativamente fútil para controlar todavía la situación o para obligar a sus conductores a seguir la voluntad al bien de las masas. Son inspirados o protegidos por la Jerarquía de la Luz y con ellos debe llevarse adelante la tarea de estimular la libre expresión de esta buena voluntad, cuando el conflicto llegue a su fin.

Respecto al otro grupo, tenemos los que por inclinación o antiguo karma descienden de los Señores de la Oscuridad; sus acciones e ideales hacen posible la actividad de las fuerzas del materialismo. Quisiera que observaran esta forma de expresión. Aún el más peligroso de estos descendientes es, sin embargo, consciente de alguna forma de idealismo, pero se han extraviado y responden plenamente a la voluntad de poder (poder en el plano físico mediante la actividad de la forma). Esto es estimulado por la afluencia de la energía shambállica.

 

Debido a estas reacciones y tendencias, constituyen puntos focales para esas Vidas y Energías inherentes a la materia misma, cuya influencia y trabajo están dedicados a la conservación de la forma y de todo lo que existe. Se esfuerzan constantemente por anular lo nuevo y detener la evolución y el desarrollo de la conciencia humana. No olviden que la verdadera cuestión reside en el campo de la conciencia y que la lucha es entre la forma y la vida dentro de la forma, y entre el progreso, que conduce a la liberación del espíritu humano, y la actividad reaccionaria, que lleva al aprisionamiento de la conciencia humana y a restringir su libre expresión.

Haría aquí una pausa y les pediría solemnemente no ampliar las líneas de separación, ubicándose, ustedes y todos los que siguen su misma ideología, del lado de las Fuerzas de la Luz, y a las demás personas y sus ideologías, con las cuales ustedes quizá no estén de acuerdo, del lado de las Fuerzas de la Oscuridad. El problema es, en último análisis, el derecho a expresar la voluntad al bien, el derecho a expresar relaciones humanas, no obstaculizadas por las barreras territoriales y hábitos mentales nacionales; involucra el derecho y la sentida necesidad de manifestar amor a todos los seres, y de esa manera desarraigar todo odio y separatividad.

 

Concierne al derecho de todas las naciones a vivir en paz con sus vecinos y en armonía entre sí, expresar la verdadera y subjetiva síntesis de la humanidad y a no anteponer posesiones, fronteras, cultura, poder y ambición nacionales, al bien general y a la felicidad del mundo de los hombres. Éste es el problema real y subyacente. Todos los desafíos nacionales, llamados patrióticos, son simples tentativas de los conductores de todas partes para mantener al pueblo en una línea particular de pensamiento y de acción. Asegurar el mundo para la democracia, tener un lugar para vivir, defender los derechos de las pequeñas naciones, conservar el equilibrio del poder, oponerse a la fuerza con la fuerza, restablecer las antiguas e históricas fronteras, imponer alguna cultura considerada deseable, evitar la destrucción económica, mantener los objetivos e intereses nacionales, son todos puntos de discusión de los conductores actuales.

 

Pero la verdadera cuestión intangible es hallar Quién dirija. ¿Qué camino tomará la humanidad? ¿Seguirá el camino del altruismo, expresado en la disposición de actuar siempre en bien de todos, promoviendo así el entendimiento y la unidad mundiales, o el camino del egoísmo y de la agresión, expresados en un intenso nacionalismo, sacrificando los verdaderos y superiores valores de emancipación, independencia y libertad de pensamiento? Este egoísmo puede manifestarse como agresión, o una neutralidad activa. Las naciones que no participan en esta lucha, perderán mucho y —ensanchando su propia lucha egoísta y oscureciendo la real situación con hermosas palabras— ayudarán a prolongar la lucha, evitando que su propio pueblo aproveche una oportunidad útil.

Señalaría también que así como en todas las familias, empresas comerciales y organizaciones, existen los que constituyen puntos de autoridad enfocada y son los diseñadores de las actividades planificadas, también dentro de ese grupo o cuerpo organizado, denominado humanidad, tenemos puntos focales similares o aquellos que planifican, dirigen y producen los acontecimientos y eventos externos, que están en el período de realización de la personalidad –ese momento en que los seres humanos, habiendo alcanzado la integración y una fusionada expresión de sentimiento, percepción y mente, trabajan en forma activa y efectiva en el plano físico. Estos puntos focales son empleados para producir dos grandes cambios en el mundo; primero, la fusión y mezcla de los pueblos y la minorías, a fin de que los imperios coordinados y las naciones cultas empiecen a aparecer en todas partes y, segundo, el cambio de fronteras y la alteración de límites para dar lugar a un completo reajuste del mapa del mundo, en Asia, Europa y África.

Evidentemente, se observará que existen tres métodos o modos principales para producir estas fusiones. Gran Bretaña, los Estados Unidos de América y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.), están desarrollando el principio de federación, de relación y de fusión de cuerpos en conjuntos concentrados, que responden a la misma inspiración, pero empleando sus propios métodos especializados para obtener los fines deseados. No se sorprendan de que incluya a Rusia en esta triplicidad. Su ideología es fundamentalmente tan sana como la de los demás grupos, pero la diferencia reside en los factores de la personalidad y en el modo de aplicar la ideología. El control ejercido por personalidades poderosas y peligrosas y el empleo de métodos de fuerza y crueldad, fueron evitados en los primeros dos grupos de naciones, y la razón se halla en la fuente de inspiración que produce los efectos. Otra razón reside en que se ha ubicado el poder en manos de quienes históricamente no están preparados para gobernar y en la de aquellos cuya pasada evolución los condujo hasta ahora sólo a la etapa infantil de la evolución.

Sin embargo, en estos tres grupos deben observarse muchas cosas interesantes. Una de ellas es que Gran Bretaña representa una fusión, cuyos cimientos fueron establecidos en un largo pasado histórico de preparación para gobernar; otro, el de los EE.UU., representa una fusión que está en desenvolvimiento y desarrollo en el presente, cuyos experimentos son nuevos, aunque empleando factores de cada nación de Europa; la U. R. S. S., a su vez, representa la fusión venidera o síntesis futura. En los tres, tenemos una expresión interesante e inmediata de los tres aspectos divinos; cada uno inspira y colora la civilización embrionaria.

 

Gran Bretaña expresa la voluntad de poder, pero, a causa de la edad y la experiencia adquirida a alto precio, está hoy suavizada por la justicia y una creciente comprensión de la necesidad humana, siendo, a su vez, en el pasado y durante muchos siglos, resultado del control por la aristocracia, con su paternalismo, conservadorismo y métodos de lento reajuste. Los EE.UU. expresan la voluntad de amar que se demuestra como capacidad para absorber vastamente elementos divergentes y, sin embargo, presentar igual oportunidad a todos. Esto se produce mayormente debido a que el control en esta federación de estados, está en manos de la burguesía, con sus metas financieras, su poder de determinar las condiciones de vida y su veloz y simpático contacto con la vida.

 

Su método no es el de un ajuste lento, sino de rápida asimilación. En ese país la gente es muy sensible a la influencia de la Jerarquía. La U.R.S.S. expresa la voluntad de crear y establecer nuevas condiciones y un nuevo orden —planificado, determinado y previsto. Frecuentemente ha sido impuesto mediante la crueldad, una disposición para los convenios, el cambio o el desprestigio del ideal original, llevado a cabo a su vez por la actividad del proletariado, por su incapacidad de gobernar, por su deseo de ejercer represalias y por su ignorancia de la tradición y de los procedimientos heredados.

Por lo tanto, un experimento muy interesante se está realizando en estos tres grupos de elementos interrelacionados y de distintos ideales nacionales. La U.R.S.S. pondrá eventualmente el énfasis y se interesará principalmente por Asia, hasta los límites del Océano Pacífico, produciendo cambios en ese continente. Gran Bretaña, por su exitosa demostración del principio de federación, puede efectuar mayores cambios en Europa si existe una percepción despierta, una real y benévola justicia y una inteligente paciencia. Los EE.UU. tienen una tarea similar que realizar para las Américas, que demandan un orden estatal elevado y un espíritu de comprensión.

Si han comprendido bien las sugerencias que anteceden, será evidente que la fuerza shambállica trabaja a través de esa comunidad de naciones federadas, llamada Imperio Británico y expresa la voluntad hacia la síntesis y la voluntad para un proceder justo y legal. La fuerza de la Jerarquía puede expresarse acrecentadamente a través de los Estados Unidos de América, porque el reconocimiento intuitivo de las realidades subjetivas y el sentido real de los valores superiores pueden controlar, y frecuentemente controlan, los impulsos que rigen a este grupo de estados federados. La voluntad de ser que posee la humanidad con su énfasis casi extravagante puesto sobre los valores humanos, y la voluntad de gobernar creadoramente, es la contribución de la U.R.S.S., esa gran federación de repúblicas.

 

De esta manera, puede verse la expresión de la influencia que ejercen los tres grandes centros mundiales a que me referí, mediante estos tres grupos de naciones. Al mismo tiempo, la fuerza de Shamballa está activa en todos ellos, pues produce federación y síntesis. Su primera gran expresión o demostración del espíritu de fusión, tuvo lugar en los siglos XVIII y XIX y condujo a la creación de países como Italia y Alemania, formados por muchos pequeños estados, ducados y reinados. Resultaría muy iluminador estudiar la historia de la tendencia hacia la fusión en el mundo moderno. Se descubrirla que los primeros débiles indicios se percibieron alrededor del año 1575 de nuestra era, debido a que se permitió afluir esta fuerza cuando se la exigió en la Conferencia Centenaria de la Jerarquía, celebrada en 1425. En escritos anteriores me he referido a dicha conferencia.*

En el segundo grupo donde hubo cambios de ideologías y reacción a la necesidad de la masa, tenemos a Francia, Alemania, Italia, España y Portugal, alterando todas ellas su antigua política y sus sistemas de gobierno, que reaccionaron gradual y lentamente a la fuerza shambállica. Sin embargo reaccionaron a esa fuerza por intermedio de grandes y destacadas personalidades, particularmente sensibles a la voluntad de poder y a la voluntad de cambiar, las cuales (durante los últimos 150 años) alteraron el carácter de sus vidas nacionales y acrecentadamente hicieron resaltar los más grandes valores humanos. Los hombres que inspiraron la iniciadora revolución francesa; el gran conquistador Napoleón; Bismark, el creador de una nación; Mussolini, el regenerador de su pueblo; Hitler, que elevó sobre sus hombros un pueblo angustiado; Lenín, el idealista; Stalin y Franco; son todas expresiones de la fuerza shambállica y de ciertas energías poco comprendidas. Éstos realizaron cambios significativos en su día y generación y cambiaron la faz de Europa, afectando incidentalmente a Asia y condicionando las actitudes y política en América.

Los resultados, aun cuando peligrosos y terribles, desarrollaron dos características vitales en la humanidad. Una fue el amplio desarrollo de la facultad discriminadora, la otra una tendencia a la dispersión que tuvo como consecuencia diluir los valores civilizados y culturales y los variados dones que muchas personas impartieron al alma del mundo. La emigración de los pueblos, desde Gran Bretaña a las colonias, la emigración de todas las naciones de Europa a América del Norte y del Sur, la dispersión de los pueblos dentro de los límites nacionales, como resultado de la guerra y la conveniencia de evacuar las ciudades, trajo el traslado de personas fuera de Italia y de grupos dentro de Rusia, más el constante deambular de los judíos errantes, lo cual indica un desmoronamiento en escala mundial de todas las fronteras externas y la institución de un proceso de fusión y amalgamación como el mundo nunca había visto.

 

Constituye un sistema educativo de incontable valor que conduce a la constante necesidad de reajustar los puntos de vista, cambiar las normas de vida de los matrimonios mixtos y las así llamadas relaciones ilícitas. El cambio externo está produciendo una síntesis interna y dispersión externa, las separaciones se desarrollan internamente en relaciones más estrechas y en un tolerante espíritu de comprensión. El poder de considerar, elegir, pensar y discriminar, se va desarrollando rápidamente entre las clases de todas partes, como resultado de los numerosos sucesos catastróficos, la aparición de numerosas circunstancias cambiantes y los incontables puntos de vista y teorías sobre gobierno y religión; éstos surgen en forma natural de los nuevos contactos y la rápida presentación de los acontecimientos por medio de la prensa y la radio.

Esto es importante desde el punto de vista de la evolución y del acrecentamiento de la conciencia mundial. Los sucesos en el plano físico son incidentales y transitorios.

Los eventos y las precipitaciones del plano físico se llevan a cabo y son posibles mediante puntos focales de energía, los dictadores del mundo, los estadistas y los seres humanos descollantes de todos los países, así como también lo grupos que trabajan activamente en todos los países para sus propios fines o —como sucede más a menudo— bajo la influencia de algún ideal o sabiduría grupales, además de la ambición, la voluntad de poder y el engrandecimiento personales. A estas personas se las denomina dictadores, demagogos, conductores inspirados u hombres justos y sabios, de acuerdo con nuestra particular ideología, tradición, actitud hacia nuestros semejantes y determinado entrenamiento político, económico y religioso.

 

Pero todos estos conductores son simplemente seres humanos y, al igual que los demás hombres —idealistas equivocados, patriotas, egoístas, impresionables, tontos, astutos, poderosos, enfocados en alguna meta o ambición, con clara visión y, al mismo tiempo, con reacciones miopes, crueles o sabias, según el caso— son en último análisis, personalidades altamente desarrolladas. Se los utiliza para dirigir cambios grandes y necesarios y alterar la faz de la civilización. Los métodos erróneos empleados y la maldad, son defectos de la humanidad y de los hábitos mentales que trasformaron al género humano en egoísta y cruel y es la causa de que este espíritu grande y universal de la voluntad de cambio, se manifieste tan poderosa y cruelmente.

No culpen a las personalidades involucradas o a los hombres que producen estos acontecimientos ante los cuales nos hallamos hoy desorientados y anonadados. Son únicamente el producto del pasado y las víctimas del presente, siendo al mismo tiempo los agentes del destino, los creadores del nuevo orden y los iniciadores de la nueva civilización; son los destructores de lo que debe ser destruido antes de que la humanidad pueda seguir adelante por el Camino Iluminado. Son la personificación de la personalidad de la humanidad. Por lo tanto, cúlpense a sí mismos de lo que está sucediendo hoy y no traten de evadir la responsabilidad transfiriéndola a los hombros de los hombres espectaculares o estadistas, dictadores, o a algún grupo. No señalen a una sola persona o grupo, acusándolos de ser la causa de la condición mundial actual.

 

Tampoco esperen que una sola persona o un solo grupo, traiga la liberación o halle solución al problema mundial. Esto debe hacerlo la humanidad misma. La humanidad debe comenzar a actuar, y lo hará cuando llegue el momento oportuno. Reconocer la responsabilidad, los errores conjuntos, los antiguos conceptos erróneos, las actitudes y costumbres mentales equívocas, el propósito y la intención mundial egoísta, el espíritu de agresión universal que, a través de las edades influyó primero a una nación y luego a otra, la tendencia del siglo pasado a cristalizarse y a ser estático, las fuerzas reaccionarias por todas partes —son defectos universales y ninguna nación ni raza está libre de culpa ni tiene las manos totalmente limpias. Además, ningún grupo nacional está totalmente equivocado ni es malo, o puramente bueno y altruista. En todas partes hay mezcla de móviles.

 

El nacionalismo, la agresión, el egoísmo y la crueldad de todos los países, enfrentan el deseo de un entendimiento mundial, relaciones pacíficas y también un espíritu altruista y benéfico en todas las naciones. Las Fuerzas de la Luz tienen sus adherentes y trabajadores en todos los países, aunque algunos no pueden expresarse por estar sujetos a mayores obstáculos. Lo mismo sucede con las Fuerzas del Materialismo. Y entre estos grandes grupos se hallan las masas —esperando el surgimiento de una nueva oportunidad y nuevas revelaciones.

La universalidad de estas condiciones y la nitidez de las cosas han hecho de este período una oportunidad e iniciación planetaria. La iniciación es esencialmente salir de los antiguos controles y entrar en el control de valores más espirituales y acrecentadamente superiores. La iniciación es una expansión de conciencia que conduce a un creciente reconocimiento de las realidades internas. Es también el reconocimiento de un renovado sentido de la necesidad de cambio y de la dirección inteligente de estos imprescindibles cambios, para que pueda tener lugar un proceso real; la conciencia se expande y se vuelve más generosa y divinamente incluyente, y el alma controla en forma nueva y poderosa, al asumir acrecentadamente la dirección de la vida del individuo, de una nación y del mundo.

En último análisis, y desde el punto de vista de la Jerarquía, el conflicto actual entre la personalidad de la humanidad (que expresa los valores materiales como factor dominante en la experiencia de la vida) y el alma de la humanidad (que expresa los valores espirituales como factor dominante en los asuntos humanos), es idéntico al conflicto que tiene lugar en la conciencia de un ser humano cuando éste ha alcanzado la etapa del discipulado y enfrenta el problema de los pares de opuestos. Este conflicto se manifiesta de muchas maneras, de acuerdo al punto de vista y al trasfondo del pensamiento. Podría llamarse el conflicto entre el Cristo y el Anticristo, pero no como lo comprenden quienes emplean esas frases. Ninguna nación expresa el espíritu del Anticristo, así como tampoco nación alguna expresa el espíritu erístico. El Cristo y el Anticristo son las dualidades del espiritualismo y el materialismo, tanto en el individuo como en toda la humanidad. Se puede hablar de Dios y del Diablo con las mismas implicancias básicas. ¿No es acaso el hombre una expresión de la divinidad (Dios), en una forma material (el Demonio)? y ¿qué es la materia, sino el medio por el cual la divinidad debe eventualmente manifestarse en toda su gloria? Pero cuando eso tenga lugar, la materia ya no será un factor controlante sino simplemente un medio de expresión.

Por lo tanto, la batalla se libra entre el aspecto forma de la vida y el alma. El Morador en el Umbral (el umbral de la divinidad, hermanos míos) es la misma humanidad con sus antiguas costumbres mentales y su egoísmo y codicia. La humanidad ahora está frente al Ángel de la Presencia —el alma cuya naturaleza es amor, luz y comprensión incluyentes. El gran problema de hoy es ¿cuál de los dos saldrá victorioso del conflicto y cuál de estos dos grandes agentes de la vida determinará el futuro de la humanidad e indicará el camino que la humanidad decidirá seguir?

Los asuntos en juego están claros para las personas que piensan correctamente. La intolerancia, el intenso orgullo nacional y la propia satisfacción, pueden cegar a los hombres a las realidades actuales, pero hay suficientes personas que piensan con claridad para que sea probable un futuro de correctas decisiones, como en ningún otro momento en la historia de la raza.

* Tratado sobre Magia Blanca, Págs. 293 318.
** Tratado sobre los Siete Rayos, T. I, Págs. 144 158.



Preparación para la Buena Voluntad Mundial
Las causas de la actual guerra son antiguas. Esta secuencia histórica de los factores predisponentes puede ser claramente trazada en los registros exotéricos de todas las naciones y también los registros esotéricos de la Jerarquía. Las cualidades humanas inherentes que condujeron al desarrollo de la guerra actual son bien conocidas. Quienes son conscientes y observadores de la guerra que se libra dentro de sus propias naturalezas, entre el egoísmo de la personalidad y el altruismo del alma, se dan cuenta de las implicancias y las analogías. ¿Dónde reside por lo tanto la solución? ¿Qué debe hacerse para detener los fuegos del odio, de la agresión, de la venganza y del temor? Además, ¿qué debe hacerse como preparación para cuando llegue el momento de la reconstrucción del mundo de los hombres y la inauguración de la nueva y mejor civilización? Consideraremos esto brevemente.

En lo que respecta a la participación activa en el trabajo que debe realizarse, a fin de preparar el mundo para la expresión de la buena voluntad, poco puede hacerse de naturaleza exotérica activa en este momento; es necesario esperar con paciencia y ver qué sucederá y qué dirección seguirá la actividad de las naciones. Pero hay mucho que realizar de naturaleza esotérica y preparatoria y esto trato de plasmarlo en las mentes.

Hasta la fecha y a pesar de las apariencias, las Fuerzas de la Luz son victoriosas y mantienen definidamente firmes los asuntos. Por esta razón no ha podido ser extinguido el espíritu de buena voluntad ni el entendimiento comprensivo que existe entre los pueblos de las naciones, sin excluir a Alemania, la cual fue la característica significativa y sobresaliente del conflicto actual. Existe allí poco odio o espíritu de venganza, y este hecho constituye la diferencia entre esta guerra y la de 1914. Indica un triunfo para las Fuerzas de la Luz, y en ello reside la esperanza del futuro. Sin embargo, aquí es donde debe considerarse el factor tiempo, pues una guerra prolongada puede causar un cambio en esta actitud deseable, y una experiencia muy drástica producirá cambios psicológicos profundos e inevitables en el pensamiento y la acción humanos. Esto debe ser neutralizado conscientemente.

 

Aunque no ha sucedido todavía, podría suceder, y si ocurre causará mucho dolor, terror, terrible anticipación y sufrimiento, y la agonía producida por el espectáculo del sufrimiento podría eventualmente trasformar esta buena voluntad en un espíritu dinámico de odio y revancha, a no ser que sea contrarrestado definida y conscientemente. Los grupos que se adhieren a los principios de las Fuerzas de la Luz, que dedican todo esfuerzo a poner fin al espíritu de agresión y a librar al mundo de los puntos focales de la influencia y el poder materiales, deben llevar todavía a cabo la tarea de unir a los hombres y mujeres de todas las naciones con espíritu de comprensión amorosa y deben servir de intérpretes entre las naciones, en términos de hermandad y del nuevo orden.

Esto no es fácil realizarlo ahora. Los cuerpos astrales o emocionales de los seres humanos (que constituyen el cuerpo astral de la humanidad como un todo) están hoy en un estado de caos y son arrastrados por antiguos deseos, actitudes egoístas, profundamente arraigadas, y por viejos odios. La tarea también se complica por la actividad de los procesos mentales del hombre, caracterizados por destacadas y desarrolladas ilusiones, actitudes separatistas y argumentos plausibles. Pero, al mismo tiempo, hay en el mundo suficientes personas que responden al espíritu de buena voluntad, de comprensión tolerante, animándolas el deseo de rectas relaciones humanas permanentes.

He sugerido anteriormente* que debería ser posible —en fecha posterior— el reconocimiento mundial del Día del Olvido, del Perdón y del Cumplimiento del mandato bíblico de "olvidar las cosas que quedan atrás y seguir adelante" hacia la nueva era, las nuevas relaciones y la nueva civilización. Podría empezarse a planear y trabajar para esa época y momento psicológico, donde esta idea pueda ser presentada. Vendrá inmediatamente después de la cesación de las hostilidades. Pero hoy en todos los países, cuando sea posible, debe ser educado el pueblo en esta expresión de síntesis y de interrelación humanas.

Sin embargo, ello implica poner énfasis sobre los valores a los cuales me he referido anteriormente en este artículo. Ésta es la responsabilidad conjunta de la humanidad, debido a sus errores generales y a las antiguas actitudes y controles erróneos. En consecuencia significa descender de nuestra posición de críticos y adjudicadores de la responsabilidad, y emprender conjuntamente la enorme tarea de cambiar las condiciones actuales e instituir esa política contraria que hará posible un orden mundial unido. No es una tarea fácil. Exhorta a todos los hombres y mujeres de buena voluntad del mundo, y los incita a prepararse, mientras continúa el conflicto, para lo que podrá realizarse una vez que haya terminado.

He dado mucha información que puede proporcionar la base de los objetivos y métodos. Nada de lo que he delineado ha quedado anulado, sólo fue postergado su cumplimiento. Durante siete años críticos estuvo en las manos de los hombres espiritualmente orientados, de las iglesias de todos los países, de los hombres de buena voluntad y de los aspirantes mundiales, de modo que su trabajo pudiera evitar el conflicto actual. Pero el espíritu crístico se perdió dentro de las organizaciones clericales; el énfasis fue puesto sobre la teología técnica; el espíritu de buena voluntad no se expresó dinámica y prácticamente, sino teórica y negativamente; los aspirantes del mundo no poseían un verdadero sentido de los valores, sino que se contentaban con dedicar un poco de tiempo a la vida espiritual y a algunas personas, pero se perdió mucho tiempo en objetivos personales e individuales. El espíritu de inercia embargó a los mejor dispuestos y a las personas más comprensivas; nada de lo que hicimos sirvió para despertarlos ni para que iniciaran una poderosa acción o sacrificaran sus valores personales temporarios en bien de los valores duraderos y universales. Lo individual fue más importante que el bien de la totalidad.

No se desalienten, hermanos míos, que no son ustedes solos, sino que forman parte de un vasto número de personas, si esto les trae cierta satisfacción.

Pero ante ustedes hay una renovada oportunidad de naturaleza práctica que corresponde a esferas definidas de trabajo y de actividad planeada. Ante todo, se les pide que se preparen para la gran oportunidad que vendrá al final de este conflicto, y que

1. expliquen con claridad a los pueblos la causa por la cual se les brinda la oportunidad, causa dedicada a poner fin al actual estado de cosas, y que

2. ideen algún acontecimiento dramático universal, que servirá de inspiración e inauguración de la nueva era de buena voluntad y rectas relaciones humanas.

Además, debe mantenerse un constante proceso de recto pensar, correcta interpretación de los acontecimientos actuales y la debida preparación mientras dura la guerra, a fin de contrarrestar cualquier debilitamiento del espíritu de buena voluntad, ya logrado para que la comprensión acreciente su potencia y no haya ofuscamiento. Para lograr esto, se sugieren las siguientes actividades, comenzando con las que conciernen al trabajador individual:

1. Vigilen personalmente toda palabra hablada o escrita, de manera que nada de ello contenga odio o partidismo equívoco, y sus mentes y corazones se mantengan libres de toda reacción indeseable. Esto es lo personal y práctico que debe realizarse y también la difícil tarea ante cada uno de ustedes que lee mis palabras.

2. Estudien y capten con claridad las cuestiones que subyacen en este conflicto, a fin de no vacilar internamente sobre la rectitud de estar de parte de las Fuerzas de la Luz. Agreguen a esto una comprensiva apreciación del problema de quienes están desorientados por el énfasis y las actividades dinámicas de aquéllos a través de los cuales trabajan las Fuerzas del Materialismo. Al mismo tiempo, eliminen toda crítica odiosa de sus mentes.

3. Procuren utilizar cada día la fórmula o mántram siguiente. Es una versión modernizada y místicamente expuesta, extraída de la que se utilizó mucho en los días atlantes, durante el período del antiguo conflicto, siendo el actual, efecto de aquél. Para muchos de ustedes este mántram les traerá el recuerdo de una antigua y bien conocida fórmula de palabras:

"Los hijos de los hombres son uno y yo soy uno con ellos.
Trato de amar y no odiar;
Trato de servir y no exigir servicio;
Trato de curar y no herir.

Que el dolor traiga la debida recompensa de luz y amor.
Que el alma controle la forma externa,
La vida y todos los acontecimientos,
Y traiga a la luz el amor
Que subyace en todo cuanto ocurre en esta época.

Que venga la visión y la percepción interna.
Que el porvenir quede revelado.
Que la unión interna sea demostrada.
Que cesen las divisiones externas.
Que prevalezca el amor.
Que todos los hombres amen."

Estas palabras pueden parecer inadecuadas, pero expresadas con la fuerza y la comprensión de su significación y con la potencia de la mente y del corazón detrás de ellas, pueden ser increíblemente poderosas en la vida de quien las pronuncia. Producirán también un efecto en su medio ambiente, y los efectos acumulados en el mundo, a medida que divulgan el conocimiento de la fórmula, serán grandes y efectivos. Cambiarán las actitudes, iluminarán la visión y conducirán al aspirante a un servicio más pleno y a una más amplia colaboración, basada en el sacrificio. Hermanos míos, no pueden a la larga evadir el sacrificio, aunque lo hayan eludido hasta ahora.

4. Dedíquense a difundir el empleo de la Gran Invocación y ayuden a llevar adelante el plan para su distribución. La Gran Invocación, como verán, en el artículo siguiente, que estoy escribiendo como información, es un poderoso instrumento solar, destinado a crear los cambios y reajustes necesarios. Es tan poderosa que cuando se sugirió darla al mundo de los hombres para que la emplearan, despertó alguna oposición entre los miembros de la Jerarquía, porque temían que produjera poderosos efectos sobre las personas poco evolucionadas y no preparadas. Sin embargo, su empleo fue justificado y se desea que se acreciente grandemente y se divulgue y utilice mucho más.

5. Quisiera que, a su manera, se preparen para un gran esfuerzo espiritual que debe tener lugar cuando este conflicto haya concluido y se haya obtenido cierta medida de paz y calma. Cada uno de ustedes tiene su propia esfera de influencia y de contactos, y están relacionados con personas investigadoras de ideas afines, con grupos e iglesias, clubes, organizaciones y sociedades, que se dedican y esfuerzan por el mejoramiento humano, por difundir la buena voluntad y el bienestar humano. Es el momento de realizar mucho trabajo con los líderes y trabajadores avanzados de dichos grupos y con personas que cada uno de ustedes puede preparar para el esfuerzo activo, llegado el momento propicio. Los insto a todos a llevar a cabo esta tarea. Más adelante pueden impeler a estas personas a iniciar un activo trabajo de buena voluntad y un esfuerzo orientado hacia la fusión y comprensión mundiales. Ustedes y ellos podrán ayudar a curar las heridas de la humanidad, lo que será grandemente necesario, y para ello pueden prepararse ahora. Deberán ponerse en contacto con dichas personas, mantener registros de los nombres y direcciones y la capacidad. de servir y ayudar, establecer contactos grupales y sistematizar su trabajo de tal manera que, cuando surja el llamado (como sucedió en 1936), habrá disponible para los organizadores un cúmulo de contactos y personas interesadas preparadas, que entonces trabajarán inteligentemente para establecer el nuevo orden.

6. Las instrucciones dadas en mis folletos anteriores siguen siendo las mismas y deben seguirse cuidadosamente, como preparación para la campaña posterior a las hostilidades. Las listas de direcciones deben mantenerse gradualmente al día, mediante una regular correspondencia y recopilarse nuevas listas; la Gran Invocación puede ser acrecentadamente empleada si el método delineado por mí es estudiado y correctamente organizado por cada uno de ustedes, y así la buena voluntad, presente en el mundo, puede ser llevada a una etapa de vivencia dinámica, preparada para ser utilizada posteriormente. Pero, hermanos míos, nada podrá hacerse si ustedes no lo hacen.

* Tratado sobre los Siete Rayos, T. II, Pág. 486.

 

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LA GRAN INVOCACIÓN


Primera estrofa

Que las Fuerzas de la Luz iluminen a la humanidad.
Que el Espíritu de Paz se difunda por el mundo.
Que el espíritu de colaboración una a los hombres de buena voluntad, dondequiera que estén.
Que el olvido de agravios, por parte de todos los hombres, sea la tónica de esta época.
Que el poder acompañe los esfuerzos de los Grandes Seres.
Que así sea, y cumplamos nuestra parte.

Octubre de 1939

En mi último artículo les dije que daría algunos datos sobre la Gran Invocación y una explicación de su significación y significado, que permitiría a los estudiantes esotéricos del mundo emplearla con más fervor y mayor comprensión y, en consecuencia, con gran éxito.

Existen diversas fórmulas mántricas y Palabras de Poder que utilizan dichos estudiantes, pero no logran gran cosa porque quienes las emplean no tienen una real comprensión de su importancia y propósito y, generalmente, están enfocados en su naturaleza emocional, aspiracional y astral, en tal forma que todo lo que dicen y hacen (en relación con estas Palabras de Poder) es enteramente inocuo y fútil. Palabras de Poder, antiguos mántram (tales como el Padre Nuestro) y la Gran Invocación, son efectivos sólo si se utilizan en el plano mental y con el poder de una mente controlada -enfocada en su intención y significado detrás del esfuerzo hablado. Entonces se hacen poderosas. Cuando son pronunciadas con el poder del alma, así como con la atención dirigida de la mente, llegan a ser en forma automática dinámicamente efectivas.

Estudiantes de todo el mundo emplearon durante años la Palabra Sagrada y emitieron el OM con gran asiduidad. Quisiera preguntarles: ¿Con qué resultados? Responderé. Prácticamente ninguno, excepto un ligero estímulo de la aspiración y un pequeño despertar de la imaginación creadora. Esto significa que los resultados alcanzados sólo tuvieron efecto dentro del aura de la persona implicada y no penetraron en su medio ambiente ni produjeron efecto alguno reconocible. El OM es poderoso y dinámicamente efectivo. Si es correctamente empleado producirá cambios, destruirá lo que debe ser eliminado o finiquitado, e introducirá, por atracción y consolidación, lo que se desea en la trama de la vida grupal, produciendo incidentalmente (aunque no dejarán de producirse) los cambios necesarios y la inteligente reconstrucción de la vida individual. Reflexionen sobre esto.

Si lo antedicho es aplicable al OM y a sus efectos grupales, lo es mucho más respecto a la Gran Invocación. Las Palabras de Poder (esto también atañe al OM) tienen su origen en el segundo rayo, que es el de la manifestación de la conciencia, y están destinadas a ser empleadas por el alma, porque es la expresión del segundo aspecto de la divinidad, y sólo ella puede emplear realmente estas Palabras y sonidos y producir los resultados deseados, que están siempre de acuerdo al Plan divino. A menudo olvidan que deben ser empleadas por el alma en forma dinámica, involucrando el sensato reconocimiento del aspecto voluntad. La Gran Invocación, el OM y todas las Palabras de Poder, deben surgir del alma (cuya naturaleza es amor y cuyo propósito es únicamente el bien grupal), apoyada u "ocultamente impulsada" (traducción de una idea oculta casi intraducible) por el dinámico aspecto de la voluntad, exteriorizado sobre una corriente de sustancia mental viviente e iluminada como una forma mental integrada.

 

En consecuencia, este proceso pone en actividad la voluntad, el amor y la inteligencia del hombre que emplea tales palabras y fórmulas. Sin embargo, frecuentemente se produce un hiato cuando el hombre ha integrado en sí mismo estos tres factores controlantes, hasta donde puede realizarlo en su etapa particular de evolución. Todo lo que ha logrado hacer es retener en el plano mental una forma mental creada, pero no logra hacer sentir su presencia en el plano físico ni obtener resultados deseados, porque su cerebro (el centro inferior de recepción y distribución dentro de la cabeza) es incapaz de desarrollar la actividad dual necesaria, teniendo con ciencia de la intención, del significado y del propósito de la fórmula empleada y, al mismo tiempo, llevar a cabo la tarea de enviar el poder, oculto aunque impartido por las Palabras o sonidos. Ambas actividades deben realizarlas simultáneamente el alma en su propio plano por intermedio de la mente y del cerebro. Nuevamente tenemos aquí uno de los objetivos de todo trabajo de meditación, sobre el cual no se hace hincapié, porque es un acontecimiento correlativo y no un objetivo. Por lo tanto, la efectividad depende de la comprensión de los hechos que anteceden y de la integración entrenada y desarrollada entre el alma, la mente, el deseo, el cerebro y la Palabra hablada o el sonido.

Lo que aquí digo no sólo se refiere al empleo de la Gran Invocación, sino también al empleo diario y constante de la Palabra Sagrada por los estudiantes y aspirantes ocultistas en su meditación cotidiana, pues podrían cambiar sus vidas, reorientar su propósito y enfoque de la vida y lograr el desenvolvimiento y expansión espirituales, si emplearan el OM como es debido. Si la Gran Invocación hubiera sido correctamente empleada por los centenares de miles de personas que intentaron utilizarla, se hubiese reorientado la conciencia de la humanidad, estabilizado a los hombres en el ser espiritual, destruida y reconstruida la forma mental planetaria creada por los hombres en el pasado, lo cual produjo y está produciendo resultados desastrosos y catastróficos, y se hubiera abierto la puerta a la nueva era, introduciendo una nueva y mejor civilización. Esto podría realizarse tan rápidamente que los cambios necesarios se producirían casi de la noche a la mañana; el actual reinado del terror terminaría y la raza de los hombres podría estabilizarse para llevar una vida de buena voluntad grupal, inofensividad individual y rectas relaciones humanas.

No obstante, para alentarlos, diría que su empleo aceleró materialmente los eventos mundiales, aunque haya causado y manifestado grandes dificultades en el plano físico. El propósito básicamente egoísta (aunque no reconocido) de quienes emplearon la Gran Invocación sirvió para estimular los propósitos egoístas de las fuerzas del materialismo. Les preguntaría: ¿Cuántos de ustedes emplearon la Gran Invocación en forma estrictamente desapegada, espiritualmente poderosa y plenamente comprensiva? Un simple puñado. ¿Cuántos pronunciaron la Gran Invocación con espíritu de amor puro y con una actitud completamente imparcial? Realmente muy pocos. ¿Cuántos la recitaron con una mente controlada, con un reconocimiento y una profunda creencia de que personifica la voluntad del Logos planetario y, por lo tanto, debe ser dinámicamente eficaz en el plano físico? Apenas un escaso número.

 

A la mayoría de quienes la emplearon le intrigaba su novedad, o la sintieron incluyente, aunque en forma incomprensible, o consideraron que debía ser ocultamente eficaz, porque oyeron decir que emanó de un miembro de la Jerarquía y era utilizada por la Jerarquía oculta del planeta y apoyada por aquellos en quienes ellos confiaban, o porque -la principal razón- cualquier cosa que mejorara al mundo y lo hiciera más reconfortante y feliz y que oportunamente proporcionara condiciones de vida más fáciles, debía ser por lo menos probada, por ser muy breve y porque probablemente valía la pena hacerlo. Pero en los casos individuales el poder dinámico detrás del esfuerzo fue siempre el interés personal, la aflicción por las terribles y lamentables condiciones mundiales y la reacción emocional al dolor, horror y temor. De muchas maneras, ésta fue una reacción normal hacia la tensión mundial y era de esperarse. Sé muy bien que las mencionadas normas son demasiado elevadas e inaplicables para el aspirante común, y la mayoría son personas comunes. Pero la necesidad mundial es tal, que deben ahora salir de lo normal y, en bien del servicio, elevar su conciencia y trabajar más definidamente desde un plano más elevado de percepción.

Estoy buscando por todo el mundo un grupo de aspirantes y discípulos que puedan emplear, y empleen, la Gran Invocación en forma correcta, y que esté dispuesto, por lo tanto, a ser instruido para ello. De este modo, existirá un grupo en el plano físico y en la vida diaria, capaz de combinar su esfuerzo con el de la Jerarquía y lograr así el empleo efectivo de la Gran Invocación con sus estupendos resultados.

Les recordaré que para desarrollar la voluntad y la libertad de acción humanas, motivadas por la conciencia grupal, la Jerarquía trata de producir los desarrollos y cambios deseados en el plano físico, sólo por intermedio de una humanidad consciente y despierta. Una humanidad así (y ya está llegando rápidamente a este estado de percepción mediante el dolor y el sufrimiento conjunto) será impresionada por el pensamiento dirigido de los Hermanos Mayores que guían a la raza, y responderá al mismo, pero en todo momento tendrá libertad para rechazar esa impresión y proceder como personalmente decida. La Jerarquía no asume control alguno autoritario sobre las mentes de los hombres; todos los aspirantes y discípulos tienen libertad para seguir un camino distinto del sugerido si así lo prefieren, o si no están convencidos de lo aconsejable del método de trabajo indicado, o temen la ardua tarea de llevar a cabo la etapa designada del plan, o tratan de esquivar la disciplina señalada y requerida por quienes hacen al hombre correctamente responsivo al contacto y la enseñanza espirituales, y así interpretar correctamente la intención de la Jerarquía.

La capacidad de emplear la Gran Invocación para que pueda ser efectiva, podrá desarrollarse si quienes trabajan en la línea de la verdadera meditación comienzan empleando correctamente la Palabra Sagrada, lo que no requiere un esfuerzo sostenido en la concentración ocultista. Deben aprender a exhalarla como indiqué anteriormente, cuando me referí a la Gran Invocación, y también a medir los resultados en sus vidas individuales, considerando así a esas vidas desde el ángulo del Observador espiritual entrenado.

Quisiera abordar brevemente, por unos minutos, la significación de todo el proceso y método de invocación.

El investigador inquisitivo y quienes se dedicaban en el pasado al trabajo mágico de cualquier tipo, mucho han dicho y escrito sobre el empleo de la invocación, en lo que atañe a las fuerzas elementales y a los agentes subhumanos, con la consiguiente evocación de los agentes activos y de cierto tipo de energías responsivas del plano físico. A menudo se olvida que este proceso consiste en obtener el contacto y el consiguiente control de las fuerzas de la tierra, del agua, el fuego y el aire. Ésta es una de las metas de los trabajadores mágicos, pero concierne a la naturaleza material y al control de la sustancia y, en la esfera del ocultismo inferior, está aliada a la invocación y evocación del dinero, de la buena salud y de los resultados materiales tangibles, tales como son practicados en la esfera del misticismo por muchas escuelas de pensamiento.

 

Observen esto, pues encierra una clave para la relación del ocultismo y del misticismo en los niveles inferiores de la conciencia, e indica la necesidad de que ambos grupos trasladen su foco de interés y su énfasis a valores superiores y más espirituales. El control de las fuerzas naturales y la evocación de las recompensas materiales deseadas llegarán normal e inevitablemente, pero como efectos secundarios; este control y evocación dependerán también del conocido y reconocido karma o destino del hombre, que eludirá el peligro de verse controlado y motivado por las fuerzas del materialismo, las cuales permiten entrar -como inevitablemente lo hará esta condición- lo malo y lo peligroso.

La invocación, la evocación, más la actividad resultante de la Jerarquía y de esas Fuerzas, Energías y Seres, que de ninguna manera están controlados por la materia o la sustancia (el polo inferior de la manifestación), sino relacionados con el polo espiritual positivo, es una nueva actividad, experimento hasta ahora poco ensayado por parte de la humanidad, cuyas fórmulas desconoce. ¿De qué hubiera servido impartirle las fórmulas, cuando aún estaba controlada por los valores inferiores, pues era incapaz de aferrarse al aspecto alma y actuar en ese nivel de conciencia donde el alma reside? Sólo pueden emplear eficazmente las fórmulas quienes viven, actúan, piensan y sienten como almas, lo que siempre significa hacerlo grupalmente.

Sin embargo, existen en todos los países aquellos que rápidamente van siendo conscientes del alma como factor controlador de la conciencia, que responden acrecentadamente a los asuntos y a las condiciones mundiales como almas y que, en consecuencia, pueden ser entrenados para trabajar en el plano físico. Cuando esto sucede, pueden impartirse los mántram y algunas de estas palabras de Poder, e instituir esa nueva y poderosa actividad que llevará a la Jerarquía y a la Humanidad, como también a Shamballa y a ciertas grandes Fuerzas interplanetarias o solares, además de grandes energías cósmicas a una colaboración consciente y directa. Es posible hoy descubrir a quienes -habiéndose liberado internamente, están aprendiendo a desapegarse y a ser altruistas rápidamente- pueden instituir y llevar adelante la tarea de invocar estas fuerzas espirituales superiores, reforzando así los esfuerzos de la Gran Logia Blanca. Este proceso de invocación espiritual motivará la nueva y venidera religión mundial. Esta no es una invocación mágica, tal como el hombre la entiende, ni concierne a la invocación y al control de las fuerzas sustanciales y elementales del mundo manifestado, sino la que evocará el contacto con las Vidas espirituales y las Energías divinas personificadas, y también con la Jerarquía (Su intermediaria) para dar lugar a que se manifieste en la Tierra el alma de la humanidad y las cualidades de la interna vida divina subjetiva que todas las formas externas velan. Esto es ya posible por primera vez en la vida del planeta.

El objetivo de estos procesos de invocación es triple:

1. Invocar el alma de la humanidad y expresarla más libremente en el plano físico, lo cual puede realizarse de dos maneras:

a. Estimulando las almas de los hombres de todas partes, acrecentando la afluencia del principio crístico de amor, que se expresará como comprensión, buena voluntad, colaboración y paz mundiales.
b. Estableciendo, dentro de la humanidad misma, una vibración de tal potencia que atraerá magnéticamente una respuesta de la atenta y expectante Jerarquía y dará como resultado una relación mucho más estrecha y también consciente entre los dos centros planetarios: la Jerarquía y la Humanidad.

A esto se lo denomina "invocación a la Gran Logia Blanca". Gran parte de esta invocación del principio crístico la llevan a cabo los verdaderos creyentes de todos los países (cristianos o no) que se dirigen al Cristo, cualquiera sea el nombre con que Lo reconozcan, y al sentir amor por Él y sus semejantes, tratan de mejorar las condiciones mundiales, terminar con el odio y el sufrimiento y demostrar buena voluntad en todas partes. Esto constituye la primera etapa de evocación de la respuesta al amor y a la comprensión latente que existe en los corazones y las mentes humanas, como resultado de la invocación a Cristo y al principio crístico. Reflexionen sobre estas palabras y vean que el proceso avanza en todas partes. Los estudiantes esotéricos son susceptibles de sobrestimar la eficacia del trabajo que realizan.

 

La aspiración enfocada y la lucha altruista por prestar servicio, característica de millones de personas del mundo que oran y siguen al gran guía espiritual de la Jerarquía, el Maestro de Maestros, el Cristo, y tratan de invocarlo, ha llegado ahora a un punto de verdadera y real eficacia. Puede estar, y generalmente lo está, libre de la actividad mental o percepción intelectual de las implicaciones de la naturaleza científica de su procedimiento, siendo por esta razón poderosa. Los estudiantes esotéricos y ocultistas manifiestan casi inevitablemente un enfoque dividido, a causa de la actividad de la mente y su incapacidad de fusionar, por ahora, perfectamente al alma y a la personalidad. Esto conduce a la disipación de la energía y a menudo hace que sus buenas intenciones sean inútiles. Pero de estos grupos surgen rápidamente los que pueden trabajar en forma correcta, cuyos resultados serán cada vez más efectivos.

La evocación de la Jerarquía mediante la correcta invocación va teniendo lugar rápidamente, y trae gran actividad y respuesta de la Jerarquía de la Luz.

2. Establecer una relación más estrecha con Shamballa, el tercer centro mayor divino en nuestro planeta. De ese centro surge la voluntad de Dios, y el poder de Dios se convierte en el mensajero de Su voluntad. Hasta ahora, esa forma más elevada de energía espiritual sólo ha llegado a la humanidad (como ya dije) por conducto de la Jerarquía. Hoy se considera deseable asegurarse de si hay bastantes personas altruistas sobre el planeta, conscientes del grupo, como para merecer la humanidad una afluencia directa de esa energía superior, produciendo en el plano físico un aceleramiento del plan divino y un más rápido desarrollo de lo que tendrá que ser.

 

Este contacto directo se producirá si la Gran Invocación es empleada por los aspirantes y discípulos del mundo en colaboración con la Jerarquía. De ahí el énfasis que he puesto para que ustedes empleen la Gran Invocación como almas y establezcan cierto contacto con la Jerarquía. Cuando las notas de la humanidad y de la Jerarquía se sincronicen por el uso de la Gran Invocación, vendrá una respuesta dinámica e inmediata desde Shamballa y se producirá rápidamente lo que la Jerarquía y los discípulos del mundo desean ver.

El resultado principal del empleo correcto de la Gran Invocación (en lo que a la humanidad concierne) es la aceleración de los acontecimientos. Como ya señalé, tal aceleración lleva consigo sus propios riesgos y, en consecuencia, aparecieron problemas verdaderamente difíciles y los terribles acontecimientos que durante muchos años abrumaron a los aspirantes y discípulos. Mediante este proceso, ellos aprenden a trabajar para salvar a la humanidad, capacitándose gradualmente para ocupar el lugar del salvador del mundo y ser quienes absorban el mal karma. Quizás digan que hoy todo el mundo padece y que en los últimos veinticinco años se ha sufrido un penoso y general karma mundial. ¿En qué reside la diferencia entre el dolor y el sufrimiento del mundo en general y el de los aspirantes y discípulos en particular?

 

Diré que los aspirantes y discípulos son conscientes de este karma y de sus resultados en los tres vehículos simultáneamente en la mente y también en el cuerpo emocional, con las resultantes reacciones físicas. Esto produce intensificación, retrospección y anticipación, que no registra el grupo mayor e involucra a toda la personalidad. A esto debe agregarse, en el caso del discípulo en particular, la sensibilidad, así como la capacidad de sintonizar y absorber el dolor del mundo y las reacciones y condiciones mundiales, aumentado notablemente lo que ellos deben soportar a nivel individual. La capacidad de registrar y hacerse cargo del dolor grupal, como también soportar su propio karma personal, agrava grandemente la tarea del discípulo.

Por lo tanto, cuando exhorto a los aspirantes y discípulos mundiales a emplear la Gran Invocación, los exhorto, además, a "fraternizar con los sufrimientos de Cristo"; esto es siempre preliminar a la resurrección o a la liberación de la conciencia humana hacia reinos superiores de la percepción espiritual. Las Fuerzas con las cuales se entra en contacto al emplear la Gran Invocación, conjuntamente con el entrenado esfuerzo jerárquico, son así atraídas o magnéticamente impelidas a responder entonces pueden ser enviadas directamente poderosas energías al expectante centro planetario, la Humanidad. Como consecuencia durante un periodo especifico de tiempo son inducidos dos efectos de naturaleza inmediata:

a. La energía de la Voluntad de Dios sirve para despertar a la iluminada pero latente voluntad al bien en los hombres, la que una vez dinámicamente despierta florecerá como buena voluntad, pues existe mucha, latente e inexpresada, porque la disposición de demostrar la actividad de buena voluntad no se ha despertado aún; cuando los discípulos del mundo hayan invocado y evocado la afluencia de esta energía dinámica superior, surgirá automáticamente en el público. La humanidad lo espera, pero su llegada depende de los esfuerzos de quienes saben lo que debe hacerse y que deberán convertir sus teorías espirituales en realidades que se expresen externamente. Nada podrá detener el eventual progreso ni la actividad planeada de esta voluntad al bien, como tampoco podrá volver a su potencial estado original pero inexpresado, capullo que ha empezado a abrir sus pétalos a la luz del sol y se ha sometido a su apropiada estimulación. La expresión de aquello que ha estado en potencia será, en la actualidad, el resultado del impacto de la fuerza de primer rayo, la voluntad al bien, inducida por los esfuerzos de los discípulos mundiales.


b. El segundo efecto será la formación o constitución de un triángulo planetario o tríada reconocible, que será la analogía entre los tres centros planetarios de la tríada espiritual de Mónada, Alma y Personalidad (atma-budi-manas, de la literatura teosófica). Hasta ahora la palabra alineamiento ha descrito mejor la situación planetaria; existió una línea directa por la cual Shamballa ha vertido energía a la Jerarquía y de la Jerarquía a la Humanidad, pero esto no ha significado ninguna interacción directa entre la Humanidad y Shamballa. Si se quiere que la Gran Invocación sea efectiva, la humanidad puede entonces establecer una relación directa con Shamballa. El resultante triángulo de relación-fuerza, promoverá la circulación de energías espirituales entre los tres centros de un punto a otro, a fin de que haya una triple relación. Puede establecerse un proceso planetario de toma y daca entre los tres, donde preponderará el dar.

Percibirán ahora algo del objetivo oculto que subyace detrás de las palabras que les pedí repitieran en conexión con la Gran Invocación:

Conocemos, Oh Señor de Vida y Amor la necesidad;
conmueve nuevamente nuestros corazones con amor, para
que nosotros también podamos amar y dar.

La idea de la libre circulación de energía entre los tres centros mundiales motiva esta frase mántrica. Su estudio demostrará que la implicación y el significado de palabras aparentemente simples pueden ser mucho más profundas y de mayor alcance en su efecto, de lo que ustedes son capaces de concebir. Un reconocimiento de esto y el empleo creador desapasionado de la imaginación puede servir para agregar mayor poder a su pensamiento y a su personal voluntad al bien, cuando emplean la Gran Invocación y su mántram subsidiario. La nota clave del primer aspecto es Sacrificio, y la del segundo, Amor. Por lo tanto, las palabras "para que nosotros también podamos amar y dar" pueden establecer un contacto entre ambos.

La clave para el significado del dolor y el sufrimiento surgirá también gradualmente en la conciencia del mundo, cuando se haga un estudio de las afirmaciones que anteceden. El sufrimiento es el modo más efectivo y rápido de evocar el entendimiento mundial y de arrasar con las barreras que los seres humanos erigieron contra la expresión de la voluntad el bien. Uno de los resultados más benéficos de la afluencia de la fuerza de Shamballa, por intermedio de la demanda enfocada de los aspirantes y discípulos del mundo, será el inteligente reconocimiento de la forma en que se emplea el dolor y el sufrimiento.

 

Esta verdad -distorsionada y egoístamente aplicada e interpretada- ha conducido a ciertos tipos de personas y grupos de gobernantes a adoptar entre las naciones la posición de que cuanto mayor es el sufrimiento infligido (como, por ejemplo, en épocas de guerra) y mayores los procedimientos terroristas, tanto más rápido es el fin deseable y correcto; sostienen a menudo que cuanto más terribles sean los efectos de las condiciones planeadas, tanto más rápidamente se obtendrá la correcta culminación.

 

Sin embargo, no es deber o derecho del hombre dirigir la fuerza de primer rayo hacia fines egoístas u objetivos materiales; la responsabilidad no puede ser velada detrás de detalladas y distorsionadas medias verdades, ni tampoco hacer un mal para obtener un bien. Lo que el Señor del Mundo aplica en Shamballa, motivado por el amor, la sabiduría y el altruismo, con seguridad de toque y de juicio respecto al momento y temporada, no puede ser empleado por quienes están motivados por objetivos de la personalidad, sea en escala individual o nacional -porque las naciones como los individuos, tienen personalidad. Reflexionen sobre esto y busquen la iluminación del alma.

3. Cuando la Gran Invocación es correctamente empleada y, en consecuencia, los centros mundiales están conscientemente interrelacionados, entonces ciertas energías extraplanetarias pueden ser atraídas por el Regente de Shamballa, a fin de ayudar en los reajustes requeridos para la nueva era y su venidera civilización. Estas fuerzas espirituales -de potente índole- tienen dos categorías: fuerzas solares interplanetarias y fuerzas cósmicas, que penetran en nuestro sistema solar por conducto de Júpiter, como transmisor de energías divinas desde Virgo y Acuario, regidos ambos esotéricamente por Júpiter.

 

Esotéricamente, Virgo es la Madre del Cristo niño y, por lo tanto, fuente de energías que nutren y ayudan a desarrollar la conciencia crística; Acuario es la futura expresión de la conciencia grupal, la primera e inmediata revelación de la conciencia crística, siempre presente en vasta escala en la humanidad. También Júpiter, exotéricamente y desde el ángulo de la astrología ortodoxa, rige a Sagitario, el signo del discipulado, y también a Piscis, el signo de los salvadores del mundo. Por lo tanto, serán evidentes las implicaciones para los verdaderos estudiantes.

Al estudiar estas grandes Energías, poco pueden hacer ustedes más allá de aceptar –si lo desean- mis declaraciones sobre las mismas, considerándolas como hipótesis interesantes y simplemente explicatorias. Es poco lo que ustedes (o yo) pueden hacer para llegar a un conocimiento directo de los hechos en esta línea. Incluso muy pocos miembros de la Jerarquía son conscientes del impacto de la fuerza proveniente de centros extrasolares o depósitos de fuerza espiritual.

 

Sólo el grupo de Contemplativos de la Jerarquía, exotéricamente denominados Nirmanakayas, responde a Su influencia en forma consciente, y aún así, sólo cuando esa influencia ha sido aminorada mediante ciertos poderosos agentes de Shamballa. No es necesario para ustedes o para mí decir algo más sobre Ellos, aunque volveré a referirlos más adelante.

Antes de considerar la Gran Invocación, frase por frase, quisiera abordar brevemente el procedimiento utilizado para tratar de recitarla correcta y eficazmente:

Primero, recuerden el proceso del necesario alineamiento en el cual ustedes deben hacer dos cosas:

1. Esforzase conscientemente (que para la mayoría de ustedes hoy significa imaginativamente) por alinear o vincular alma, mente y cerebro, a fin de que haya una afluencia directa y libre del yo superior al inferior.


2. Esforzarse por comprender o registrar la relación que establecen ustedes con la Jerarquía, por intermedio de su propio grupo de discípulos (si saben cuál es) o en relación con cualquiera de los Grandes Seres o Maestros que más atraiga su corazón y su mente. Si ninguno de estos atrae a su conciencia, los mismos resultados se obtendrán si tratan de vincularse con el Cristo.

Quisiera señalar aquí la diferencia entre la vinculación que pueden establecer eficazmente y la que realiza un Miembro de la Jerarquía. Ustedes se vinculan por intermedio de la Jerarquía y luego, a través de la Gran Invocación, llegan a Shamballa, mientras que los iniciados y los Maestros se vinculan directamente con Shamballa y emplean la Gran Invocación en forma totalmente distinta de la que ustedes lo hacen. Ustedes y el aspirante común no pueden establecer contacto directo, algo definidamente afortunado para ustedes. No puedo aclarar más este concepto.

Segundo, deben tratar de centrarse, hasta donde les sea posible, en lo más elevado de la conciencia. Una vez logrado, obtener un total olvido de sí mismos y entonces dirigir su atención a la actividad dual del verdadero discípulo, a que me referí anteriormente, es decir, poner el énfasis sobre la comprensión significativa de las implicaciones, los significados de las palabras y los resultados a obtenerse. Después pronunciar las palabras con todo el poder oculto que contienen, haciéndolo como almas, empleando la mente y el cerebro como agentes.

La integración, la actividad consciente y la expresión del trabajo que debe realizarse en el plano físico, abarcará todo el proceso, lo cual será efectivo si se lleva a cabo correctamente. Aclararía la cuestión si dijera que:

1. La integración es la analogía, en la conciencia, de la inhalación al respirar, es decir, la abstracción de la conciencia al punto más elevado posible.
2. La actividad consciente corresponde al correcto empleo del intervalo entre la inhalación y la exhalación, e involucra el reconocimiento de las fuerzas con las cuales se ha entrado en contacto y el propósito de las mismas.
3. La correcta expresión corresponde al periodo de exhalación, y consiste en exhalar las fuerzas con las cuales se ha hecho contacto por un acto de la voluntad, para producir los fines deseados.

Recuerden que este esfuerzo debe ser grupal y llevarse a cabo en colaboración con la Jerarquía. Involucra también el reconocimiento de que el alma es una y que no existe tal cosa como mi alma -sólo nuestra alma.

Al considerar las cinco frases que forman lo que podría llamarse el mandato de la Gran Invocación (véase pág. 123) quisiera, ante todo, señalar algunas ideas básicas subyacentes.

Esta Gran Invocación fue empleada por la Jerarquía desde el ano 1425 d. C., aunque data de miles de años antes de esa fecha. Sin embargo, debido a que la humanidad no estaba preparada para colaborar en su empleo, los resultados fueron demorados y se considera que todavía se ciernen sobre la humanidad. No sé cómo expresar de otra manera los resultados ya logrados. Hoy pueden precipitarse si la humanidad colabora correctamente, y tal colaboración parece ser inmediatamente posible.

La primera frase, Que las Fuerzas de la Luz iluminen a la humanidad, invoca definidamente potencias que residen en niveles monádicos de la conciencia y en lo que esotéricamente se denomina segundo plano de la manifestación divina. Estas Fuerzas incluyen al Señor del Mundo y a los Representantes de los siete planetas sagrados, mencionados en La Biblia cristiana como los "siete Espíritus ante el Trono de Dios", incluyendo a los tres Agentes de la Trinidad Divina, conocidos esotéricamente, y en Oriente como los tres Kumaras o los tres Budas de Actividad.

¿Qué significan estos nombres y estas grandes Individualidades para ustedes y la humanidad común? Absolutamente nada, y tiene necesariamente que ser así. Son simples nombres y posibles expresiones hipotéticas de la divinidad, hasta después de la tercera iniciación, cuando es posible el reconocimiento consciente de la mónada; entonces podrá demostrarse que las Fuerzas y Energías, personificadas para nosotros en estas grandes y maravillosas Vidas, tienen existencia real. Al encaminarse hacia estos reconocimientos fundamentales, Sus tres Representantes dentro de los límites de la Jerarquía deben ser aceptados y conocidos como las correspondientes Actividades funcionantes. Estos son: el Manu, el punto focal del primer Rayo de Voluntad o Poder; el Cristo, Guía de la Jerarquía y representante del segundo Rayo de Amor-Sabiduría, y el Señor de la Civilización, la Expresión del Tercer Rayo de Inteligencia Activa. Este conocimiento se adquiere durante el proceso de entrenamiento para las primeras tres iniciaciones. Por lo tanto, todo lo que les digo aquí debe ser considerado como de posible verificación, y testimoniado por todas las Escrituras del mundo y los iniciados de todos los países, pero necesariamente no lo verificarán en forma personal hasta mucho más tarde.

El Espíritu de Paz invocado en la segunda frase, Que el Espíritu de Paz se difunda por el mundo, es esa Entidad misteriosa y divina con quien Cristo entró en contacto y cuya influencia actuó a través de Él cuando adquirió el derecho a ser llamado el "Príncipe de la Paz". Como he dicho en otra parte en mis anteriores escritos, el Cristo personificó en Sí Mismo el principio cósmico del amor, cuya expresión actuará en la manifestación como "Gloria a Dios, paz en la tierra y buena voluntad entre los hombres." Esto fue testimoniado por los ángeles cuando nació. Él expresó este principio del amor en Su vida y servicio mundial, cuando vinculó definitivamente a nuestro planeta y a la humanidad en particular con la Fuente de luz, de amor y de vida a la cual nos referimos en esta segunda frase. Él trajo la salvación del mundo -un hecho aún poco conocido y que no será ampliamente reconocido hasta que esta poderosa Invocación haya producido el debido efecto.

Cuando los aspirantes y discípulos del mundo emplean esta Invocación, la primera frase conduce a la conciencia hasta la Jerarquía de Luz, centro intermediario entre la Humanidad y Shamballa. Sirve para destacar y establecer estrecho contacto, mezclando y fusionando lo humano y los centros jerárquicos. Cuando esto haya tenido lugar, la Jerarquía podrá emplear entonces esta Gran Invocación con mayor poder, llevar la relación a un estado más elevado aún, y producir una fusión con el centro shambállico, donde residen las Fuerzas de la Luz como Presencias personificadas, y donde Su enfocada energía sirve para proveer grandes reservas de luz y amor, las cuales hasta ahora no estuvieron disponibles para su distribución planetaria, debido a que no hay una relación establecida entre los tres centros: la Humanidad, la Jerarquía y Shamballa.

 

Tal relación se ha establecido ya parcialmente; la afluencia de luz y amor para la humanidad es hoy posible si los discípulos y aspirantes del mundo pueden ser inducidos a hacer el esfuerzo necesario para permanecer en el ser espiritual y, desde esa actitud equilibrada y atenta, invocar a estas grandes Entidades. La historia del Nuevo Testamento se refiere a esta posibilidad cuando menciona el estanque que a veces agitaba el Ángel y se producía un estado tal que curaba a los enfermos. El Ángel de la Presencia, el alma de la humanidad, tal como lo personifica la Jerarquía, y quienes se esfuerzan conscientemente para actuar como almas, pueden agitar ahora esas reservas de fuerza y luz en los niveles etéricos de Shamballa para que pueda tener lugar una definida "curación de las naciones".

Cuando la idea que subyace en la Gran Invocación pueda elevarse suficientemente en la conciencia de quienes la emplean, mediante el esfuerzo conjunto de los discípulos del mundo y de la Jerarquía de la Luz -reforzada por las Fuerzas de la Luz-, entonces podrá ser invocado el Espíritu de Paz.

En una vuelta inferior de la espiral observarán que el Festival de Wesak lleva a cabo una invocación y un proceso similares. Constituye el proceso de repetir la actuación y el entrenamiento. Allí y en ese momento, los tres Representantes de Shamballa dentro de la Jerarquía -el Manu, el Cristo y el Mahachoan- invocan al Buda, que a su vez es el transmisor de Fuerzas aún más elevadas. Es invocado por un mántram especial y transmite un llamado a ese Ser de quien Él es el agente. Si esta gran Invocación que estamos estudiando puede ser pronunciada correctamente, los tres grandes centros planetarios se relacionarán en forma similar: El Señor de la Civilización, el Maestro R., que representa a la humanidad, el Cristo, que representa a la Jerarquía, y el Señor del Mundo, vinculado por medio de Manu, que representa a Shamballa, pueden ser puestos en estrecha relación, de modo que dé por resultado el establecimiento de una vibración y nota tan poderosa que el Espíritu de Paz será invocado y se entrará en contacto con Él.

 

Mediante el clamor unánime se verá obligado a dirigir Su atención hacia nuestro planeta. Las consecuencias serán significativas y poderosas, pero respecto a la forma que tomarán, me es imposible decirlo. Quizás conduzca a demostrar peculiar y poderosamente el significado de la paz como expresión del amor universal y planetario, o produzca el envío de un avatar o Mensajero de Paz que guíe a las naciones a la correcta acción; quizás tenga lugar algún acontecimiento de tal significado que su importancia será inmediatamente reconocida por toda la humanidad, induciéndola a dar los pasos necesarios para restablecer las rectas relaciones humanas. No somos responsables de la índole de las actividades que el Espíritu de Paz instituirá. Nuestro deber consiste en aprender a entrar correctamente en contacto con la Jerarquía, por intermedio de nuestras propias almas, emplear correctamente la Gran Invocación como almas y responder correctamente y ser sensibles a los efectos resultantes. Reflexionen sobre lo antedicho.

Por lo tanto, podría observarse que las Fuerzas de la Luz se expresan por intermedio de la Jerarquía de la Luz, siendo Su efecto principal esclarecer las mentes de los hombres con amor y luz. Esto se precipita en el plano mental. Así es compenetrada e iluminada la personalidad o aspecto forma de la humanidad. De esta manera, el tercer gran centro planetario, la Humanidad, se hace creador y magnético, y los dos aspectos divinos -inteligencia y amor- alcanzarán la fructificación en el plano físico, haciendo posible que el primer aspecto y la voluntad de Dios (comprendida por la humanidad como el Plan) sean conscientemente llevados adelante sobre la Tierra, de acuerdo a la actividad instituida en Shamballa. La voluntad de Dios es propósito y, por primera vez, éste deberá ser conscientemente reconocido por el hombre.

Cuando llegue el momento oportuno, el Espíritu de Paz vitalizará, por influencia de la Jerarquía, la respuesta de la humanidad a la voluntad de Dios, que tiene por intención básica traer la paz sobre la tierra. ¿Qué es la paz? Es esencialmente el establecimiento de rectas relaciones humanas, de la relación sintética con su colaboración resultante, de la correcta interacción entre los tres centros planetarios y la comprensión iluminada y amorosa de la voluntad de Dios cuando afecta a la humanidad y ejecuta el divino intento. Por esta razón, Cristo, Que por primera vez en la historia planetaria estableció contacto entre la Jerarquía, la Humanidad, Shamballa y el Espíritu de Paz, en Su propio lugar elevado, en Su primera enunciación que se hubo registrado, dijo que Él debía ocuparse de los asuntos de Su Padre y, luego, al finalizar Su vida reiteró el mismo pensamiento en las palabras: "Padre, no mi voluntad, sino la Tuya, sea hecha", llevando así el pensamiento a un plano más elevado, porque Se dirigía al Padre, el primer Aspecto de la divinidad.

 

Entonces, enfocó en Sí Mismo los dos atributos y aspectos divinos principales -la voluntad y el amor (atma-budi)- y, debido a ello, Su conciencia se volvió extraplanetaria, como lo es la conciencia del Señor del Mundo, pudiendo entonces establecer contacto con cimas de percepción y con algunos Agentes solares, con los cuales el hombre nunca hubo contactado. Esta realización Lo capacitó para poner a la Humanidad en contacto con el Espíritu de Paz. De esta manera, Él Mismo se convirtió en la Luz del Mundo y en el Príncipe de la Paz.

Así se pusieron en estrecha relación Shamballa y la Jerarquía y dos grandes corrientes de fuerza se fusionaron, estableciéndose una definida interacción entre ellas. Cuando el Buda alcanzó la iluminación, estableció el primer vínculo principal con las Fuerzas de la Luz. El Cristo estableció el primer vinculo principal con el Espíritu de Paz por Su capacidad de expresar la voluntad de Dios como amor y como salvación del mundo.

Si estudian detenidamente la información que antecede, hallarán que la importancia del Festival de Wesak en el momento de la Luna llena de Tauro, en mayo, asumirá creciente importancia en sus mentes. En este festival se relacionan tres factores importantes, para la humanidad:

1. Con el Buda, que personifica o es el agente de las Fuerzas de la Luz, puede entrarse en contacto y apropiarse conscientemente de lo que esas Fuerzas tratan de transmitir a la humanidad.
2. Con el Cristo, que personifica el amor y la voluntad de Dios y el agente del Espíritu de Paz, puede entrarse en contacto y entrenar a la humanidad para que se apropie de este tipo extraplanetario de energía.
3. La humanidad puede establecer ahora, por intermedio del Cristo y del Buda, una estrecha relación con Shamballa, y hacer su propia contribución como centro mundial a la vida planetaria. Compenetrada por la luz y controlada por el Espíritu de Paz, la expresión de la voluntad al bien de la humanidad puede emanar poderosamente de este tercer centro planetario.

Entonces la humanidad iniciará, por primera vez, la tarea que se le ha designado como intermediaria inteligente y amorosa entre los estados superiores de conciencia planetaria, los estados superhumanos y los reinos subhumanos. Así, la humanidad llegará oportunamente a ser la salvadora planetaria.

Si mantienen estas ideas en la mente, las tres primeras frases de la Gran Invocación tendrán gran significado. Clasificaré algunas de estas significaciones:

Que las Fuerzas de la Luz iluminen a la humanidad

Intermediario ......... La Jerarquía. Conciencia egoica.
Agente ................... El Buda.
Expresión .............. La luz. La comprensión. La mente iluminada.
Planos de énfasis .. El segundo plano o monádico.
El plano búdico o intuitivo.
El plano mental.
Punto focal ............ El centro coronario.
Centro planetario... La Jerarquía.

Que el Espíritu de Paz se difunda por el mundo

Intermediario ......... Shamballa. Conciencia espiritual.
Agente ................... El Cristo.
Expresión .............. La voluntad de Dios como amor y paz
Respuesta consciente.
Planos de énfasis .. El plano logoico o primer plano.
El plano búdico o intuitivo.
El plano astral o emocional.
Punto focal ............ El centro cardiaco.
Centro planetario ... Shamballa.

Que el espíritu de colaboración una a los hombres de buena
voluntad donde quiera que estén

Intermediario ......... La misma humanidad. Autoconciencia.
Agente ................... El Señor de la Civilización.
Expresión .............. El amor inteligente, dedicado al Plan.
Creatividad.
La voluntad al bien.
Planos de énfasis .. El plano átmico o de voluntad espiritual.
El plano mental.
El plano físico.
Punto focal ............ El centro laríngeo.
Centro planetario ... La Humanidad.

Así se vinculan los grandes centros y se interrelacionan los planos; el pasado ha contribuido con el trabajo realizado; el presente evoca su desarrollo justo y correcto; aparece el maravilloso futuro y sus posibilidades divinas -resultados derivados de un correcto espíritu de comprensión e invocación. Tres enunciados del Nuevo Testamento comienzan a demostrar ya su profunda significación esotérica y su extraordinaria potencia viviente:

Yo soy la Luz del Mundo .................... Las Fuerzas de la luz.
Frase Uno. Segundo aspecto.
Os doy mi paz .................................... El Espíritu de Paz.
Frase Dos. Primer aspecto.
Ama a tu prójimo como a ti mismo ..... Los Hombres de Buena Voluntad.
Frase Tres. Tercer aspecto.

Los tres aspectos de la divinidad del hombre se expresan en forma práctica debido a la influencia de la Gran Invocación, tanto por su utilidad viviente como por su verdadera comprensión -verdadera por lo menos hasta que la actual etapa de evolución del hombre le permita la correcta comprensión de su significado. La buena voluntad, como una posible y práctica expresión del amor, se manifiesta en la tierra evocando rectas relaciones; la luz, como expresión de la Jerarquía, afluye a la conciencia humana iluminando los lugares oscuros y evocando respuesta de todas las formas de vida, en los tres mundos de la manifestación y en los tres reinos subhumanos, por intermedio del humano; la paz, como expresión de la voluntad de Shamballa, produce equilibrio, síntesis y comprensión, más un espíritu de invocación, siendo básicamente una acción que origina reacción. Esto se manifiesta como el primer trabajo creador grande y mágico de que es capaz la humanidad, llevando los tres aspectos divinos a una actividad simultánea de acuerdo a la voluntad de Dios.

Llegamos ahora a las dos últimas frases que resumen los efectos -sintéticos y eternos (y por lo tanto duraderos) que el establecimiento de la relación directa con Shamballa producirá en los otros dos centros planetarios, la Jerarquía y la Humanidad. Me refiero a efectos que se expresarán como actividad grupal, motivada por los valores esenciales del altruismo y del esfuerzo persistente (que, en último análisis, es concentración sostenida), produciendo por ello condiciones que el Señor del Mundo, el Anciano de los Días, ha esperado largamente. La paciencia y el amor sostenido de Shamballa son infinitos.

La cuarta frase dice: Que el olvido de agravios por parte de todos los hombres sea la tónica de esta época. Como bien saben, la palabra "olvido" es poco común y significa (de acuerdo a las mejores fuentes filológicas) simplemente "olvido de agravios." Por lo tanto olvidar, no es sinónimo de perdón, pues la palabra ha sido distorsionada por los círculos teológicos para que signifique esto, aunque muy poco ha comprendido la Iglesia el poder básico motivador subyacente en la expresión divina en nuestro sistema solar. Los teólogos piensan siempre en términos de la mente humana y no de la mente divina. Olvido es sacrificio, darse uno mismo, aun la propia vida, en bien de los demás y para beneficio del grupo. Existe siempre este espíritu de sacrificio cuando se establece un correcto contacto con la fuerza de Shamballa, aun en la más ínfima medida, y se siente y comprende el impulso subyacente en la amorosa voluntad de Dios, acompañada como siempre del deseo de participar en esa voluntad y en su espíritu de sacrificio divino.

 

La manifestación es en sí el Gran Olvido. Las maravillosas vidas -fuera de la existencia manifestada- vinieron a la manifestación para darse a Sí Mismas en bien de las vidas y formas menores de existencia, y estas vidas menores pudieron seguir adelante hacia una meta que sólo conoce la Deidad, y alcanzar así oportunamente niveles elevados de expresión espiritual. La realización es seguida siempre por el sacrificio y la entrega de lo mayor a lo menor. Este es un aspecto de la Ley de Evolución. Tales son la tónica y el tema de todo el proceso creador y el significado básico de la frase "Dios es Amor", porque amor significa dar y sacrificarse, por lo menos en este sistema solar.

Por esta razón, la enseñanza esotérica acentúa el hecho de que el alma del hombre es un Señor de Sacrificio y de persistente y amorosa Devoción, dos cualidades sobresalientes de la Vida de Shamballa, sostenedoras y dadoras de vida. Esto es una eterna devoción al bien del todo, o la expresión del espíritu de síntesis y sacrificio, a fin de que todas las vidas menores (tales como las personificadas en la personalidad del hombre) puedan nuevamente resucitar a la "resurrección que está en Cristo" mediante la crucifixión o el sacrificio del alma, en la Cruz de la Materia.

Este pensamiento, además, otorga significación a la vida crística sobre la tierra, pues llevó a cabo nuevamente para nosotros un eterno proceso, exteriorizándolo de tal manera que se convirtió en símbolo del móvil de todo el universo manifestado, impulso que deberá dirigimos a cada uno de nosotros -crucifixión y muerte, resurrección y Vida, y la consiguiente salvación de la totalidad.

Este pensamiento contiene el desafío de esta cuarta frase de la Gran Invocación y significa literalmente: "Que los hombres de todas partes respondan a la tónica del universo y se den a sí mismos a los demás".

¿Y no es ésta, acaso, en forma confusa y vaga, la actual tónica del esfuerzo humano? No obstante, a pesar de una real incapacidad para pensar verdadera, efectiva e intuitivamente, las masas de todos los países están respondiendo clara y definidamente a esta tónica de sacrificio. Los conductores de las grandes naciones de todas partes utilizan esta tónica y exhortan al sacrificio en los llamados que hacen ahora a sus pueblos. Los líderes de Alemania llamaron a sus hombres a la lucha con la exhortación al sacrificio, diciéndoles que deberían dar sus vidas a fin de que Alemania pudiera vivir. Se encontrará que las arengas de los líderes alemanes contienen esta tónica.

 

El otro grupo a quienes ustedes llaman los Aliados (porque defienden más específicamente el bien del todo y no el bien de la nación o unidad separada) exhortan a las masas de sus pueblos a luchar por el bien de la civilización y la conservación de esos valores que constituyen la siguiente etapa en la escala evolutiva, esenciales para el bien general. Las palabras de tales llamados y los objetivos expresados difieren en la formulación, pero el tema es el mismo y el efecto es hacer surgir el espíritu de sacrificio en las naciones. Aunque los móviles subyacentes en esos llamados puedan ser mitos y los líderes impelidos tanto por la conveniencia, el egoísmo y los intereses nacionales, como por el bien general, sin embargo, saben que, fundamentalmente, el bien de la totalidad es la tónica que evocará respuesta inmediata de la unidad y del individuo.

 

Por lo tanto, el olvido o el sacrificio para salvar a otros son considerados en la actualidad como la tónica necesaria; en este reconocimiento reside mucho de lo que justifica la penosa historia de los antiguos procesos y métodos evolutivos. Cuando se reconozca que "dar" involucra correcto vivir en el plano físico y no (como frecuentemente se cree) la muerte del cuerpo físico, entonces veremos un mundo revitalizado. El Cristo viviente (el viviente Salvador del mundo) salva a la humanidad. El sacrificio, día tras día, en el proceso del vivir diario, puede salvar al mundo de los hombres el sacrificio de los intereses personales egoístas para bien del todo y la entrega práctica de la propia vida para la salvación del mundo.

 

Vivir para que otros también puedan vivir, es el tema de El Nuevo Testamento. Por lo tanto, cuando el camino del sacrificio entre en el reino de los valores más sutiles y subjetivos y el verdadero significado del olvido se comprenda, intelectual, práctica y espiritualmente, la nueva era será ampliamente establecida con su civilización verdaderamente humana y una cultura que incluirá las realidades de la enseñanza esotérica y también lo mejor de lo exteriorizado en el pasado. Sólo entonces el nuevo esoterismo será revelado a una raza de hombres que han hecho de la aspiración una realidad en su experiencia externa. La actitud de las masas en el conflicto actual es su garantía y también prueba el éxito de la misión de Cristo.

El resultado de lo que está sucediendo hoy, tarde o temprano debe producir la unificación de todas las naciones y pueblos. La unificación es siempre (de acuerdo a la ley evolutiva) la consecuencia del sacrificio. El sacrificio del Cristo fue el símbolo y la garantía de esto, pues Su vida y actividades fueron impulsadas por el Espíritu de Paz. Así como Él hizo de "dos un nuevo hombre, trayendo la paz" (Ef. 2:15), así por la dualidad alma y cuerpo, la humanidad está logrando hoy los mismos fines; el resultado de esta etapa final de la era pisceana será la fusión en la conciencia de alma y cuerpo. La era acuariana demostrará una creciente expresión de esta unificación, llevada a cabo en la crucifixión de la humanidad en el momento actual. La diferencia entre esta etapa futura y la del pasado es que, en el pasado el alma buscó este desarrollo y unificación y (desde el ángulo de la evolución) fue lenta y gradualmente alcanzado, pero en el futuro será conscientemente buscado, logrado y reconocido por el hombre en el plano físico como resultado del periodo actual de "dar" al todo lo mejor que el individuo puede dar.

Señalaré aquí que así como las energías liberadas por el empleo de las primeras tres frases de la invocación se relacionan con el centro coronario Shamballa, con el cardíaco la Jerarquía, con el laríngeo la Humanidad, así el empleo correcto de esta cuarta frase pondrá en consciente actividad funcionante el centro entre las cejas, el ajna, en el hombre, individualmente, y en la humanidad como un todo. Este centro empieza a estar activo y a funcionar dinámicamente, regido y dirigido por las energías individuales, cuando se ha obtenido cierta medida de integración de la personalidad. Como bien saben, el cuarto centro se encuentra sobre el del diafragma en el cuerpo humano, y la frase que lo despierta (tanto individual como grupalmente) es la cuarta. Por lo tanto, hay una relación numérica.

 

Cuando es sabia e inteligentemente empleada por los seres humanos, muchos de los poderes fusionados, que las primeras tres frases hicieron disponible, son invocados y puestos a disposición del individuo y del grupo. Entonces pueden ser enfocados para su empleo en el centro ajna. Por lo tanto y de muchas maneras, esta cuarta frase de la Gran Invocación es de primordial importancia tanto para el individuo como para la humanidad, invocando grandes y vitales poderes e indicando el proceso (sacrificio) y el propósito, así como la identificación de la unidad y del grupo, con el intento básico de la manifestación.

La quinta frase, Que el poder acompañe los esfuerzos de los Grandes Seres, está definidamente relacionada con el efecto que el empleo constructivo de la Gran Invocación ha producido en la Jerarquía, así como la anterior se relaciona con el efecto producido en la humanidad. Este efecto en la Jerarquía es relativamente nuevo, y se debe a la participación de la humanidad en el proceso de invocación, produciendo nuevos efectos y contactos. El esfuerzo unido de los dos grandes centros es de tan primordial importancia, que quisiera se concentraran sobre él. Cuando el hombre la recita pone la fuerza del llamado y del deseo humano detrás de los legendarios esfuerzos de la Jerarquía, siendo posible ahora en gran escala por primera vez.

 

Durante eones la Jerarquía ha luchado sola a fin de ayudar y elevar a la humanidad y estimular la potencia del centro planetario humano, de manera que su actividad vibratoria fuera oportuna y suficientemente poderosa para llevarla al radio o campo magnético de la actividad jerárquica. Esta larga tarea ha tenido éxito finalmente. La Jerarquía y la humanidad están por fin relacionadas. Éste es el reflejo o la analogía superior de lo que sucede en la conciencia de un ser humano que -habiendo alcanzado la etapa del discipulado- está a punto de fusionar la luz de la personalidad (tal como se expresa por medio del centro ajna y su exteriorización, el cuerpo pituitario) y la luz del alma (tal como a su vez se expresa por la luz de la cabeza, o por el centro coronario y su exteriorización, la glándula pineal).

Por lo tanto, verán nuevamente el significado práctico de la cuarta y quinta frase de la Gran Invocación. Uno tiene que ver con el despertar de la humanidad (como centro planetario) a la actividad y la realización; el otro con la ayuda prestada a la Jerarquía en sus antiguos esfuerzos, de modo que ambas se relacionan con los propios campos magnéticos y producen una fusión y síntesis que conducirá a una más plena expresión del alma de la divinidad, por intermedio de la humanidad. Reflexionen sobre esta afirmación.

En la enseñanza esotérica, esto tiene lugar en la vida del individuo cuando -por un acto de la voluntad- el centro en la base de la columna vertebral se despierta y el fuego y la luz de la triple vida personal (un aspecto del fuego que a menudo se lo denomina kundalini) son elevados y fusionados con el poder y la luz del alma. El acercamiento principal de las dos energías básicas, la de la forma y la del alma (como expresión del espíritu), se relacionan dentro del ser humano; entonces tiene lugar el "matrimonio en los cielos" y la tarea del proceso creador de la encarnación o manifestación individual, está por llegar a su término. El mismo proceso tiene lugar dentro de la vida planetaria.

 

La vida de toda la humanidad (la vida inteligente de la forma) y la vida de la Jerarquía (la vida del alma), bajo el impulso del espíritu o aspecto voluntad, como está simbolizado en Shamballa, son fusionadas y mezcladas, haciendo posible una nueva modalidad en el proceso evolutivo. El reino de Dios, el reino de las almas y el reino humano, mutuamente expresivos e interrelacionados, están perfectamente sintetizados y arraigados en la tierra. Entonces puede ser vista débilmente la gloria del Uno, que es la gloria de Shamballa. El Morador en el Umbral de la divinidad y el Ángel de la Presencia se enfrentan entonces.

Ésta es la situación de hoy. Mañana se fusionarán y sintetizarán, y la gloria de Dios aparecerá en la tierra. Entonces se habrá realizado el segundo gran Acercamiento.
 

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LLAMADO A UN ACTO DE SERVICIO UNIDO
Noviembre de 1939

La situación es seria. Mar, aire y tierra están en contra de las Fuerzas de la Luz; son agentes de la sustancia material y pueden ser poderosamente empleados contra las Fuerzas espirituales. Sin embargo, las fuerzas del aire están acrecentadamente de nuestra parte. Los Miembros de la Jerarquía están decididamente determinados a dirigir la corriente que está en camino. Esta civilización será una combinación de lo mejor y lo nuevo que se ha producido hasta ahora y, sin embargo, débilmente presentido por los mejores pensadores del mundo. La marea debe cambiarse a favor de lo que llamamos justicia.

Las simientes del mal residen en todos los países, y quienes guerrean contra lo bueno son numerosos en todos ellos; algunos lo hacen con intención agresiva y planificada o mantienen una actitud y aceptación pasiva, o una neutralidad planificada, como en América, o luchan activamente por quienes están en contra de las fuerzas materiales.

Como bien saben, la Crisis Mundial era inevitable, pero el estado de guerra física pudo haberse evitado empleando correctos métodos psicológicos, y se habría resuelto, llevando a cabo correctamente un proceso de transmutación y trasferencia si los aspirantes del mundo hubieran demostrado espíritu de sacrificio. La necesidad del sacrificio grupal no ha encontrado una respuesta adecuada, excepto en esos casos en que fue impuesta por los gobiernos a sus gobernados. Tal es la penosa historia de lo que sucede hoy.

¿Qué puede hacerse para evitar que las Fuerzas de la Luz sean vencidas y arrasadas? No me refiero aquí a la victoria física externa. La verdadera victoria no se producirá a menos que los valores espirituales, que deberían gobernar la civilización humana, emerjan con claridad y poder. Quisiera acentuar el hecho de que la marea debe ser definidamente cambiada antes de fin de año si se quiere evitar un conflicto prolongado. Por lo tanto, les diría que participen en el enfoque y la reunión subjetiva de los pensadores del mundo, particularmente a los guías de las organizaciones, grupos e iglesias de todo tipo y temperamento, que pueden impeler a sus numerosos adheridos a una actividad uniforme y unida.

Actualmente los Maestros de Sabiduría no disponen de tiempo para realizar Ellos mismos la tarea; están abrumados, combatiendo a las fuerzas del materialismo, activas en todos los países; la Jerarquía no puede dejar de incluir en su conciencia a Alemania, aunque esas fuerzas hayan elegido a ese desdichado país como principal punto de partida y empresa; la Jerarquía tiene en Alemania sus agentes trabajando como en otras partes. Los Maestros de Sabiduría están activos disipando la depresión y el terror que abruma hoy a todos Sus Trabajadores en la palestra del mundo, los cuales luchan por permanecer firmes bajo el terrible impacto del pensamiento erróneo y de la desesperación mundial; estos trabajadores son también sensibles (debido a su etapa de desarrollo integrado) a la agonía de la mente, la tensión de la emoción y las devastaciones del dolor físico, sentidas por todos aquellos sobre quienes la guerra ha infligido sus efectos dolorosos y aplicado la mano del sufrimiento.

 

Tal sensibilidad y respuesta afín, son susceptibles de producir un estado de negatividad y preocupación psíquica, por la situación inmediata entre todos los trabajadores, haciéndolos sordos al llamado de su verdadero deber, o si no propenden a ofuscarse por el dual esfuerzo de prestar servicio eficaz y, al mismo tiempo, luchar contra las reacciones emocionales. Por lo tanto, la capacidad del trabajador de responder a las voces internas y servir en forma desapasionada y altruista, es seriamente obstaculizada.

Insto a todos los trabajadores y miembros del nuevo grupo de servidores del mundo a abandonar sus problemas personales. Este es un movimiento de crisis, y tales problemas deben ser resueltos mediante el total auto-olvido. Les pido nuevamente que trabajen con renovado ardor en el servicio gozoso olvidando pasadas debilidades y fracasos ante la urgencia de realizar para el mundo lo que les pido. El servicio prestado se ha hecho últimamente con muy poco gozo. Al expresarme así, no me refiero a la felicidad, que es una reacción de la personalidad, sino a esa gozosa confianza en la ley y en la Jerarquía que subyace en las palabras bíblicas "El gozo del Señor es nuestra fortaleza", "Levántate y lucha, Arjuna", conservando intacta la llama del amor, no permitiendo que ningún aliento de odio perturbe la serenidad del amor ni quebrante ese aplomo interno que les permitirá emitir la clarinada de la comprensión mundial, que reunirá a todos los hombres y mujeres de buena voluntad en ayuda de la Jerarquía.

 

Esto terminará con todo odio, separatividad y agresión, los tres pecados principales de la humanidad. Todos los hombres odiaron; todos los hombres fueron separatistas, tanto en pensamiento como en acción; todos fueron y muchos lo siguen siendo, materialistas, orgullosos y deseosos de obtener lo que no les pertenece por derecho. Este espíritu posesivo no es característico de ningún grupo; fue un defecto universal y general, y ha producido la actual situación económica desastrosa, precipitando al mundo a la guerra, al odio y a la crueldad.

La fusión de muchas mentes en una actividad dirigida, es hoy de importancia suprema; esto está simbolizado en la unión existente entre dos grandes naciones, Francia y Gran Bretaña. Unidad del pensamiento y el propósito dirigidos es la garantía del futuro e inevitable éxito. El poder del pensamiento masivo es omnipotente. La potencia de la actividad mental enfocada y dirigida es impredecible. Si aceptan esta premisa y esa afirmación, entonces actúen de acuerdo con ello.

El Espíritu de Paz se cierne cerca de la humanidad, esperando la oportunidad de hacer sentir Su Presencia. El Espíritu de Paz no es un concepto abstracto, sino una potente Individualidad, y maneja fuerzas que hasta ahora no le son familiares a nuestro planeta. Grandes Fuerzas esperan la hora en que puedan funcionar como Liberadores y libertadores del género humano. Pero la puerta por la que entrarán debe ser abierta por la humanidad y lo será mediante un acto unido de la voluntad, expresado por alguna fórmula de palabras y por el sonido. Se llevará a cabo por la actividad simultánea de los hombres y mujeres de buena voluntad y por los aspirantes y discípulos del mundo. La puerta no será abierta sino por un acto de invocación, respaldado por la voluntad enfocada. Es esencial la determinación dirigida del hombre o grupo, que emplea la fórmula, plegaria o invocación sugerida.

Les pediría que lleguen a tantas personas como puedan, por medio de todo canal disponible, e inicien, si es posible, una actividad definida en la próxima Navidad y también en el momento de la Luna llena de enero para hacer dos grandes llamados a las Fuerzas de la Paz y de la Luz, a fin de que ayuden a la humanidad. Les pediría que se pongan en contacto con dirigentes y trabajadores -importantes o no- en todos los países, pidiéndoles asociarse a su manera y con su propia gente, y hacerlo en la mayor escala posible -por lo menos tan grande como la del esfuerzo hecho por ustedes en 1936.

Los tiempos están maduros para responder a estas ideas; el dolor y la angustia del mundo abrirán los corazones y los bolsillos. La idea de una demanda para Navidad y el llamado a la plegaria y a la invocación del Príncipe de la Paz, tendrá el poder de evocar la reacción deseada, y servirá también para fusionar en una unidad más estrecha a todos los que reconocen el trabajo que la Jerarquía trata de realizar. Les pediría que soliciten ayuda en todas partes y que permitan que estas ideas se desarrollen en el mundo sobre una base útil y oportuna. Exhorten a todos los que conocen, pues por su intermedio se puede llegar a millones de personas e impelerlas a iniciar la actividad deseada.

A aquellos de ustedes que pueden valorar y utilizar la Gran Invocación, les sugeriría un empleo renovado y fervoroso. Sin embargo podría sugerirse como alternativa la invocación siguiente:

"Oh Señor de Luz y Amor, ven y gobierna al mundo.
Que el Príncipe de la Paz aparezca y ponga fin a las guerras de las naciones.
Que el reinado de la Luz, el Amor y la Justicia comience.
Que haya paz en la Tierra y que empiece en nosotros mismos."

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