LOS FACTORES DE LA SITUACIÓN MUNDIAL
Abril de 1944

Hasta ahora he escrito para los aspirantes del mundo, durante muchos festivales de Wesak. Repetidas veces llamé la atención a ustedes y a ellos, sobre la estrecha relación que se va estableciendo entre el mundo de los hombres y el mundo de las almas. Repetidas veces también señalé que tuvieron lugar -de acuerdo a la Ley de Evolución- ciertas grandes fusiones, unificaciones o grandes Acercamientos. Indiqué que la actividad actual de nuestro Logos planetario está trayendo ciertos ajustes mayores en la esfera de influencia planetaria, que afectan principalmente al reino humano.

 

Les hice conocer la urgencia de la vida entrante, produciendo tensión, reconocimientos espirituales muy amplios, el inmediato derrocamiento de falsos dioses y normas, y la supresión de las cristalizadas y caducas interpretaciones (llamadas doctrinas) de las realidades espirituales. Por estos medios, se despeja el camino para un nuevo y simple reconocimiento de la divinidad, que satisfará no sólo el corazón de la persona más sencilla, sino la necesidad del más inteligente. Hablé en términos de la unión del pensamiento oriental y occidental y de la necesidad de que las grandes civilizaciones -nutridas por la influencia de Shri Krishna, Buda y Cristo- se unan más estrechamente. Dije (y lo reafirmo) que Aquel Que viene hará posible y efectiva esta unión, acontecimiento que será reconocido mundialmente.

Afirmé también que estamos llegando a un período culminante en la historia humana, período en el cual están generalmente activos los Señores del karma. La Ley de Causa y Efecto está trayendo a la superficie los resultados de las actividades pasadas, el pensamiento subjetivo y los impulsos secretos, aplicando el castigo y limpiando la pizarra de la historia humana. Cuando estuvo en la tierra, hace dos mil años, Aquel a quien todos los discípulos sirven, dijo que las cosas secretas serán reveladas; por el surgimiento del bien y del mal los hombres llegarán al conocimiento, a la comprensión, y se verán obligados a dar esos pasos necesarios para construir un mundo nuevo mejor, basado en la Ley del Amor y no en las Leyes de ha Separatividad y del Odio. Esto es lo que sucede ahora.

He dicho también que las Fuerzas de la Luz se acercan a la tierra y que la Jerarquía constantemente se acerca más al género humano.

Estos eventos básicos, estos acontecimientos subjetivos y estas determinaciones espirituales -bajo la Ley de Acción y Reacción- evocaron más rápidamente una respuesta de las Fuerzas del Mal (presentes en nuestra vida planetaria) que de la humanidad. Ciertas grandes Fuerzas o Energías personificadas, de la oscuridad y del mal, se organizaron y dieron los pasos necesarios (así lo creyeron) para impedir que la humanidad avance hacia la Luz, valiéndose de las debilidades, egoísmos e intereses del hombre; así como el bien puede estimular a que se exprese la bondad latente en la humanidad, del mismo modo el mal puede evocar un mal mayor de quienes son susceptibles, debido a la innata flaqueza de los irreflexivos y los emocionales: las Fuerzas de la Luz trabajan solo con las almas de los hombres. Han avanzado rápidamente mentiras, falsas enseñanzas, propaganda maligna, guerra de nervios, el cultivo del temor, la organización de grupos de trabajadores aislados en cada nación, dedicados a minar la rectitud y distorsionar la verdad. Grandes y fundamentales verdades fueron tergiversadas para satisfacer los fines de los trabajadores del mal.

Por ejemplo, la doctrina de la super raza fue interpretada como significando la superioridad de la nación y la cultura alemanas por encima de Occidente, mientras se acentuaba la divinidad de los Hijos del Cielo (la raza japonesa) por encima de Oriente. Los pueblos desorientados de ambas naciones, fueron inducidos a creer que tenían una grande y espiritual misión: dominar el mundo.

Éste fue el primer resultado del acercamiento del reino de Dios a la tierra, o más bien al plano físico. En ese reino, hombres de todas las razas demostrarán su divinidad y el reino de las almas será reconocido como el hogar universal y la raza de todos los hombres, en el cual las nacionalidades separatistas no tendrán cabida ni serán reconocidas.

Las Fuerzas del Mal buscaron a esos guías y grupos que son la analogía materialista de los guías espirituales y tratan de guiar a la humanidad en líneas correctas. Tomaron posesión (y empleo esta palabra deliberadamente) de los malignos hombres que conducían a las Potencias del Eje -Hitler, Tojo, Goebbels, Ribbentrop, Himmler y, en menor grado Mussolini, Hess, Goering y Otros. Ellos dominaron en forma total las mentes de los hombres, ya distorsionadas por la ambición y las inclinaciones sádicas. ¿A quién, se preguntarán, me refiero al decir “ellos”?

 

Quiero significar a esas individualidades inteligentes malignas, carentes de amor, plenas de odio, que son para el mundo del enfoque egoísta y material lo que la Jerarquía de Maestros, que trabaja bajo el Cristo, es para los esforzados aspirantes humanos. El poder de estas fuerzas malignas es enorme, porque no reconocen ninguna restricción o limitación humana comúnmente decente; trabajan por medio de la violencia, la coerción, la crueldad, el odio, el terror y la mentira; tienden a subyugar a la conciencia humana por medio del completo control de las mentes de los hombres, la restricción del bien y la promulgación del mal; estimulan el cerebro de los hombres mediante la amplitud de su conocimiento maligno y mágico; esto lo digo literal y físicamente.

 

La Gran Logia Blanca que trabaja bajo la inspiración de Cristo y de Shamballa, actúa necesariamente bajo ciertas restricciones espirituales. La coerción no es permitida; las mentes de los hombres deben ser y permanecer libres; es permitido estimular el alma de los hombres, porque da por resultado el estímulo de la expresión del amor y de la comprensión que conduce a rectas relaciones humanas. Estas restricciones espirituales hacen que el progreso de las Fuerzas de la Luz sea muy lento; les interesa recordar que la duración de la guerra dependió en parte de la incapacidad de los Ejércitos del Señor para impedir que se cometieran los crímenes de los cuales las Potencias del Eje eran responsables. Las actividades físicas de las Fuerzas de ha Luz reconocen ciertas limitaciones, y las Fuerzas del Mal aprovechan esto constantemente. El bombardeo en masa de las poblaciones fue comenzado por Hitler y él pudo haberlo terminado inmediatamente si así lo hubiera querido.

Hay otro aspecto de este asunto sobre el cual quisiera llamarles la atención. Estas restricciones que las Fuerzas de la Luz reconocen, tienen también un efecto indeseable en lo que respecta al ignorante bien intencionado, y la manera de interpretar la Ley del Amor en quienes están emocionalmente polarizados. Las Naciones Aliadas que trabajan para la liberación y la libertad humanas (y por lo tanto de acuerdo a la Ley del Amor bien comprendida) se ven impedidas de seguir las líneas de la crueldad indiscriminada que caracterizó a las técnicas alemana-japonesa: tortura, hambre, falsa propaganda, maltrato y abuso de los prisioneros, y campañas de terror. Los reglamentos de los Hermanos de la Humanidad no permiten estas iniquidades. Desde un ángulo estrictamente físico, puede interpretarse como que las Huestes del Señor están en desventaja. Esta correcta actitud de parte de las Fuerzas de la Luz tiene un efecto indeseable sobre los apaciguadores y pacifistas del mundo, los cuales por razones humanitarias y por amor a las formas, mediante las cuales actúa la humanidad, llevarían inmediatamente al fin de la guerra.

En su ceguera bien intencionada sacrificarían el futuro de la humanidad y has vidas de millones de personas en fecha posterior, por la cesación momentánea de las hostilidades. Insisto que las Fuerzas del Mal deben ser derrotadas ahora; los malignos guías deben ser arrancados de su alto lugar y la completa derrota y aniquilación de los responsables de lanzar este horror sobre la humanidad, es una necesidad absoluta y un deber obligatorio, si la seguridad, el bienestar y el nuevo orden de vida más feliz, deben ser el signo de las generaciones venideras. Un final temporario de la guerra sólo daría tiempo a las Fuerzas del Mal para reorganizarse, y la futura guerra sería infinitamente peor que ésta. Lo dice el humanitario inteligente y también es la opinión de la Jerarquía. La Jerarquía está firmemente de parte de los que piden una guerra hasta el fin, y las razones son: la salvación final de millones de vidas y la conservación de ciertos valores espirituales básicos.

Las cuestiones son espiritualmente mucho más serias de lo que creen; el trabajo de la Jerarquía es obstaculizado no sólo por las restricciones, bajo las cuales las Fuerzas de la Luz deben trabajar, sino también por el trabajo y las expresiones tontas e insignificantes de los hombres de poca visión que no ven las posibilidades futuras, si la guerra llegara a un término, inconcluso, los cuales (por la comodidad actual de la generación presente) sacrificarían a los niños de mañana y a las generaciones posteriores. El trabajo de la Jerarquía es obstaculizado por las actitudes de los hombres sin perspectiva alguna y con mucho egoísmo; no son crueles, pero piensan estúpidamente.

 

Estos hombres -en la legislatura de las distintas Naciones Aliadas, en el Parlamento, en el Congreso y en las iglesias- abogan por la cesación de la guerra antes de obtener la victoria, y antes de que los enemigos de la humanidad sean derrotados hasta que se dobleguen, supliquen misericordia y pidan la paz. Ven el fin de las transacciones comerciales tal como lo han conocido; ven desaparecer los factores familiares de su confortable mundo; les desagrada los resultados de la guerra en lo que a ellos afecta; no pueden soportar el sufrimiento general, e impelidos por la piedad piden una paz inmediata.

 

Otros son movidos por el aislacionismo y el deseo de no participar en la agonía de la guerra; algunos odian a aquellos cuyo deber consiste en llevar ha guerra a una culminante victoria, o ven sus ambiciones particulares amenazadas por el condicionamiento de un mundo cambiante. Éstos sacrificarían a las futuras generaciones, como ya he dicho, por su política miope y su endeble juicio. Por lo tanto, divulgan la desunión y atan las manos de los que gobiernan en los cargos elevados. Sus esfuerzos prolongan la guerra, desalientan a las fuerzas que luchan, destruyen la moral nacional y militar y sientan una base endeble para el trabajo del mundo de posguerra. De estos hay muchos en cada nación, demasiado en los Estados Unidos de América y ninguno en la URSS, de allí su marcha triunfal.

Por lo tanto, tenemos hoy en el mundo:

1. Las Fuerzas del Mal,

que trabajan por intermedio de Alemania y Japón. Hasta la fecha se están manteniendo y no han sido aún derrotadas. Aterrorizan al mundo. Dentro de sus propias fronteras nacionales no hay suficientes personas que tengan el valor, la comprensión o la capacidad de pensar con claridad, que odien el mal y puedan aferrarse a una visión. Ninguna de esas naciones contiene algo que pueda ayudar a has Fuerzas de la Luz. Los alemanes fueron engañados desde el principio, y la decepción nacional ampliamente difundida, respaldada por una campaña de terror, implica debilidad general, carencia de valor y una natural predilección para guiar en forma maligna. La tendencia de ser conducida en líneas agresivas, egoístas y malignas, fue característica de la mentalidad alemana durante un gran período de tiempo.

 

A esta nación negativa, con su arrogante psicología (una de las grandes paradojas de las edades), debe enseñársele los métodos del bien positivo, y reemplazar la actual aceptación negativa del mal por una valerosa defensa de la justicia. Con humildad e inteligencia debe enseñarse a la nación alemana a ocupar su adecuado lugar en la comunidad de naciones. La nación japonesa, no obstante su gran edad, debe volver a su estado de niñez; enseñársele, como se les enseña a los niños, a ser sociales, no antisociales, y pasará mucho tiempo antes de que se pueda confiar en esta nación. La nación italiana no presenta mayores problemas que cualquier otra nación del mundo. Es normal, como lo son las Naciones Aliadas; la nación alemana y la raza japonesa no son normales y deben ser llevadas a la normalidad por un manejo cuidadoso y bondadoso, pero firme, mediante la aplicación de procedimientos educativos.

2. Las Fuerzas de la Luz.

Quisiera cambiar aquí la impresión que prevalece entre muchos esoteristas. Al emplear esta frase (las Fuerzas de la Luz) a veces significa que la Jerarquía lucha textualmente contra las naciones del Eje. No es así en sentido físico. La Jerarquía trabaja, como bien saben, con las almas de los hombres y con esas mentes que están orientadas y dispuestas de tal manera, que reaccionan a la inspiración del alma. Al decir “las Fuerzas de la Luz” me refiero a esas naciones iluminadas sobre las cuales brilla la luz de la libertad, y que se niegan a toda costa a abandonar esa luz. No hay libertad en Alemania ni en Japón. En sentido menor, y durante un breve tiempo, no hubo libertad en Italia, pero esta puede contarse entre las naciones iluminadas, porque no pudo ser esclavizada.

 

Las Fuerzas de la LUZ involucran a esas naciones (que trabajan por medio de sus ejércitos, la humanidad, los eternos derechos del hombre, la libertad en la palestra diplomática) que hoy luchan por la libertad de conciencia, la posición del individuo en cualquier nación y la libertad de religión o el derecho del autoelegido acercamiento del hombre a las realidades espirituales. Detrás de estas naciones permanece la Jerarquía. La libertad es el derecho hereditario del género humano, y el libre albedrío la más elevada de las características divinas. La libertad es mal interpretada y erróneamente empleada por muchos, debido a ha etapa de evolución de la masa humana, pero es un principio divino fundamental, y donde los principios están involucrados la Jerarquía no contrae ningún compromiso. No existen principios espirituales detrás de las actividades de las potencias del Eje, ni detrás de la actividad alemana o de la agresión japonesa. Por lo tanto, ha Jerarquía no respalda con Su poder o fuerza, ninguno de sus esfuerzos.

3. La Humanidad como un todo.

Los hombres, mujeres y niños del mundo están todos implicados en esta guerra universal y afectados por ella. Los efectos alcanzan hasta la villa más aislada, el desierto más extenso y la cima de la montaña más elevada, así como a las ciudades y zonas congestionadas de todas las naciones. Nadie está exento de las consecuencias de la actual catástrofe. El grueso de la humanidad es la víctima universal e inocente. La mayoría apenas comprende de qué se trata; y en este histórico punto culminante desde el ángulo puramente autocentrado y desde el punto de vista de que los afecta como individuos y a su nación como un todo. Un creciente número llega a comprender que esta guerra debe librarse hasta un final victorioso, porque no hay paz, esperanza o rectas relaciones mundiales, mientras dos naciones -una en Occidente y otra en Oriente- puedan precipitar el desastre sobre incontables millones de personas.

 

Una minoría va comprendiendo que la guerra ha precipitado el mal condensado de edades y que la humanidad enfrenta la oportunidad de corregir errores pasados, antiguos egoísmos e impregnadas maldades, e inaugurar un mundo nuevo y mejor. En este nuevo mundo habrá Libertad de acercamiento a Dios, oportunidad para la expresión individual, libertad para vivir en rectas relaciones y posibilidad para una vida creadora. Unos pocos, muy pocos, saben que éste es un punto culminante en un antiguo conflicto entre el Cristo, con su Jerarquía de Maestros, y ha “maldad espiritual en lugares elevados”. Un mero puñado de conocedores y discípulos saben, más allá de toda controversia y discusión, que esos infelices países, Alemania y Japón, están encabezados por antiguos líderes que tratan nuevamente de producir el desastre planetario y desviar los planes y las metas de la Gran Logia Blanca.

Entre todos ellos, millares están desorientados, presienten la verdad, pero se sienten impotentes frente al horror gigantesco que la maligna banda que rige ahora a Alemania, ha precipitado sobre la humanidad. Tienden a pensar correctamente, pero siguen siendo la presa de los inescrupulosos y los egoístas. Cuando sus pensamientos hayan sido guiados en líneas correctas por la correcta presentación de la situación, constituirán un poderoso acervo para las Fuerzas de la Luz.

Tal es la situación que enfrentan hoy la Jerarquía y la humanidad. La fortaleza de las Fuerzas de la Luz aumenta; el poder de las Fuerzas de la Oscuridad puede estar declinando, pero es aún muy fuerte en el plano físico. Está aferrado principalmente sobre las mentes de los hombres, siendo excesivamente potente y no se debilita, porque es ayudado por la persona suave e irreflexiva, por el desorientado, el pacifista, el apaciguador y el aislacionista. El idealismo de este grupo está dirigido a ayudar a Alemania por los hábiles trabajadores del mal. Los ejércitos alemanes siguen siendo invencibles; Europa central es una poderosa fortaleza, dominada por el archienemigo de la humanidad, asentado en la cima de su montaña. Allí, simbólicamente, se halla el que inicia las condiciones malignas y conduce a la esclavitud. Los ejércitos del Señor están listos y la victoria será suya cuando haya completa unidad de propósito, atención concentrada sobre las rectas relaciones humanas, y divulguen la aspiración idealista a todos los que libran esta batalla por la libertad. Para esta unidad de propósito deben trabajar todas las personas iluminadas del mundo, unidad que aún no existe en forma adecuada.

Volvamos ahora al trabajo de la Jerarquía y al acontecimiento para el cual todos los iniciados y discípulos se están preparando ahora -el próximo Festival de Wesak.

 

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LA TAREA PARA COMPLEMENTAR LA VOLUNTAD HACIA EL BIEN
Mayo de 1944

  • ¿ Cómo trabaja la Jerarquía en este momento?

  • ¿ De qué manera ayudan los Maestros al trabajo de las Fuerzas de la Luz?

  • ¿ Puede suceder algo de importancia y significado duradero en la próxima Luna llena de mayo?

  • ¿ Cómo ven los Maestros la situación mundial?

  • ¿ Cuáles son Sus planes?

  • ¿ Pueden materializarse estos planes?

  • ¿ Y qué pueden hacer el discípulo individual, el iniciado Y el discípulo mundial, frente al dilema de la humanidad?

Estas preguntas son normales e inteligentes y pueden ser contestadas parcial, aunque no plenamente, debido a tres razones:

1. El resultado del verdadero conflicto culminante, depende de la humanidad misma. Se requiere un esfuerzo mayor, particularmente en América -un esfuerzo para ver con claridad las cosas, comprender las causas de esta guerra y la determinación de dar esos pasos-, mediante la propaganda y la discusión -que aclararán has mentes de las masas. Aquí no puedo entrar en las causas legendarias, sólo queda tiempo para enumerar algunas de ellas:

a. Universales y antiguos egoísmo, materialismo, agresión y orgullos nacionales. Todas las naciones han sido culpables de estas faltas.

b. El sentido de separatividad está simbolizado por el incidente fronterizo entre naciones como Rusia y Polonia. La necesidad de la humanidad y su bienestar general está ante todo. Las naciones y sus disputas efímeras son de interés secundario.

c. La tendencia de siglos atrás, entre los pueblos germanos por dominar, apoderarse de lo que no les pertenece, considerarse únicos, superiores y como que personifican a una super raza, más la determinación fija, en favor de sus propios intereses, de precipitar a otras naciones y razas a la guerra. Hoy han logrado provocar una guerra planetaria.

2. Existen factores en esta batalla entre el mal y el bien que son tan profundamente esotéricos y se hallan ocultos a la comprensión del ser humano más avanzado, que es inútil extenderme sobre su existencia. Conciernen a la capacidad mental, o al principio mental de reaccionar a la verdad o a la mentira, estando oculto el misterio de esta reacción en el proceso evolutivo mismo. Puede llegarse a un punto del desarrollo humano donde es imposible ser engañado y normal pensar con claridad. La potencia del espejismo (que aprisiona a tanta gente) está relacionada con este enigma.

 

El espejismo no aferra a quienes no están mental y emocionalmente desarrollados, por que son realistas natos y ven la vida en sus delineamientos puros, aunque no con exactitud. Los que están muy evolucionados no están sujetos al espejismo, porque piensan en forma realista, pero con verdadera percepción mental y no instintivamente. El hombre que piensa cuando está en proceso de entrenamiento pero que se halla mayormente regido por sus emociones está excesivamente expuesto a caer en el espejismo, y muy a menudo en el así llamado espejismo de la actitud amorosa sentimental. Estos hombres comprenden que el amor es un proceso para determinar la acción sobre la base del culminante bien del individuo o del grupo, y que las reacciones inmediatas de la personalidad son secundarias.

 

A la Jerarquía le concierne en este conflicto el resultado final, el futuro bienestar y el máximo bienestar de la humanidad, pero no el inmediato sufrimiento y el dolor de las personalidades involucradas. ¿Son duras estas palabras? Una minúscula réplica de esta actitud correcta puede encontrarse en la influencia, palabras y acciones de esos progenitores inteligentes y guías de la juventud, de amplia visión, que ven la necesidad de disciplinar a sus hijos para que en el futuro se orienten correctamente y vivan debidamente. La incomodidad momentánea de la disciplina y la rebelión de los niños, no condiciona de ninguna manera a esos padres. Miran hacia adelante.

3. El conflicto que envuelve actualmente a la humanidad, tiene su origen no sólo en la debilidad y el egoísmo humano, sino en la situación que existe desde edades entre la Gran Logia Blanca de Maestros y la Logia de Adeptos Negros. Comenzó en tiempos atlantes y ahora debe librarse hasta el fin. Los detalles de esta lucha (entrada en niveles mentales) no les concierne a ustedes, excepto en lo que reaccionen, con el resto del género humano, a la mentira o a la verdad. Dos corrientes de energía mental o de ideas dirigidas por el pensamiento, hacen en este momento un poderoso impacto sobre la conciencia humana.

 

Una está personificada en la propaganda falsa que emana de las Potencias del Eje y afecta poderosamente no sólo a sus propios pueblos sino a los políticos egoístas, al intolerante, a las personas racialmente condicionadas y a los bien intencionados apaciguadores y pacifistas, pero miopes. La obra está personificada por el idealismo, el humanitarismo y la clara presentación de la situación efectiva, que caracterizan a las mejores mentes en cada nación y condicionan al pensamiento de los guías de las Naciones Aliadas; esta corriente ha condicionado por ejemplo, la actitud y ha hecho cambiar la orientación de ha URSS, llevándola a colaborar y desechar algunas de sus ideas separatistas.

El conductor del conflicto contra el mal en lugares elevados, es el Cristo, el Guía de la Jerarquía. ¿ Qué actitud adopta el Cristo en este momento? Con toda reverencia y como uno de Sus más humildes amigos y trabajadores personales, me permito decir algo sobre Su posición a medida que El Se acerca al gran acontecimiento en el mes de mayo de este año. Sabe que es comandante espiritual interno de los Ejércitos del Señor. Suya es la responsabilidad de despertar las almas de los hombres a la oportunidad que se les presenta y la necesidad de poner fin a este antiguo conflicto entre los Señores del Mal y los Mensajeros de la Luz. Suyo fue el problema de enseñar a la humanidad que es necesario dar los pasos esenciales para demostrar verdadero amor y proporcionar el objetivo y la oportunidad de una civilización en la cual el amor, la hermandad y las rectas relaciones humanas, sean factores regentes.

Cristo dijo, cuando estuvo en la tierra hace dos mil años, “No he venido a traer la paz, sino una espada”. La espada del espíritu la maneja la Jerarquía y, por medio de ella, el mal cósmico se detiene; la espada del discernimiento es manejada por iniciados y discípulos del mundo, y por medio de ella la diferencia entre el bien y el mal, con la consiguiente presentación de la libre elección entre ambos, ha sido expuesta ante la humanidad, evidenciándose las líneas de demarcación con toda claridad en esta guerra mundial. Ha sido ha esperanza del Cristo y el anhelo de todos los Maestros, que los hombres vieran con claridad e hicieran una libre y correcta elección de manera de producir -sin estado bélico en el plano físico- los cambios necesarios y terminar con las condiciones erróneas. Pero el conflicto descendió al plano físico y la espada de la guerra material (hablando simbólicamente) la empuñó la humanidad.

Recuerden (particularmente los disconformes por el conflicto físico, debido a sus inclinaciones pacifistas) que, en Occidente, Alemania fue la primera en empuñar la espada, marchando sobre Polonia y llevando angustia, devastación y crueldad a una nación más pequeña y muy débil, obligando así a Francia y a Gran Bretaña a cumplir sus compromisos con esa pequeña nación y a declarar la guerra al agresor. Fue Japón que llevó la guerra al hemisferio oriental. Las Fuerzas de ha Luz no tenían otra alternativa que luchar en defensa de la libertad.

Antes de la guerra, la Jerarquía hizo lo que pudo para cambiar la tendencia de la vida y el pensar humanos, despertando las conciencias de los inteligentes, estimulando la actividad de los humanitarios e impresionando las mentes de Sus discípulos, a fin de despertar la buena voluntad, el deseo impulsor de establecer rectas relaciones humanas y condiciones pacíficas. Pero el movimiento no fue suficientemente fuerte; la espada apareció sobre la tierra y el género humano fue sumido en la guerra.

Desde entonces el trabajo de impresionar las mentes de los discípulos del mundo y de aquellos a quienes pueden influir, ha sido aclarar las cuestiones, presentar nítidamente eso por lo cual luchamos, y despertar a los hombres y mujeres para emprender una acción que, de una vez por todas, termine con la posibilidad de un cataclismo similar.

Las actividades de nuestro Maestro, el Cristo, son de tres categorías:

1. Robustecer la voluntad para luchar en bien de los asuntos espirituales y las grandes metas humanitarias de la Jerarquía.

2. Impresionar las mentes de los diplomáticos, pensadores y quienes aman a la humanidad, para que desarrollen ciertos planes de posguerra que cambiarán completamente nuestra civilización actual y crearán la nueva.

3. Despertar las mentes de las masas y dirigirlas -cada cual en su propio lugar y a su manera- hacia una expresión más religiosa. El crecimiento del deseo y la aspiración espirituales es hoy muy notable, si solo pudieran ver los indicios como los vemos los que trabajamos en el aspecto interno.

Nuestro Maestro, el Cristo, lleva a cabo también en este momento tres actividades principales. Puedo explicarlas brevemente, pero sólo los discípulos del mundo captarán las verdaderas implicancias:

Primero, se ocupa del proceso de desviar la energía de la voluntad, que emana de Shamballa, de tal manera que no sea captada y mal aplicada por las Potencias del Eje, a fin de robustecer a sus pueblos y presentar una oposición a las Fuerzas de la Luz. Debe ser recanalizada y usada para robustecer el propósito de las Naciones Aliadas de llevar ha guerra a un fin victorioso y triunfal, aumentar la voluntad de unidad de todos los pueblos aliados y afirmar la intención, de los planificadores de posguerra, de que la libertad, las facilidades educativas, la verdad y el correcto vivir, debe ser el destino de la futura generación. Esto requiere de parte del Cristo una concentración, para la cual no tenemos la palabra equivalente, y un esfuerzo monádico puramente espiritual, del cual no tenemos la menor idea.

Segundo, Él actúa dentro de los límites de la Jerarquía misma, preparando a Sus discípulos, los Maestros, para ciertos grandes acontecimientos de posguerra. Porque la guerra terminará. El Restablecimiento de los Misterios, la iniciación de esos discípulos que permanecieron firmes y libres de temor durante la guerra, la ampliación de Sus ashramas, debido al desarrollo casi imprevisto del sentido espiritual, entre los aspirantes del mundo que normalmente no hubieran sido discípulos durante esta encarnación, y también la exteriorización de Sus ashramas, durante los próximos cien años, preparatorios para la reaparición de la Jerarquía en la tierra, son algunas de Sus responsabilidades jerárquicas actuales, las cuales involucran un enorme desgaste de fuerza, de energía de segundo rayo, así como Su primera actividad exige un desgaste poco común de poder de primer rayo -algo que aun Él, en Su elevado lugar, está aprendiendo a manipular ahora, como Discípulo consagrado de Sanat Kumara.

Su tercera actividad es un esfuerzo por contrarrestar el creciente odio en el mundo, fortalecer la tendencia hacia la unidad y mostrar a las personas de todas partes, el peligro de la separatividad. Un creciente y (desde el punto de vista mundano) razonable odio hacia los pueblos alemán y japonés, va surgiendo constantemente. Ellos mismos se han atraído ese odio. El odio carece siempre de discernimiento. La gran Ley de Retribución espiritual exige que se haga justicia, pero el odio cerrará los ojos de la justicia. La ley debe ser aplicada y el mundo verá la expresión de la misma ley, enunciada en las palabras, “Lo que el hombre siembre, eso cosechará”. Pero la ley materialista del odio y la separación, debe ser anulada y neutralizada.

 

El problema que el Cristo enfrenta es casi -desde el ángulo humano- insoluble. Necesitará el esfuerzo unido de todos los hombres de buena voluntad para detener la ascendente oleada de odio, cuyas compuertas fueron abiertas por Alemania cuando comenzó a atacar a los judíos; ahora está en peligro de ahogarse en las aguas que ha liberado. Hay también una ascendente tendencia hacia la separatividad, entre algunas Naciones Aliadas, que Cristo tiene que encarar. Varias de ellas son hogares divididos, por ejemplo, Polonia, Francia, Yugoslavia y Grecia. ¿ Cómo reconciliar sus diferencias?

Debe contrarrestarse el odio de quienes han sufrido a manos de has Potencias del Eje, o como resultado de las condiciones bélicas. ¿ Cómo se realizará esto? Con estos problemas debe bregar Cristo, trabajar por intermedio de Sus discípulos, porque deben ser entrenados y también estimular los corazones de las personas inteligentes y humanitarias de todas partes. Cristo debe verter la energía dadora de vida, proporcionada por la vida crística, en amplia escala en todo el mundo y hacerlo en medio de esas condiciones en las cuales la receptividad y sensibilidad humanas están en su punto más bajo, debido al aturdimiento producido por el intenso sufrimiento. Él permanece en Su lugar inconmovible, sin temor, con clara percepción de ha verdad y una visión espiritual de la verdadera situación. En colaboración con Su gran Hermano, el Buda, Se está preparando para dar el paso siguiente.

Hoy, la Jerarquía enfrenta una actividad culminante. Desde la Luna llena de Tauro de 1944, hasta la Luna llena de Tauro de 1945, los Miembros de la Jerarquía harán un máximo esfuerzo conjunto para cerrar la puerta a las Fuerzas del Mal, dirigir la energía de Shamballa (liberada hoy sobre el mundo) a fin de que su aspecto destructivo sea transmutado o dirigido hacia el estímulo que traerá por resultado la reconstrucción del mundo. Esto afectará no sólo a los Miembros de la Jerarquía, sino a todos aquellos que en la Tierra responden a la impresión jerárquica. Tengan presente el siguiente enunciado:

El trabajo enfocado y concentrado de la Jerarquía en el momento de la Luna llena de Tauro de 1944, consiste -por Su esfuerzo conjunto, Su pensamiento combinado y Su iluminado poder de la voluntad, bajo la guía entrenada del Buda y del Cristo- en retirar la energía separatista y agresiva de la voluntad (distorsión de la energía de primer rayo) de las Fuerzas del Mal y canalizarla nuevamente, por medio de la Jerarquía; entonces se demostrará como voluntad al bien y se expresará a través de los hombres de buena voluntad en la Tierra. Esto requiere un gran Acto de Absorción por la Jerarquía.

El Buda iniciará el proceso en el momento de Su aparición, empleando un gran mántram de primer rayo, que será únicamente recitado por alguno de Sus iniciados que colaboran con el Señor del Mundo. Por su intermedio Él desviará la fuerza de Shamballa, que los Adeptos de la Logia Negra liberaron en las naciones del Eje; esto fue posible por ser receptivas a la voluntad al poder. Él la “acorralará” (si puedo emplear un término tan familiar e inapropiado) y la pondrá a disposición del Cristo. La recepción y la aceptación de esta energía de primer rayo exigirá un tremendo esfuerzo por parte del Cristo, el Custodio de la energía de segundo Rayo de Amor-Sabiduría. Para esta “recepción” Él ha comenzado a prepararse en el momento de la Luna llena de abril (Pascua).

En otra parte he dicho que este impacto directo de la energía de Shamballa sobre la Humanidad acontece muy raras veces. Ha sido liberada únicamente tres veces durante toda la historia del reino humano. En otros momentos hace impacto directamente sobre la Jerarquía, entonces es transmutada o aminorada para que la humanidad pueda resistirla. Fue dirigida tres veces sin impedimento y sin ser transmutada hacia la humanidad:

1. En el momento de ha individualización del hombre-animal, cuando se implantó el principio de la mente. Ésta fue la hora del nacimiento del alma humana.

2. En los días atlantes, cuando el poder de la Logia Negra era tan grande que la Jerarquía intentaba la derrota y la destrucción del alma humana. Interfirió Shamballa y el mundo de aquel entonces fue “destruido”. Este período es reconocido en ha historia moderna como el Gran Diluvio.

3. Una vez más, los Poderes de ha Oscuridad tratan hoy de destruir a la humanidad y a los valores espirituales. El poder de Shamballa fue liberado, destruyendo las viejas formas -políticas, sociales y religiosas- pero, al mismo tiempo, las fuerzas del mal se posesionaron de este poder para destruir las almas de los hombres, y precipitar la guerra y devastar las ciudades, y todos nuestros centros de civilización y cultura. La primera fase o forma de destrucción fue dirigida por los discípulos, los aspirantes y las personas del mundo que piensan con claridad, lo cual fue necesario y muy bueno. Las antiguas formas sociales, políticas y religiosas, atolondraron el alma humana y obstaculizaron todo progreso. La segunda fase o forma de destrucción, fue dirigida por el mal y enfocada por intermedio de esas naciones que habían sucumbido al espejismo de la superioridad, a la tentación de la agresión material y a los intolerantes odios raciales, complementados por la crueldad y la barbarie.

Ha llegado el momento en que esta energía divina debe expresarse a sí misma por medio del segundo aspecto de la voluntad al bien, y no por medio del primer aspecto, la voluntad al poder. Debe demostrarse al género humano que no está aún preparado para el poder, debido a que la voluntad al bien no es adecuadamente fuerte para equilibrar este primer aspecto de la voluntad.

Tal es la tarea del Cristo y del Buda en el momento de la Luna llena de Tauro, canalizar y redirigir la fuerza de Shamballa. Si pueden hacerlo, el resultado será una nueva comprensión y realización de la voluntad al bien, por el nuevo grupo de servidores del mundo, bajo la guía receptiva de los discípulos del mundo y la actividad de los hombres y mujeres de buena voluntad.

Por lo tanto, tengan esto claramente presente, de manera que su colaboración pueda ser inteligente y correctamente dirigida.

Primero, en el momento de la Luna llena de Tauro, el Buda pronunciará un gran mántram y se transformará en “Agente absorbente” de la fuerza de primer rayo. Empleará el poder magnético del segundo rayo para atraer esta fuerza hacia Sí y mantenerla firme, antes de redirigirla. Entonces el Cristo -en nombre de la Jerarquía- Se trasformará en “Agente receptor” de esta potente energía, y los siete grupos de Maestros Que trabajan con los reinos humano, y subhumano se convertirán (en respuesta a Su demanda) en “Agentes rectores”, para la séptuple expresión de esta fuerza.

Segundo, en el momento de la Luna llena de Géminis, la Jerarquía, bajo la guía del Cristo, liberará sobre la humanidad la voluntad al bien, produciendo siete grandes resultados, de acuerdo a los siete subrayos del primer Rayo de Voluntad o Poder:

1. Se otorgará poder a los discípulos del mundo y a los Iniciados que hay entre los hombres, de manera que puedan dirigir eficiente y sabiamente el proceso de reconstrucción venidero.

2. La voluntad de amar, estimulará a los hombres de buena voluntad de todas partes, para que el odio sea gradualmente superado y los hombres traten de vivir juntos cooperativamente. Esto tomará algún tiempo, pero el anhelo interno está allí y es factible de ser estimulado.

3. La voluntad de actuar conducirá a las personas inteligentes de todo el mundo a la inauguración de esas actividades que sentarán la base para un mundo nuevo, mejor y más feliz.

4. La voluntad de colaborar aumentará también firmemente. Los hombres desearán y exigirán rectas relaciones humanas -obteniendo un resultado más general que el producido por la actividad de los primeros tres aspectos de este rayo, como resultado natural de esta actividad.

5. La voluntad de saber y pensar correcta y creadoramente se convertirá en la característica sobresaliente de las masas. El conocimiento es el primer paso hacia la sabiduría.

6. La voluntad de persistir (un aspecto de la devoción y del idealismo) llegará a ser una característica humana -la sublimación del instinto básico de autoconservación. Esto conducirá a creer persistentemente en los ideales presentados por la Jerarquía y a demostrar la inmortalidad.

7. La voluntad de organizar acrecentará el proceso de construcción que será llevado a cabo bajo la directa inspiración de la Jerarquía. El medio será la potencia de la voluntad al bien del nuevo grupo de servidores del mundo y la buena voluntad responsiva de la humanidad.

En simples términos expresé los resultados de la determinación planeada de los dos Grandes Señores que deben tomar forma y surgir en el momento de las Lunas llenas de mayo y junio, Tauro y Géminis. Llevará años demostrar lo que lograrán realizar, pero el fin es inevitable, una vez lograda la correcta dirección de la voluntad al bien. Sin embargo, esta demostración depende de dos cosas:

  • Del trabajo enfocado del Cristo y de la Jerarquía durante el año venidero, hasta mayo de 1945.

  • Del pensamiento reflexivo y el planeamiento cuidadoso del nuevo grupo de servidores del mundo, durante el mismo periodo.

No será posible una gran actividad externa en escala planetaria hasta el año 1945, pero mucho puede hacerse entonces si las exigencias jerárquicas son satisfechas. Un año de preparación para la tremenda tarea de complementar la voluntad al bien y producir una mejor civilización y modo de vida, es realmente poco.

El Cristo ha entrado en Su retiro por un mes y los Maestros pueden llegar a Él hasta el 5 de mayo. Se halla en estrecha consulta con el Buda y el Señor del Mundo. Este gran Triángulo de Potestades -el Señor de voluntad o Poder, el Señor de Sabiduría y el Señor de Amor- está hoy intensamente ocupado en la tarea de poner fin a la guerra y, por lo tanto, neutralizar el aspecto destructor de primer rayo.

 

Esto Lo harán complementando la voluntad al bien por medio de la sabiduría, de la cual el Buda es el Custodio experimentado y desarrollando también esos planes por los cuales el Cristo -por medio de la Jerarquía y el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo puede crear esa “comprensión amorosa” (esotéricamente entendida, lo cual muy poco se asemeja a lo que se comprende generalmente por esas palabras) en los corazones de los hombres. Cuando este Triángulo de Energías haya sincronizado sus esfuerzos, entonces en la Luna llena de mayo, Tauro, puede comenzar la gran tarea de conducir a la humanidad a la luz de un nuevo día.

Mientras tanto, los Maestros y Sus Ashramas se preparan también para complementar estos planes y Se esfuerzan para inspirar a Sus discípulos con los mismos objetivos y visión, de modo de poder estar ellos también preparados para desempeñar la parte que les corresponde.

Tal es, hermanos míos, la situación respecto a la posición de la humanidad, a las intenciones y al trabajo de la Jerarquía. ¿ Cuál es el trabajo que pueden y deben realizar ustedes?

Durante años he indicado ciertas líneas de actividad que nosotros, los Instructores y Guías del aspecto interno de la vida, quisiéramos que siguieran todos los aspirantes y discípulos. Los planes por mí delineados durante los últimos diez años, forman definidamente parte del programa jerárquico y están siendo presentados en forma específica por los otros Maestros. Poco puedo agregar. En este momento, nada puedo decirles que ya no lo sepan.

  • ¿Es necesario que les pida trabajar individualmente y en el lugar en que se encuentren, para la unidad nacional y mundial?

  • ¿ Debo rogarles que hagan lo que puedan para eliminar las divisiones, a fin de hacer efectiva esa integridad básica que debería unir las tres potencias mundiales principales, por intermedio de las cuales la Jerarquía trata de trabajar?

  • ¿Necesito advertirles sobre la urgencia de contrarrestar el odio, con la justicia, la comprensión y la misericordia?

  • ¿ Debo seguir explicando la necesidad del completo triunfo de las Fuerzas de la Luz, del progreso triunfante de los ejércitos de las Naciones Aliadas y de que se obtenga ese triunfo ante todo en los niveles espirituales y luego -por el sentido común y la constancia -en el plano físico de la vida, así como también en el intermedio mundo mental?

  • ¿ Es necesario pedir que controlen las emociones para bien general y consagren el tiempo, la energía y el dinero, a la enorme tarea de salvar a la humanidad?

No me extenderé sobre estos puntos. Aquí nada se gana con la repetición, excepto acrecentar la carga de la responsabilidad que puedan asumir para su eterna felicidad, o desecharla para su vergüenza y eventual reacción kármica. Sólo diré: Despréndanse del egoísmo, provincialismo y cursilería. Piensen en términos de una humanidad. Que sus vidas cuenten en la escala del servicio útil y necesario. Eviten decir y pensar esas cosas que constituyen una crítica para los pueblos y las naciones aliadas.

 

Vean con claridad los problemas de este conflicto y no dejen que ningún sentimiento falso o iluso los haga flaquear respecto a las Potencias del Eje, en este momento crítico y excepcional. La forma o formas de su tiranía deben ser quebrantadas, y pagar el precio debido, justo y discriminante, a un mundo ultrajado. Pero las almas que complementaron esa tiranía -mediante un estricto juicio y una correcta orientación espiritual-, deben ser inducidas nuevamente a caminar en la luz. Los niños de las naciones del Eje no deben ser condenados por la maldad o la debilidad de sus padres; tendrán que ser educados con métodos nuevos y mejores, y amados para que comprendan correctamente sus relaciones.

Durante dos generaciones completas debe haber una paz inquebrantable, porque detrás de ella y protegiéndola, permanecerán los Ejércitos del Señor. Al término de ese lapso, si el trabajo educativo ha sido adecuado, sensato, inteligente y sólido, los ejércitos podrán descansar de su trabajo y las espadas convertirse en arados. Si este programa de supervisión, educación y dirección espiritual no se llevara a cabo, la guerra que entonces tendrá lugar, eliminará a la humanidad -como sucedió antes, en la historia humana.

Cabe recordar aquí una parábola que relató el Cristo hace siglos, con amplia visión y como una advertencia, relacionada con el hombre que limpió su casa, echando a los demonios y una vez barrida y limpia quedó vacía (como símbolo de una oportunidad no aprovechada y de una responsabilidad ignorada) ; luego, según lo expresó el Señor de la Luz, “la situación de ese hombre fue peor que antes”. El barrido y la limpieza ha continuado durante cinco largos años, y se están dando los últimos pasos de este proceso destructor, pero depurador.

Y después, ¿qué, hermanos míos?

Durante años he expuesto lo que queremos que ustedes hagan. Acudir en ayuda del nuevo grupo de servidores del mundo, que se ve apremiado en esta hora de lucha. Difundir la buena voluntad a toda la humanidad y aprender constantemente a pensar en términos de esa totalidad; apoyar esas actividades que benefician a la totalidad y no favorecen a una nación en particular, aunque sea la propia. Trabajar hoy por la victoria y la aniquilación del mal. Trabajar mañana por la justicia y el restablecimiento de la seguridad. Allí donde existe seguridad, reajuste, extinción de los líderes agresores, protección y restablecimiento del débil y el oprimido, mas las correctas condiciones de vida y una sabia educación para la juventud del mundo; ¡sólo entonces habrá paz, pero no antes! Que desaparezca el sopor de las bellas charlas sobre la paz y que los sanos métodos de establecer la buena voluntad y las rectas relaciones humanas, precedan a las tratativas de paz. El mundo habló tanto de la paz durante la primera fase de esta guerra mundial, que se sumergió en un estado de soñolienta rapsodia idealista. Esto no debe volver a suceder, y el inteligente humanitario tiene el deber de impedirlo.

Hago un último llamado para que realicen el trabajo que debe hacerse durante los próximo doce meses (y luego continúen durante los años siguientes). Permanezcan con atención fija, complementando el intento masivo de los irreflexivos, los aterrorizados, los angustiados y los débiles. Colaboren con el nuevo grupo de servidores del mundo de todos los países. Que las Lunas llenas de Tauro y de Géminis, constituyan puntos elevados de realización espiritual, que pueden condicionar y condicionarán su vida y servicio diario, durante el próximo año. Que nada los detenga. Nada hará que el Cristo se desvíe de Su propósito planificado; si el propósito del alma de ustedes coincide con el de Él vayan hacia un campo más amplio de servicio. Si no responden a la necesidad del mundo ni al llamado a servir, entonces deben precaverse y tratar de obtener una medida más profunda de contacto con el alma y de relación espiritual. Cada palabra hablada o escrita por un aspirante o discípulo, en este momento, tiene un poder definido para bien o para mal.

Saben algo respecto al nuevo grupo de servidores del mundo. Se les explicó el trabajo de los hombres y mujeres de buena voluntad. Se les pidió con toda claridad formar triángulos de luz y de buena voluntad. Es muy evidente la necesidad de un claro pensar. La Jerarquía pide que la ayuden y apoyen en la palestra de los asuntos mundiales. Yo mismo les expuse mis planes. Deben llevar a cabo el programa si así lo deciden. Les impartí enseñanza durante un cuarto de siglo (desde 1919). Ahora, les pido que colaboren con mutua responsabilidad -a ayudar a la humanidad.

Que Aquel a Quien todos nosotros amamos y servimos, el Maestro de Maestros, el inmortal Amigo del género humano, arroje Su luz sobre vuestro camino y evoque vuestra confianza, comprensión y ayuda, en Su tarea -que culmina este año- de conducir a la humanidad a la luz de un nuevo día.

 

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EL CICLO DE CONFERENCIAS
Mayo de 1945

Los tres meses de marzo, abril y mayo de este año, marcan en el tiempo un momento de mayor significación en nuestra historia planetaria. Me refiero a la Luna llena de Pascua, celebrada el 28 de marzo, la Luna llena de Wesak, que este año cae el 27 de abril, y la Luna llena de junio -la excepcional oportunidad de Cristo, como se la ha denominado- que tiene lugar el 26 de mayo. Desde el punto de vista tanto de la Jerarquía como de la Humanidad, los acontecimientos de importancia espiritual y mundana, acaecidos durante estas semanas (enfocados por medio de estos tres festivales de las Lunas llenas de Aries, Tauro y Géminis), serán de enorme efecto.

 

Lo que realicen durante este tiempo los Miembros de la Jerarquía espiritual de nuestro planeta (Cuyo poder jerárquico, no Su amor, enfrenta una prueba importante), y lo que hagan los discípulos que hoy actúan en el mundo y también el nuevo grupo de servidores del mundo, puede determinar y determinará el destino del hombre durante los siglos venideros. Aún aquellos que no tienen ningún conocimiento de las cuestiones ocultistas ni del destino humano, o de la real facultad del libre albedrío humano (entendido esotéricamente) esperan ansiosamente ver qué sucederá y hacia qué meta o metas serán dirigidos el pensamiento y el planeamiento humanos.

Las masas humanas de todas partes sólo desean tranquilidad. No empleo la palabra “paz”, porque tiene un significado equívoco. Los hombres y mujeres reflexivos de todos los países, han determinado dar, si es posible, con intención masiva esos pasos que asegurarán la paz en la Tierra, mediante la expresión de la buena voluntad. Observen esta fraseología. Todos los discípulos activos del mundo luchan con los medios disponibles para difundir el evangelio del sacrificio, porque sólo sacrificando el egoísmo, puede fundarse sin peligro la estabilidad mundial. Estas palabras resumen el llamado que se hace a aquellos cuya responsabilidad es determinar la política (nacional o internacional) y dar esos pasos que establecerán rectas relaciones humanas. La Jerarquía permanece, no vigilando ni esperando, sino actuando hoy con la sabiduría impulsora y la intención fija, a fin de fortalecer las manos de Sus trabajadores en todos los campos de la actividad humana (político, educativo y religioso) para que puedan emprender la correcta acción e influir debidamente el pensamiento humano.

Una poderosa actividad de primer rayo -la actividad de voluntad o propósito- está entrando en acción. Cristo, como Guía de las Fuerzas de la Luz, ha concedido poder a los ashramas de los Maestros que pertenecen a este primer Rayo de Poder, a fin de fortalecer las manos de todos los discípulos en los campos gubernamental y político de cada nación; iluminar, si es posible, a los diferentes legisladores nacionales, cualquiera sea el medio necesario, para que el poder de su palabra, la sabiduría de su planeamiento y la amplitud de su pensamiento, sean tan efectivos que el “Ciclo de Conferencias y de Concilios”, que inician ahora los estadistas del mundo, pueda estar bajo la guía directa (también si es posible) de Aquellos que en la Cámara del Concilio de Shamballa conocen cuál es la voluntad de Dios. El egoísmo de las pequeñas mentes en las diferentes legislaturas del mundo debe ser contrarrestado de alguna manera. Tal es el problema. Me pregunto ¿ pueden captar el significado de este acontecimiento?

A través de las edades, los estadistas y los gobernantes individuales han respondido de vez en cuando a la influencia de ese Concilio supremo espiritual; pero ha sido la respuesta del discípulo individual que ha trabajado sólo y sin ayuda, y ha enfrentado (o experimentado) frecuentemente la derrota y quizás mucho más de lo que ha experimentado la victoria. En el planeamiento que está teniendo lugar ahora en conexión con las distintas conferencias y concilios internacionales que ya conocen, el esfuerzo espiritual (por primera vez en la historia humana) es poner a todos ellos, como grupos activos, bajo el impacto directo de la energía que motiva y actúa en ese lugar donde la Voluntad de Dios es conocida y los propósitos de la divinidad se definen y proyectan. Esto significa que cada una de las futuras conferencias mundiales (y habrá muchas) tendrá un efecto mayor y más extenso que de cualquier otra manera; sin embargo, significa que los riesgos involucrados y el choque de las mentes será también mucho mayor. Este punto deberían recordarlo al estudiar y leer los informes de las diversas conferencias.

No olviden que la energía divina debe hacer impacto en las mentes humanas, mentes que en su efecto conjunto son el único instrumento disponible por intermedio del cual la Voluntad de Dios puede expresarse; responden necesariamente a los resultados estimulantes y energetizantes de ese impacto, y esto evocará resultados adecuados al tipo de mente afectada. La respuesta será compatible con la cualidad y la intención de esas mentes. Allí donde la buena voluntad está presente y hay una intención altruista y un amplio punto de vista, esas cualidades serán fortalecidas y dotadas de poder; donde impera el egoísmo, donde el aislacionismo y la separatividad existen y donde hay la intención de alcanzar metas individuales y nacionales, en vez de esos propósitos internacionales que beneficiarán a toda la humanidad, esas cualidades adquirirán también mayor fortaleza.

Las conferencias importantes, pero preliminares, han tenido ya lugar, inaugurando así este nuevo ciclo de funcionamiento grupal. La Liga de las Naciones fue un esfuerzo abortado, bien intencionado, pero relativamente inútil, como lo demostraron los eventos posteriores. Una de estas conferencias iniciales se efectuó en Yalta. Allí, tres hombres, constituyendo un triángulo básico, se reunieron con buena voluntad hacia todos y se esforzaron por sentar la base para los futuros acontecimientos mundiales.

Todos los verdaderos movimientos que condicionan largos ciclos en los asuntos mundiales tienen en su centro un triángulo, por el cual puede afluir la energía y llevarse a cabo ciertos propósitos definidos. Poco se comprende todavía respecto a la naturaleza de la tarea que se debe realizar o el tipo característico de los hombres que trabajan en los grupos y Ashramas de primer rayo y en cuyas manos descansa, en cualquier momento dado, el destino político del hombre. Todo el tema del discipulado ha sido distorsionado por las definiciones teológicas, basadas en la dulzura del carácter que con frecuencia actúa singularmente a favor de la ineficacia. El largo ciclo de gobierno eclesiástico ha dado un sesgo partidista al pensamiento humano, de manera que la índole de la fortaleza y efectividad espiritual es interpretada en términos de religión, en la terminología eclesiástica (no digo del cristianismo), o en la fraseología de un marcado pacifismo o un control dominante, religioso, temporal. El largo régimen de las diferentes iglesias ha terminado. Esto debería ser captado. Han realizado su trabajo -en las primeras etapas fue muy bueno, en las etapas intermedias necesariamente de consolidación y, en la etapa moderna, un trabajo cristalizador y reaccionario. El gobierno de las iglesias ha pasado, pero no los preceptos del cristianismo o el ejemplo de Cristo. Sin embargo, Él es responsable de una presentación más nueva y efectiva de la religión mundial venidera, y las iglesias deberían prepararse para ello si tienen suficiente iluminación para reconocer su necesidad, y Su esfuerzo para satisfacer esa necesidad.

Hoy debe alcanzarse un equilibrio y éste tendrá lugar por intermedio de una conducción estatal iluminada y una actividad política, que estará acrecentadamente basada en bien de toda la humanidad y no en beneficio de cualquier nación en particular.

Este equilibrio no se expresará en términos religiosos ni en la así llamada terminología espiritual. Se expresará mediante el trabajo grupal, las conferencias, la unión de naciones, los partidos organizados y la legislación. Todo esto será el resultado de una intensa actividad de los Maestros y de sus discípulos de primer Rayo de Voluntad o Poder. La finalidad de su trabajo será expresar la voluntad al bien, pues ven al mundo con mayor amplitud. Quizás al no iniciado le parezca que actúan aislados y que las decisiones que proclaman al mundo son demasiado severas, provocando la irritabilidad de los de mente cerrada y de quienes interpretan la libertad en términos de su oscuro punto de vista individual. Sin embargo, trabajan bajo la dirección espiritual como cualquier guía religioso y esto será ampliamente reconocido. La historia justificará sus acciones, porque habrán dado una orientación a los asuntos mundiales y al pensamiento humano, cuyo resultado será una más clara percepción de la necesidad.

 

Su actuación evocará la discusión y a menudo el desacuerdo, como sucedió con las decisiones del triángulo de trabajadores de Yalta. Pero debido a su modo de ser no se resienten por ello; saben que la discusión evocada y las críticas surgidas, revelarán la pequeñez y los instintos separativos inherentes en sus opositores y -al mismo tiempo- traerá la unión de quienes ven detrás de la actividad inicial aparentemente osada, un esfuerzo para precipitar con claridad los problemas que enfrenta la humanidad. La humanidad podrá así ser llevada a la comprensión. Estas cosas trató de realizarlas en Yalta, el triángulo. Quizás no lo reconocieron conscientemente como un trabajo que se les pidió hacer, debido a la etapa alcanzada en el discipulado, sino que actuaron automáticamente de este modo porque sintieron correctamente la necesidad humana. Estuvieron, y lo están, trabados por su propia humanidad que los predispone a cometer errores, pero se ven mucho más obstaculizados por el egoísmo humano, la codicia nacional y el bajo nivel general de la realización humana -considerando a la humanidad como un todo.

Habiendo aclarado las cuestiones tales como ellos las ven, y habiendo evocado el entusiasmo de los hombres de buena voluntad del mundo y la crítica violenta de quienes piensan en términos de partidismo, nacionalismo y prejuicio, el experimento de la conferencia en la ciudad de México fue emprendido con éxito. Se comprendió que los estadistas podían contar con que había cierta medida de unidad hemisférica y así sentarse los cimientos para la mucho más difícil conferencia internacional en San Francisco, en el momento del Wesak, la Luna llena de Buda. No por nada esta conferencia se celebra durante los cinco días de la Luna llena de Wesak. Será un momento de suprema dificultad, donde las Fuerzas de la Luz se enfrentarán con lo que denomino “las fuerzas del egoísmo y de la separatividad”.

Hablando subjetivamente, la conferencia estará bajo la influencia directa de la Jerarquía. El consiguiente estímulo, tanto de los aspectos egoístas como de los altruistas, evocará una tremenda potencia emocional y mental. Por lo tanto, es esencial que todos los aspirantes y discípulos pongan el peso de su desarrollo espiritual y la luz de su alma, del lado de las Fuerzas que tratan de hacer planes para el bien de la humanidad y que consideran al bienestar de la totalidad de mucha mayor importancia que cualquier situación o exigencia nacional.

Recuerden que las Fuerzas del Mal siguen siendo poderosas, particularmente en el plano físico y pueden actuar por medio de muchos canales. Alemania está derrotada, pero sigue siendo capaz de un esfuerzo final de destrucción y violencia. Japón está en camino de ser derrotado, pero es aún poderoso. La jerarquía del mal, en el aspecto interno, está siendo rechazada por las Fuerzas de la Luz, pero no ha aflojado su aferramiento a la humanidad. Por medio de la ignorancia estas fuerzas pueden alcanzar aún mucho poder -la ignorancia de la humanidad misma. Las naciones y los pueblos siguen ignorando la verdadera naturaleza de los demás; en el mundo abunda la desconfianza y la suspicacia.

 

La humanidad poco sabe, por ejemplo sobre Rusia. La verdadera significación de su ideología es mal entendida, debido a los errores iniciales de quienes dirigieron la revolución; el libertinaje de los hombres sin ley, dio a la humanidad observadora, en los primeros días, una errónea visión de lo que estaba sucediendo. Pero esos días han terminado. En los fuegos del sufrimiento y por medio de una comprensión profundizada, ésta enormemente compleja nación avanzará hacia una demostración de la hermandad, de la que puede dar ejemplo a todo el mundo. China necesita la total alfabetización; sus ciudadanos no conocen nada de las otras naciones; en una vuelta superior de la espiral, esa supremacía educativa que caracterizó a una oligarquía del saber, en los días de la antigua gloria de China, caracterizará nuevamente a las masas de su pueblo. El gran continente europeo y el pueblo británico ignoran aún el significado real del hemisferio occidental y de los Estados Unidos -con su exuberante juventud.

 

Encuentran que su tan profunda madurez y amplia experiencia, es tan irritante como lo es para el norteamericano. Los americanos del hemisferio norte y del sur, ignoran básicamente la historia de las naciones de las cuales originaron, porque se ocuparon únicamente de SUS propias y relativamente breves historias, presentando un cuadro parcial, y a veces llenos de prejuicios, respecto a la cultura europea y a los objetivos británicos. Esta ignorancia difundida en todo el mundo le hace el juego a las Fuerzas del Mal y -vencidas como lo están en el plano físico- lucharán más violentamente contra la buena voluntad mundial en los planos de la decisión emocional, y contra esas ideologías que beneficien a toda la humanidad en los niveles mentales.

A causa de que los métodos del plano físico han dado como único resultado la total devastación de Europa y que las víctimas (incluyendo a los civiles, hombres, mujeres y niños), alcanzan a incontables millones, las fuerzas del mal tratarán de utilizar ahora el temperamento humano (en su actual etapa de desenvolvimiento) para obstaculizar a las Fuerzas de la Luz, impedir que haya tranquilidad y comprensión en el mundo y demorar el día de su propia derrota final. En esta derrota deberá incluirse la de los tres mundos -mental, emocional y físico- de la evolución humana. Durante largo tiempo estas fuerzas del mal emplearon la psicología, a fin de alcanzar los fines que tenían en vista, y lo hicieron con asombrosos resultados, aún la utilizan y seguramente aplicarán al máximo sus métodos. Se valen de la prensa y la radio a fin de distorsionar el pensamiento humano; presentan verdades a medias, imputan móviles falsos, resurgen antiguos agravios, predicen (con malos augurios) dificultades inminentes, fomentan antiguos prejuicios y odios y acentúan las diferencias religiosas y nacionales. A pesar de tanto clamor, exigencias y demanda de organización, en ninguna parte hay plena libertad de prensa, particularmente en los Estados Unidos, donde los partidos y los editores dictan la política de los diarios. La razón principal por la cual no existe realmente prensa libre, se basa en dos factores:

primero, la humanidad aún no se ha liberado de razonamientos predeterminados, de su ignorancia básica respecto a la realidad histórica, o a las naciones y su psicología; la humanidad está todavía controlada por el partidismo y prejuicios racial y nacional. Segundo, nutre todo esto manteniendo vivas las fuerzas del mal, actuando en el aspecto interno de los asuntos humanos, y ocupándose principalmente del ángulo psicológico, porque es excesivamente poderoso. Esto lo harán cada vez más a medida que se acerca el fin de esta guerra planetaria; tratarán de contrarrestar el trabajo de la Jerarquía, dificultar las actividades del nuevo grupo de servidores del mundo y oscurecer las cuestiones involucradas, a tal punto, que los hombres de buena voluntad de todas partes estarán desconcertados y no verán los claros delineamientos de la situación real, ni distinguirán entre lo verdadero y lo falso. Recuerden, las fuerzas del mal son excesivamente hábiles.

También es necesario recordar que, habiendo ganado la guerra contra la agresión y la barbarie en el plano físico (y está ganada), la humanidad ha adquirido ahora el derecho de llevar lo realizado a una efectiva victoria sicológica y mental, haciéndolo conjuntamente con hombres y mujeres iluminados de todos los países -de allí la inauguración de este Ciclo de Conferencias y Concilios. Este ciclo será largo o corto, de acuerdo a la liberación de la voluntad al bien, desde el mundo espiritual, en respuesta a la intención masiva de los hombres y mujeres de buena voluntad de todas partes.

A medida que el aspecto destructor de la Voluntad de Dios se acerca al cumplimiento del propósito divino, la voluntad al bien podrá surgir con claridad y dominar los asuntos humanos. Del grandioso mal planetario, demostrado por la destructiva guerra de los últimos años (1914-1945), podrá venir un grande y permanente bien; la Jerarquía espiritual está preparada para evocar el bien latente que subyace en el trabajo de destrucción realizado, pero esto sólo puede suceder si la buena voluntad de la humanidad misma se emplea con adecuado poder invocador. Si esta buena voluntad halla expresión, dos cosas pueden suceder:

Primero, permitirán liberar en la Tierra ciertos poderes y fuerzas, que ayudarán a los hombres a obtener rectas relaciones humanas, con su efecto resultante, la paz: segundo, las fuerzas del mal serán tan definidamente derrotadas que jamás podrán volver a infligir tal destrucción universal a la Tierra.

Hace algunos años dije que la guerra que puede venir después de ésta, se libraría en el campo de las religiones del mundo. Sin embargo, una guerra así no se producirá en un período similar de extrema masacre y sangre; se librará mayormente con armas mentales y en el mundo del pensamiento; involucrará también el aspecto emocional, desde el punto de vista del fanatismo idealista. Este fanatismo inherente (que se encuentra siempre en los grupos reaccionarios) luchará contra la aparición de la religión mundial venidera y la difusión del esoterismo. Para esta lucha se preparan ciertas iglesias bien organizadas, por medio de sus elementos conservadores (sus elementos más poderosos). Quienes son sensibles a los nuevos impactos espirituales están aún lejos de ser poderosos; lo nuevo enfrenta siempre la suprema dificultad de reemplazar y sobreponerse a lo viejo y establecido. El fanatismo, las posiciones teológicas atrincheradas y el egoísmo materialista, están activamente organizados en las iglesias de todos los continentes y de todas las denominaciones. Es de esperar que defiendan su establecido orden eclesiástico, sus ganancias materiales y su gobierno temporal, y se están iniciando los preparativos necesarios.

La futura lucha surgirá dentro de las iglesias mismas; será precipitada también por los elementos iluminados que existen hoy en buen número, aumentando rápidamente su fortaleza por el impacto de la necesidad humana. Luego se extenderá a los hombres y mujeres reflexivos de todas partes, quienes -en rebelde protesta- rechazaron el clericalismo y la teología ortodoxa. No son impíos pero, por el dolor y la aflicción, aprendieron (sin la ayuda eclesiástica) que los valores espirituales son los únicos que pueden salvar a la humanidad; que la Jerarquía permanece y que el Cristo -como símbolo de la paz y Guía de las Fuerzas de la Luz- no es una fuerza insignificante, sino que está evocando respuestas en los corazones de los hombres de todas partes.

 

La verdadera religión llegará a ser interpretada en términos de voluntad al bien y su expresión práctica, la buena voluntad. Las conferencias mundiales y los consejos internacionales futuros indicarán la fortaleza de esta nueva respuesta espiritual (por parte de la humanidad) a las Potestades espirituales influyentes que esperan el llamado invocador del género humano. Cuando se eleve ese clamor, se precipitarán energías divinas en el nivel del pensamiento y la planificación humanos. Entonces los hombres descubrirán que han sido dotados de una renovada fortaleza y de la necesaria percepción interna que les permitirá expulsar las fuerzas materialistas atrincheradas y el poder de los intereses egoístas, unidos para impedir la liberación humana. Si las conferencias a realizar en el futuro inmediato demuestran que la humanidad se está realmente esforzando para establecer rectas relaciones humanas, entonces las fuerzas del mal pueden ser rechazadas, y las Fuerzas de la Luz tomarán el control.

El problema que enfrenta la Jerarquía es cómo llevar adelante estos deseables fines, sin infringir la libertad humana de acción y de pensamiento. El gran Concilio del reino espiritual, el reino de Dios, se ocupa actualmente del problema y proporcionará el tema de su discusión y decisión final hasta mediados de junio. Cuando el sol comience a desplazarse nuevamente hacia el sur, éste habrá tomado Sus decisiones en base a la demanda humana. Para entonces, la humanidad habrá demostrado la fortaleza y la naturaleza de su buena voluntad, emitiendo la “palabra invocadora”, elevándose hasta el reino espiritual como una exhalación de la propia alma de la humanidad; la cual habrá expresado en alguna medida su disposición a sacrificarse, a fin de estabilizar el vivir humano y liberar al mundo de la separatividad y los abusos que culminaron en esta guerra, y por lo menos habrá preparado el camino para el anteproyecto y la planificación que emprenderán el Ciclo de Conferencias y de Concilios. En lo que respecta a la Jerarquía y en respuesta a la demanda humana (en grado y tipo, de acuerdo a la cualidad de la demanda), la Jerarquía desempeñará su parte y ayudará a hacer posible lo que los hombres sueñan, visualizan y planean hoy.

Consideremos por un minuto lo que la Jerarquía está dispuesta a hacer y lo que Sus miembros planearán y formularán durante el Festival de Pascua en este mes, el Festival de Wesak en abril y el Festival del Cristo a fin de mayo. Podría decirse que la Jerarquía, en conjunción con el gran Concilio de la voluntad de Dios en Shamballa, dividirá Su trabajo en tres partes, rigiendo cada una, tres fases de la futura restauración de la humanidad para que entre en una vida más civilizada y culta, en una nueva y más elevada vuelta de la espiral. Tratarán el problema de la libertad espiritual tal como ha sido presentado en las Cuatro Libertades y el problema de las rectas relaciones humanas, tal como se expresará por medio de las relaciones internacionales, los partidos nacionales y los asuntos humanos generales.

 

No me corresponde decir lo que la humanidad, por medio de sus estadistas y conductores, planeará realizar en las conferencias venideras. Mi tarea es movilizar al nuevo grupo de servidores del mundo y a los hombres y mujeres de buena voluntad, para que permanezcan como un gran “ejército de implacable voluntad espiritual”, detrás de los que participan en estas conferencias y concilios, capacitándolos para pensar con claridad sobre los resultados involucrados y así (por medio de este claro pensar) afectar telepáticamente a las mentes de los hombres; esto involucra el empleo de un poder raras veces utilizado hasta ahora, a favor del esfuerzo justiciero, aunque mayormente aplicado por los guías materialistas de las fuerzas del mal.

La tarea de la Jerarquía consiste en descubrir y llegar a los hombres y mujeres iluminados de todas las iglesias, los partidos políticos, las organizaciones sociales, económicas y educativas, para que sea claro su propósito unido. Esto se hará por intermedio de los activos discípulos que trabajan en el mundo. Así se allanará el camino para la verdadera libertad de la humanidad, libertad que es aún un sueño y una esperanza, hasta en los países más democráticos.

Pero detrás de toda esta actividad, vigilada por los Guías espirituales de la raza, aunque determinada y complementada por la humanidad misma, estará la atención enfocada de la Jerarquía. Esta tensión espiritual que existe entre Sus Miembros, es más poderosa de lo que cualesquiera de ustedes sospecha. Una parte de Su trabajo preparatorio consiste en poner a disposición ciertas fuerzas y poderes espirituales que -por medio del esfuerzo complementario o suplementario, autoiniciado de la humanidad- hará que ese esfuerzo tenga éxito. Lo que la humanidad tiene que hacer ahora, y está haciendo ya, hasta cierto grado, es llegar a una correcta orientación respecto a los asuntos humanos.

Por lo tanto, observemos las tres fases del trabajo preparatorio que se está llevando a cabo ahora y tratemos de calcular los resultados, sí estas energías y potencias son liberadas por medio de la demanda invocadora de los hombres.
 


Las Fuerzas de Restauración
Ante todo tenemos la fase, ahora en progreso, que culminará en el momento de la Luna llena de Pascua, la cual está dedicada a planear una afluencia de las Fuerzas de Restauración. No interpreten mal estas palabras. La Jerarquía no se ocupa de la restauración del antiguo orden, ni de la forma de vivir de antes de la guerra, ni de la renovación de las teologías (religiosas, políticas y sociales) que rigieron el pasado y fueron mayormente responsables de la guerra. Se refiere a la restauración de naturaleza sicológica, y dará por resultado la restauración de la voluntad de vivir y la voluntad al bien. En consecuencia será fundamental y garantizará la nueva civilización y cultura. Esto es algo muy distinto.

Las Fuerzas de Restauración se ocupan de la visión, la integridad y las relaciones humanas, que subyacen en todo el problema de la hermandad del hombre. Si estas energías son liberadas en la Tierra, inutilizarán los esfuerzos del antiguo orden (política, religión y educación) para restaurar lo que fue y restablecer lo que existía antes de la guerra. Tratarán de contrarrestar dos tendencias, que deberán tenerse muy en cuenta durante el venidero ciclo de conferencias:

1. La tendencia a cristalizar, a estimar lo desaparecido (esperemos que para siempre) y a sobreestimar lo viejo, caduco y, si puedo emplear la palabra, estancado.

2. La tendencia a la excesiva fatiga y al total colapso, cuando termine la guerra. Esta tendencia se debe al peso de la guerra y a la tensión física y sicológica bajo lo cual el género humano ha sufrido durante tantos años.

Existe en ambas tendencias un gran peligro para el futuro de la raza; la Jerarquía determinó neutralizarlas hasta donde sea posible, mientras que las fuerzas del mal tratan ansiosamente de fomentarlas y nutrirlas. Existen peligros que los conductores inteligentes de la raza también reconocen. Este reconocimiento hará que lleguen lentamente a decisiones definitivas, porque comprenderán la necesidad de un ciclo de restauración antes de tomar decisiones finales y duraderas. Por lo tanto abogarán por un progreso más lento y por una más cuidadosa y aún prolongada investigación de la situación y las futuras posibilidades, deseables para los impacientes.

Estas nuevas y vivientes fuerzas restauradoras están bajo la dirección y el control de Aquel que podríamos llamar (hablando simbólica aunque realmente) el Espíritu de Resurrección. La Entidad espiritual viviente, actuando temporariamente bajo la dirección del Cristo, dará vivencia a los objetivos espirituales de los hombres y vida a sus proyectos. Engendrará nuevamente la vitalidad necesaria para complementar las tendencias de la nueva era y guiará a la humanidad fuera de la oscura caverna de la muerte, del aislamiento y del egoísmo, hacia la luz del nuevo día. Esta vida de resurrección afluirá a la humanidad en cierta medida durante la Pascua de este año, pero -durante los tres próximos períodos de Pascua- podrá afluir plenamente, si los hombres y mujeres de buena voluntad piensan con claridad, hablan con fuerza, demandan espiritualmente y complementan los planes internos con inteligencia.

En escala planetaria, y no simplemente en lo que respecta al género humano, este Espíritu de Resurrección es el oponente y el antagonista del Espíritu de la Muerte. La muerte física tiene lugar únicamente cuando la vitalidad sicológica y mental del individuo, de una nación o de la humanidad, desciende a cierto nivel. La humanidad ha respondido al proceso de la muerte durante los últimos 150 años; psicológicamente, ha estado regida por el egoísmo, y el egoísmo es la poderosa simiente de la muerte -muerte material, muerte sicológica y muerte mental. Esto está bien evidenciado en la nación alemana. Reflexionen sobre este enunciado y luego reconozcan que simientes y zonas de muertes similares (aunque en menor grado) existen en todas las naciones, aún en las más jóvenes del mundo. De allí la guerra y la destrucción de todas las vestiduras externas de la civilización.

Pero el trabajo del Ángel de la Muerte, por terrible que parezca al demostrarse hoy día en escala planetaria -aunque beneficia como sabemos a la intención y al propósito- cederá SU lugar al Espíritu de Resurrección.

El planeamiento de la actividad de esta restauración y resurrección lo está considerando ahora la Jerarquía, y le fue transferido a Ella por estar más cerca del hombre que Aquellos Que actúan en la Cámara del Concilio en Shamballa. Debe recordarse que el Espíritu de Resurrección es un Miembro de ese Concilio y Su Emisario elegido. Él (si puede permitirse personalizar lo impersonal) es en realidad el “Sol de la Rectitud”, Que puede surgir ahora “trayendo la curación en Sus alas”, llevar esta energía dadora de vida que contrarresta la muerte, la visión que da incentivo a la vida y la esperanza que puede restaurar a todas las naciones. En la Luna llena de marzo, que se eleve la demanda para que aparezca este Espíritu dador de vida. Elevada con tanta intensidad que la Jerarquía responda activamente y libere inmediatamente la potencia de este Espíritu en los corazones de los hombres de todas partes.

Todas estas fuerzas espirituales, que trabajan en este momento bajo la dirección del Guía de las Fuerzas de la Luz, el Cristo, están estrechamente relacionadas y su actividad se halla muy íntimamente sincronizada. En un sentido profundamente esotérico, todos trabajan unidos, porque en la familia humana existen quienes han pasado todas las etapas de respuesta. Este triple trabajo de la Jerarquía prosigue, por lo tanto, simultáneamente desde el punto de vista del tiempo. Las Fuerzas de Restauración evocan en pequeña escala, respuesta de los miembros del nuevo grupo de servidores del mundo y de los discípulos de todas partes.

 

A medida que se refuerza su moral sicológica y se fortalece su voluntad de vivir y su voluntad al bien, se sentirá un efecto inmediato en amplia escala; el trabajo del Espíritu de Resurrección entonces se intensificará, y ya está haciendo sentir su presencia. Cada vez hay más personas progresistas, que esperan con mayor convicción y valor que se establezca un mundo mejor; lo que hasta ahora había sido un pensamiento ansioso y un deseo emocional, está cediendo lentamente su lugar a una actitud más práctica; su claro pensar y su fija determinación, son mucho más activos y los planes mejor proyectados, porque ambos pensamientos y planes, se basan hoy en realidades; empiezan también a reconocer esos factores y condiciones que no deben ser restablecidos, y este punto es de gran importancia.

En la etapa que ahora estamos atravesando, las personas que responden se dividen en tres categorías:

1. El soñador visionario, o la persona bien intencionada pero impráctica, cuyas ideas, planes mundiales y sugerencias sobre el orden mundial, abarrotan los escritorios de los guías mundiales y de esos grupos y organizaciones que tratan prácticamente proyectar el futuro. Sus sueños e ideas se ocupan de proyectos los cuales el mundo de hoy no está preparado ni lo estará durante varios miles de años. Les resulta fácil presentar utopías imposibles que no tienen la más mínima relación con las cosas hoy se necesitan y que podrían ser posibles.

 

El número de estas personas forma legión y constituyen en este momento un obstáculo definido. Una visión de lo imposible no es un tipo de visión que evitará a los pueblos perecer. Debido a la incapacidad de llegar a contraer compromiso y enfrentar las cosas tales como son, estas personas y aquellos a quienes influyen, son llevados a la desesperación y a la desilusión.

2. Las personas inteligentes del mundo, movidas por el espíritu de buena voluntad y por la convicción de que las cosas deben cambiar. A menudo vacilan por la magnitud de la tarea a emprender, y esto las conduce con frecuencia a adoptar una de las tres posiciones siguientes:

a. Descender a las profundidades del pesimismo, basado en una capacidad real para sentir el alcance del problema y valorar los recursos disponibles. Esto puede llevarlos a la inactividad.

b. Dejar la solución de los problemas a los estadistas entrenados, diplomáticos y políticos, dispuestos a ayudarlos cuando -pero sólo cuando- se ha tomado una decisión. Esto conduce a transferir la responsabilidad. Sin embargo, debido a que la guerra involucró a las personas de todos los países y a todas las poblaciones, la reconstrucción del mundo debe hacerse en la misma escala.

c. Asumir la responsabilidad, ventilar los abusos que deben corregirse, discutir los planes propuestos y, desde su ángulo particular de visión, ponerse a trabajar para establecer, dentro de su capacidad, las rectas relaciones humanas. Esta actitud de responsabilidad y la consiguiente actividad pueden conducir a errores, pero en el esfuerzo conjunto satisfará la demanda de acción correcta en una emergencia, pero esta vez una emergencia mundial.

3. Las personas partidistas y de tendencia nacionalista que tratarán de explotar la situación mundial para sus propios fines inmediatos y beneficiar a su propia nación o grupo particular. Estas personas, que residen en todas las naciones, están egoístamente motivadas; no se preocupan por la humanidad, ni sienten simpatía ni interés por nada ni por nadie, sino por su propio partido político y los intereses reaccionarios de algún grupo nacional. Ven en la actual situación mundial una gran oportunidad para dirigir movimientos que beneficien a un individuo, clase o nación. Al hacerlo, poseen, con frecuencia, un amplio conocimiento de los asuntos y son políticos muy agudos, pero todo lo que saben debe ser aplicado y complementado en tal forma, que logre sus estrechos fines, sin importarles lo que cueste al resto del mundo.

 

Estas personas son por lo general una gran mayoría. Su actitud conduce inevitablemente a la dificultad y obstaculiza el trabajo de restauración; impide a quienes tratan de dar a la entera familia humana una forma de vida más sólida que hasta ahora y una motivación más sana e inteligente en las relaciones internacionales. A estas personas hay que temerles en la futura conferencia de San Francisco. Los aislacionistas de todas las naciones, particularmente de los Estados Unidos, el idealismo nacional francés y la obsesión de ciertos factores sobre fronteras en la raza polaca, deberán ser vigilados, ya que esas actitudes pueden ser explotadas por los intereses malignos y egoístas que (detrás de la escena) tratan de impedirle al mundo lograr ese equilibrio que le permitirá vivir tranquilo.

 

Sin embargo, estos tres grupos indican la exitosa actuación de las Fuerzas de Restauración, las cuales comienzan experimentalmente su trabajo y preparan el camino para una más plena expresión de las intenciones del Espíritu de Resurrección, después de la futura Luna llena de marzo (Aries) y durante los tres años futuros.
 

Las Fuerzas de Iluminación
La comprensión de la necesidad de la humanidad y la cuidadosa apreciación de lo que debe realizarse para satisfacer esa necesidad, despertó en los hombres de buena voluntad la respuesta a las Fuerzas de Restauración; esto ha conducido a la insistente demanda de que se inicie la segunda parte del trabajo jerárquico, fase que está dirigida hacia actividades y desarrollos de ese espíritu invocador que pondrá a las Fuerzas de la Iluminación en contacto con la humanidad para que entre en actividad.

Estas fuerzas pueden actuar plenamente y dominar hasta 1949 las mentes de los hombres, si los pueblos del mundo pueden ser organizados para permanecer con intención masiva detrás de ese tipo de estadistas que trata de obtener el mayor bien para el mayor número, ver al mundo como un gran todo interdependiente y se niega a ser desviado por los clamores de las pequeñas mentes egoístas o las demandas de las fuerzas reaccionarias, que existen en todos los países.

Las Fuerzas de Iluminación están siempre presentes en la Tierra en pequeña escala, influyendo las mentes del nuevo grupo de servidores del mundo, de los trabajadores altruistas de la humanidad y de los pensadores de todas las escuelas de pensamiento, activos en los campos del mejoramiento humano; trabajan por intermedio de todos los que realmente aman a sus semejantes, son incapaces de influir las mentes de las personas egocéntricas y cerradas; poco pueden hacer con el aislacionista separatista; son ineficaces en lo que respecta a los teólogos de todos los grupos -políticos, religiosos o sociales; poco pueden hacer con el tipo mental que se concentra sobre los problemas personales o grupales (su grupo, que expresa sus ideas y trabaja a su manera) y que ni ellos ni el grupo se consideran relacionados con la entera humanidad.

Sin embargo, el común sufrimiento y el general reconocimiento de que las causas de la guerra residen en el egoísmo y en crueldad inherente, ampliaron grandemente el acercamiento de pueblos a la realidad y a la posibilidad, tal como existen hoy.

Eclesiásticos, estadistas, conductores de importantes grupos mundiales, admiten ya el fracaso de su iglesia, cuerpo legislativo o política, para traer el orden y la tranquilidad mundiales. Buscan ansiosamente nuevos sistemas de gobierno, nuevos y adecuados modos de vida y un método por el cual puedan establecer rectas relaciones humanas. Presentan un campo de expresión para las Fuerzas de Iluminación y les ofrecen la oportunidad de cambiar los modos de pensar humanos; son movilizados por las energías portadoras de luz en el planeta, de modo que la sabiduría, la comprensión y la habilidad en la acción, puedan caracterizar las actividades de los hombres en el futuro inmediato.

El organizador de estas Fuerzas en este momento es el Buda, siendo el símbolo del esclarecimiento de la iluminación. Innumerables millones de personas a través de las edades Lo han reconocido como Portador de Luz desde lo alto. Sus Cuatro Nobles Verdades expusieron las causas de la dificultad humana y señalaron la cura. Su mensaje puede ser parafraseado en las siguientes palabras: Cesen de identificarse con las cosas materiales; adquieran un exacto sentido de los valores espirituales; cesen de considerar las posesiones y la existencia terrestre como de principal importancia; sigan el Noble Óctuple Sendero, el sendero de las rectas relaciones -rectas relaciones con Dios y entre sí-, así serán felices. Los pasos de este sendero son:

Correctos Valores Correcta Aspiración
Correcta Palabra Correcta Conducta
Correcto Modo de Vivir Correcto Esfuerzo
Correcto Pensar Correcto Arrobamiento o Felicidad

Su antiguo Mensaje es tan nuevo hoy como lo fue cuando pronunció Sus palabras en la Tierra; hay una necesidad imperiosa de que se reconozca Su verdad y se sigan los “ocho modos correctos de vivir”, que permitirán a la humanidad alcanzar la liberación. Sobre cimientos de Su enseñanza Cristo erigió la superestructura de la hermandad del hombre, para constituir una expresión del Amor de Dios. Hoy, al observar al mundo destruido y devastado, la humanidad tiene una nueva oportunidad para rechazar los móviles y la filosofía egoísta materialista e iniciar esos procesos que -constante y gradualmente- traerán su liberación. Entonces los hombres podrán hollar el Camino Iluminado que conduce de vuelta a la divina Fuente de luz y amor.

El Buda pudo señalar la meta e indicar el Camino porque había realizado la plena iluminación; el Cristo fue el ejemplo de Aquel que alcanzó la misma meta; el Buda abandonó el mundo después de alcanzar la iluminación; el Cristo volvió a nosotros, proclamándose la Luz del Mundo y nos mostró que podríamos también aprender a hollar el Camino Iluminado.

El Buda, Cuyo Festival se celebra siempre en la Luna llena de Tauro, que este año cae en la última semana de abril, actúa hoy como agente de esa gran vida en Quien vivimos nos movemos y tenemos nuestro ser, siendo Él Mismo la verdadera Luz del Mundo y el Iluminador planetario. Me refiero al Anciano de los Días (como lo denomina El Antiguo Testamento), al Dios de Amor, a Sanat Kumara, al Eterno Joven, Aquel Que Mantiene vivos a todos los hombres y Que conduce a toda Su creación por el sendero de evolución, hasta su consumación -consumación de la cual no tenemos la más mínima idea.

 

Año tras año, desde que el Buda alcanzó Su meta de iluminación, siempre se hizo un esfuerzo para acrecentar la afluencia de iluminación al mundo y arrojar la luz de la sabiduría, la experiencia y la comprensión (según se la denomina) en las mentes de los hombres. En cada Luna llena de Tauro éste ha sido el esfuerzo de las Fuerzas espirituales que cumplen la Voluntad de Dios. Este año harán un supremo esfuerzo durante los cinco días de la Luna llena (25 al 30 de abril), y en la conferencia de San Francisco se pondrá a prueba la eficacia de Su actividad. Les pediría que recuerden esto y les ruego se movilicen para este fin.

Un gran Triángulo de Fuerza será llamado a actuar durante esos cinco días que constituirá el núcleo por intermedio del cual trabajarán las Fuerzas de Iluminación. Las tres Vidas que controlan las energías que se espera serán liberadas para la iluminación de las mentes de los hombres son:

El Señor del Mundo, la luz de la Vida Misma.
El Buda, el Señor de la Sabiduría, que trae luz espiritual a la Jerarquía y revela el propósito divino.
El Cristo, el Señor de Amor, que presenta la demanda de la humanidad y actúa como Agente distribuidor de las Fuerzas de la Iluminación.

Las Fuerzas de la Luz, en el plano físico, han rechazado a las fuerzas del mal y de la oscuridad y están llevando la guerra a un fin, por medio de la derrota de las Naciones del Eje.

Pero otra gran “división” de esas Fuerzas (si puedo emplear simbólicamente un término militar) está siendo movilizada y puede ser llevada al servicio activo en la Luna llena de Tauro, si la demanda es suficientemente fuerte, mentalmente poderosa y adecuadamente enfocada. Estas Fuerzas trabajan enteramente sobre el nivel mental y con las mentes de los hombres; su tarea es llevar a un fin la batalla entre las Fuerzas de la Luz y las Fuerzas de la Oscuridad -no sólo físicamente, sino también mediante la inauguración de una era de recto pensar.

 

Esto pondrá fin al ciclo actual de la angustia emocional, la agonía, el espejismo, la ilusión y los deseos materialistas, que forman hoy el canon de vida de los hombres, lo cual debe hacerse por medio de la voluntad espiritual, que actúa como iluminación en el plano mental y se demuestra como sabiduría y habilidad en la acción, motivada por la comprensión amorosa. Estos tres aspectos de la luz -el esclarecimiento mental, la iluminación que confiere la sabiduría y la comprensión amorosa- encuentran su perfecta expresión en el Señor del Mundo (al cual los ortodoxos llaman Dios) y en Sus reflejos, el Buda y el Cristo -el Primero trajo la Iluminación al mundo y el Segundo demostró la realidad del Amor de Dios.

 

Estas tres grandes expresiones de la divinidad (una de ellas tan divina que Lo podemos conocer sólo por intermedio de Sus representantes) pueden ser llamadas a una nueva y más potente actividad, mediante la correcta invocación en el momento de la Luna llena de Tauro. Los que pueden llevar a cabo este gran acto de invocación son las personas de mente espiritual de todas partes, los estadistas iluminados, los guías religiosos y los hombres y mujeres de buena voluntad, si pueden permanecer con intención masiva, particularmente durante todo el mes de abril, en la Pascua. Su ayuda también puede ser invocada por la gran necesidad de los hombres, mujeres y niños de todas partes que no pueden expresarlo, porque no saben a dónde dirigirse, pero cuyo llamado es oído y registrado.

Sin embargo, su trabajo debe ser enfocado y complementado mediante los intelectuales del mundo, “las personas prominentes que aman a la humanidad”, trabajan en distintas organizaciones y grupos dedicados al mejoramiento humano, y también por personas representativas y altruistas. Ellos deben recibir la afluencia de “sabiduría iluminada” y comprensión amorosa; hoy esto puede ser posible en forma nunca conocida. El éxito del esfuerzo que está siendo espiritualmente planeado depende de la capacidad del género humano de emplear la luz que ya posee, a fin de establecer rectas relaciones en sus familias, en sus comunidades, en su nación y en el mundo.

Este asunto de estar en posición de recibir y luego ser agente de la. iluminación, es algo intensamente práctico. Se espera que la respuesta sea tan real que constituya una actividad grande y uniforme, que conmueva a toda persona reflexiva, y haga recaer la responsabilidad de establecer rectas relaciones humanas a los hombres y mujeres de buena voluntad y no a las sufrientes masas irreflexivas y no evolucionadas. Este punto importante debe tenerse en cuenta. Si las personas reflexivas y los ejecutivos del mundo permiten que el espíritu de la sabiduría y la comprensión, ilumine sus mentes, podrán actuar como distribuidoras de esa luz por medio de la planificación y la legislación iluminadas, afectando así a todo el mundo. Ésta es la inmediata oportunidad que está por delante, y cuando digo “inmediata”, me refiero a los días venideros del Festival de Wesak, que debería tener un efecto pronunciado sobre la Conferencia de San Francisco. También me refiero a los próximos cinco años, con sus cinco Festivales de Wesak que caen en cinco Lunas llenas de mayo o Tauro.

Este año marcará un esfuerzo culminante en la larga relación del Buda con la humanidad. Año tras año, desde que Él dejó la tierra, retornó a la humanidad trayéndole luz y bendición. Año tras año, libera esta luz y presenta la oportunidad a las Fuerzas de la Iluminación, para fortalecer Su aferramiento en las mentes de los hombres. El éxito de Su esfuerzo ha sido tan grande que condujo al acrecentamiento del conocimiento, a la gloria de la ciencia moderna y a la difusión de la educación, que caracterizó a los últimos quinientos años. El conocimiento es la marca distintiva de nuestra civilización, y fue siempre mal aplicado y dedicado al egoísmo de los hombres, y ha sido algo impersonal personalmente aplicado, y esto debe terminar. Ahora otra fase de esa luz puede empezar a demostrarse como resultado del pasado y eso es Sabiduría. Sabiduría es la aplicación iluminada del conocimiento, por medio del amor, a los asuntos de los hombres. Es comprensión, vertiéndose en todas partes como resultado de la experiencia.

Por lo tanto, exhorto a cada uno de ustedes a prestar un gran servicio de demanda e invocación en favor de la humanidad -demanda para la afluencia de luz sobre las decisiones de los hombres. Quisiera que pidan y esperen la iluminación necesaria para quienes tienen que tomar una decisión en favor de los hombres de todas partes. Su iluminación individual nada tiene que ver con esta demanda. Lo que se requiere es un móvil altruista, el cual debe estar detrás de la demanda individual y grupal. Ustedes están demandando percepción esclarecida e iluminada, para quienes deben guiar el destino de las razas, las naciones y los grupos mundiales. Sobre sus hombros descansa la responsabilidad de emprender una sabia acción, basada en la comprensión mundial, en bien de la colaboración internacional y en el establecimiento de rectas relaciones humanas.

Durante todo este mes de abril, hasta el primero de mayo, el deber principal es comprender esto. Hoy los exhorto a apoyar a las Fuerzas de Iluminación. Como individuos, deben trabajar para tener una mente abierta y receptiva, libre de prejuicio o partidismo nacional; como individuos, deben pensar en términos más amplios, de un solo mundo y de una sola humanidad. La masa que piensa correctamente y la demanda convincente de los que como ustedes tratan de servir al Cristo, puede respaldar a los legisladores del mundo, traer grandes resultados y liberar las Fuerzas de Iluminación en forma nueva y poderosa.

La concentración sobre el trabajo que debe realizarse es de tanta importancia y exigirá actividades tan prácticas, que ya no escribiré más sobre ello. Deseo mantener claros los problemas inmediatos. Más adelante consideraremos las Fuerzas de Reconstrucción. Quisiera terminar este mensaje con palabras escritas hace muchos años. Expresan la actitud y la orientación necesarias.

Les pido que abandonen sus antagonismos y antipatías, sus odios y diferencias raciales y que traten de pensar en términos de una familia, una Vida y una humanidad.

 

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MENSAJE DE PASCUA
Pascua 1945

En este día recordamos la Resurrección -resurrección que se repite universal y eternamente. Deseo hablarles de Cristo, de Su obra, como Guía de la Jerarquía, y de la reconstrucción que la humanidad debe emprender y que la Jerarquía trata de impulsar en estos momentos. Se ha planeado un gran período de reconstrucción. Las dos palabras, alrededor de las cuales me propongo desarrollar mi tema son: Resurrección y Reconstrucción. Será una reconstrucción desarrollada por quienes conocen el significado de la resurrección, e implicará la resurrección de la humanidad mediante los intelectuales y las personas de buena voluntad. Los dos grupos -la Jerarquía y la Humanidad- deberán ponerse en más estrecha relación, lo cual es perfectamente posible si los seguidores de Cristo se dan cuenta de la oportunidad y asumen sus responsabilidades. Indicaré que cuando empleo la frase “los seguidores de Cristo”, me refiero a todos los que aman a sus semejantes, cualquiera sea su credo o religión. Únicamente sobre esta premisa básica podemos fundamentar un futuro pleno de esperanza.

No me interesa que quienes lean mis palabras, acepten o no la enseñanza esotérica sobre la existencia de una Jerarquía espiritual y planetaria, presidida por el Cristo, o si piensan en términos del Cristo y Sus discípulos. El reconocimiento esencial que pido, es que se considere como activo a este Gran Grupo de Seres Espirituales, generalmente reconocidos por todo el mundo y las grandes religiones. El punto de vista de los cristianos respecto al Cristo, está basado en lo que Él hizo por nosotros hace dos mil años, indicando simbólicamente el camino que debemos recorrer todos los aspirantes.

 

Tal visión representa un Cristo en un vago y lejano cielo, inactivo y expectante, “descansando sobre Sus laureles”, sin hacer nada prácticamente hasta el momento en que los hijos de los hombres, de todas las razas y credos, lo aclamen como Salvador; esto lo hacen como individuos y representantes de la Iglesia cristiana organizada, lo cual es la imagen de un Cristo que escucha y observa, animado por la piedad y compasión, pero que habiendo hecho cuanto pudo, ahora espera que hagamos nuestra parte, siendo también imagen de aquel que espera ser aceptado teológicamente por toda la humanidad. En la mente estrecha del teólogo fundamentalista, Cristo aparece presidiendo un pacífico lugar llamado Cielo, en el cual son bienvenidos los elegidos; también se Lo ve destinando a un oscuro y eterno lugar de castigo a todos los que son conscientes de su propia integridad y responsabilidad espirituales, pero rehúsan congregarse en Iglesias organizadas y llevan una vida ociosa y pecaminosa. A esta vasta multitud -probablemente la mayoría- no les llega Su amor y compasión, permaneciendo inconmovible Su corazón. Al parecer Él no se preocupa de sí sufren eternamente o son aniquilados completamente.

Esto en verdad no puede ser así. Ninguna de estas imágenes es exacta o adecuada; son falsas en todo el sentido de la palabra.

Esto lo comprenden los pensadores más inteligentes del mundo. Desde el instante del Plenilunio de Géminis, que se celebra este año en la última semana de mayo, las iglesias de la Cristiandad deberán difundir un mensaje distinto si aspiran a satisfacer las necesidades de la humanidad y contribuyen así a la obra de reconstrucción que hay por delante. No pueden detener esta obra, pero las iglesias podrán ser ignoradas si demuestran la incapacidad de pensar con claridad y si no se liberan de su estrechez teológica.

Resurrección es la nota clave de la naturaleza, pero no la muerte. La muerte es la antecámara de la Resurrección. Resurrección da la clave del mundo de significados y es el tema fundamental de todas las religiones del mundo, pasadas, presentes y futuras. Resurrección del espíritu en el hombre, en todas las formas, en todos los reinos; es el objetivo de todo proceso evolutivo, lo cual significa liberarse del materialismo y del egoísmo. En tal resurrección, la evolución y la muerte son meras etapas preparatorias y familiares. La tónica y el mensaje dados por el Cristo, cuando estuvo la última vez en la tierra, fue Resurrección, pero fue tal la morbosidad del género humano y estaba tan envuelto por el espejismo y la ilusión, que permitió que se desviara la comprensión de Su muerte, en consecuencia, durante siglos, el énfasis fue puesto sobre la muerte y, únicamente en el día de Pascua o en los cementerios, se recuerda la Resurrección. Esto debe cambiar. Permitir que esta situación se perpetúe no ayuda a la comprensión progresiva de las verdades eternas. La Jerarquía trata ahora de producir este cambio, alterando así el acercamiento de la humanidad al mundo de lo invisible y a las realidades espirituales.

Sin embargo, antes de que la Jerarquía pudiera hacer algo, nuestra actual civilización debía morir. En el curso del siglo venidero, se develará el significado de la resurrección y 1a nueva era revelará su verdadera significación. El primer paso será el resurgimiento de la humanidad de la muerte de su civilización, de sus antiguas ideas y de sus modos de vida, el abandono de sus objetivos materialistas y su condenable egoísmo, y su progreso hacia la clara luz de la Resurrección. No hablo en términos simbólicos o místicos; me refiero a hechos, hechos tan reales e inminentes como el venidero ciclo de Conferencias, para los cuales los últimos doscientos años han preparado a la humanidad. Esta preparación ha culminado en la inquietud del siglo XX, y ha conducido a los horrores de esta guerra mundial, 1914-1945.

El verdadero trabajo del Ciclo de Conferencias, sobre el cual escribí anteriormente, se iniciará en San Francisco. Allí se preparará el terreno para los procesos que darán entrada a una era de relativa tranquilidad, lo cual abrirá la puerta de la oscura caverna del materialismo y apartará la piedra del sepulcro, en el que durante tanto tiempo ha estado yacente la humanidad. Luego se darán los pasos que conducirán a una vida nueva y mejor, que dará expresión al Espíritu de Resurrección. Estos hechos -a producirse muy pronto- son físicos, demostrándose como tales, si los discípulos del mundo reconocen lo que Cristo quiere, y si los hombres y mujeres de buena voluntad se preparan para responder a tales deseos.

Hablando simbólicamente, el primer paso, después del advenimiento del espíritu de Resurrección, será similar al que nos relata La Biblia. María, la mujer de dolores, de experiencia y de aspiración, simboliza (como siempre sucede en el simbolismo del mundo) el materialismo. La humanidad debe exclamar con ella: “Me han quitado a mi Señor y no sé dónde lo sepultaron”. Pero ella se lo preguntó al Señor Mismo, sin reconocerlo; sólo sentía su propia necesidad y desolación. Así debe ser nuevamente. La humanidad materialista, sufriente, encara el futuro con desesperación y agonía, porque tiene aún aspiraciones, pues debe surgir de la cavern5 de la materia y buscar a Cristo, y Lo hallará, pero al principio no Lo reconocerá, como tampoco el trabajo que intenta realizar. Las Iglesias materialistas -envueltas y sumergidas en sus conceptos teológicos, buscando poder político o posesiones, construyendo templos y catedrales, olvidando “el Templo de Dios, no hecho con las manos, eterno en los Cielos”-, se preocupan de los símbolos y no de la realidad. Ahora deben reconocer que el Señor no está con ellos; deben también salir, como Maria, a buscarlo nuevamente. Si lo hacen, con seguridad Lo encontrarán y volverán a ser Sus Mensajeros.

El hecho de la Resurrección será demostrado durante los próximos siglos. El Cristo viviente caminará entre los hombres y los guiará al Monte de la Ascensión. Pentecostés será una Verdad.

Todos los hombres estarán bajo la oleada de la inspiración proveniente de lo alto, y aunque hablen distintas lenguas, todos se comprenderán.

Clasificaré lo que tengo que decir, en dos partes:

El Trabajo de Cristo en la Actualidad.
El Próximo Trabajo de Reconstrucción.

Ambas imparten las mismas ideas básicas, de manera que se complementan; proclaman el hecho de que todo lo que nos concierne, tiene lugar en la Tierra, de acuerdo con los anteproyectos que guían al trabajo de Cristo (cuando empleo las palabras “nos concierne”, me refiero a las reacciones: física, emocional y mental del hombre). Proclaman el hecho de que todo estado de conciencia está enraizado dentro de la humanidad y que todos son hechos reales aquí y ahora, si sólo los hombres lo supieran; proclaman además la verdad de que Cristo nunca nos ha abandonado por un cielo lejano y nebuloso, sino que permanece cerca nuestro; proclaman que Su interés, Su ardua tarea en beneficio nuestro y las actividades de Sus discípulos activos, los Maestros de Sabiduría y los Señores de Compasión, se hallan también con nosotros, aquí y ahora; proclaman que no estamos solos, sino que las Fuerzas de la Luz y del Esclarecimiento están en constante actividad; que se movilizan las fuerzas y la sabiduría de Quienes saben, para ayudar al género humano y que nada puede detenerlas, ni impedir tampoco el contacto entre el Centro de aspirantes inteligentes, la humanidad, y el grupo espiritual interno, la Jerarquía.
 


El Trabajo de Cristo en la Actualidad
No olviden un punto importante. La Jerarquía misma es la consecuencia de la actividad y de la aspiración de la humanidad, y ha sido creada por ésta. Sus miembros son seres humanos que han vivido, sufrido, fracasado, realizado, triunfado, soportado la muerte y pasado por la experiencia de la resurrección. Son de la misma naturaleza de quienes hoy luchan con los procesos de desintegración, pero que, a pesar de todo, llevan en sí la simiente de la resurrección. Los miembros de la Jerarquía conocieron y dominaron todos los estados de conciencia; los dominaron como hombres, garantizando así a la humanidad la misma realización máxima.

 

Tenemos la tendencia a considerar a los miembros de la Jerarquía como radicalmente distintos de la humanidad, olvidando que la Jerarquía es una comunidad de hombres triunfantes que se sometieron anteriormente a los fuegos purificadores del diario vivir, trabajaron por su propia salvación como hombres y mujeres del mundo, comerciantes, marido y mujer, y como agricultores y gobernantes; por lo tanto, conocen la vida en todas sus fases y graduaciones. Superaron las experiencias de la vida. Su Gran Maestro es Cristo; pasaron por las iniciaciones del nuevo nacimiento, del bautismo, de la transfiguración, de la crucifixión final y la resurrección. Pero continúan siendo hombres; se diferencian de Cristo en que Éste, el primero de nuestra humanidad que alcanzó la divinidad, el Primogénito de una gran familia de hermanos (según lo expresa San Pablo), el Maestro de Maestros e Instructor de ángeles y hombres, fue considerado tan puro, tan santo y tan iluminado, que se le permitió personificar para nosotros, el gran principio cósmico del amor; de esta manera, Él reveló, por primera vez, la naturaleza del corazón de Dios.

Por lo tanto, estos hombres perfectos existen. Son algo más que hombres, porque el espíritu divino en Ellos registra todos los estados de conciencia y de percepción -subhumana, humana y superhumana. Este desenvolvimiento incluyente les permite trabajar con los hombres, ponerse en contacto con la humanidad cuando es necesario, y saber cómo guiamos al pasar las fases de la resurrección.

Es innecesario extendernos aquí, acerca del mundo al que Ellos tratan de ayudar y salvar. Los verdaderos pensadores conocen el estado actual de la humanidad. Devastación, crucifixión, masacre y muerte, predominan; tristeza, dolor, desilusión y pesimismo condicionan el pensamiento y las reacciones de millones de seres; mientras que la situación de las masas, indefensas e irreflexivas, ha llegado a un inconcebible sufrimiento. La ignorancia, la incomprensión y el egoísmo de los hombres, en todas partes, especialmente en los países que escaparon a los estragos de la guerra, agravan la situación. No obstante, la Jerarquía encara hoy con serenidad y confianza Su ardua tarea.

Voy a ocuparme de un aspecto del trabajo y de la actitud de la Jerarquía, que puede ser motivo de incomprensión para los que tienen visión y (si así puedo describirlo) un corazón oprimido, aunque amoroso. Me refiero a la actitud asumida por la Jerarquía durante los años de guerra. Esta actitud dio lugar a críticas. Permítanme ser explícito y además introducir la ecuación tiempo. Bien puedo hacerlo, porque mediante mis escritos se ha afirmado y expuesto públicamente la posición de la Jerarquía.

En 1932 escribí una serie de folletos destinados a movilizar a los discípulos del mundo, titulados El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, y a incitar a los hombres y mujeres de buena voluntad a un esfuerzo final para despertar a la humanidad y hacerle ver la necesidad de cambiar. Traté de promover una limpieza general e inducir a los hombres a dar los pasos necesarios para evitar la guerra, que la Jerarquía veía cada día más cerca. De manera incomprensible y no soñada por el hombre común, las Fuerzas del Mal surgían poderosamente de su antigua guarida, tratando de descubrir a quienes podían moldear y obsesar, para llevar así más rápidamente a la humanidad hacia el desastre. Las fuerzas del mal hallaron en todos los países mentes receptivas a sus impulsos malignos, y descubrieron también que era posible tomar posesión de dos países, Alemania y Japón y, en menor medida, de Italia.

La Jerarquía, previendo esto, intentó contrarrestar dichos esfuerzos; apeló a las personas de mente espiritual del mundo; su llamado llegó a millones de seres y culminó, en mayo de 1936, con un esfuerzo planetario donde se empleó la Gran Invocación en vasta escala, en la mayoría de los países del mundo. Esta obra de amor continuo durante tres años. La Jerarquía se esforzó por salvar a la humanidad y hacer ver a los hombres el inminente peligro que se cernía sobre ellos; trató de detener el egoísmo humano y de dar una nueva orientación a los valores espirituales y así impedir la guerra. Sus esfuerzos fracasaron. Los hombres y mujeres de buena voluntad y las personas de tendencia espiritual fueron incapaces de apreciar la verdadera naturaleza del inminente peligro.

 

Algunos se dieron cuenta e hicieron cuanto pudieron; pocos trabajaron esforzadamente, confiados en la sabiduría de los que sabían, y les pidieron ayuda; la mayoría se sintió perturbada y preocupada, pero ninguno de ellos comprendió suficientemente el doble peligro que enfrentaba a la humanidad: el peligro que surgía del egoísmo y la codicia humanos, más el peligro que se acercaba a la tierra, debido a las fuerzas combinadas del mal. Estas fuerzas estaban organizadas por seres de la más maligna y experta experiencia; se habían preparado para obsesar y luego dominar al negativo pueblo alemán, regido por un grupo da hombres de tan positivo egoísmo y agresivo espíritu materialista, que fácilmente podían convertirse en agentes de las fuerzas subjetivas del mal.

En setiembre de 1939, la suprema malignidad se desató en la Tierra. Debido a que la Jerarquía no pudo ni quiso infringir el libre albedrío humano, se manifestó el mal que la humanidad misma había engendrado, apareciendo algo a lo cual algunas naciones e individuos respondieron; así se inició la segunda guerra mundial. El mal desenfrenado tomó posesión de la Tierra, valiéndose de las naciones del Eje, y los alemanes invadieron Polonia. Este país fue el receptor del primer impacto, debido a su egoísmo nacional, la supresión de las clases inferiores, la exaltación de una aristocracia de mentalidad fascista y su odio a los judíos. Las Naciones Aliadas empezaron entonces a organizarse lentamente bajo la inspiración de las Fuerzas de la Luz. Se desaté la guerra.

Bajo estas circunstancias, ¿qué podía hacer la Jerarquía? A la humanidad se le dio plena oportunidad para evitar que el mal descendiera a la manifestación. Los dirigentes y los humanitarios proclamaron la necesidad de reformas. ¿A qué bando debía apoyar e influir la Jerarquía? ¿ Debía tomar partido o mantenerse apartada y adoptar la posición del que mira, el observador? ¿ Debía mantenerse por encima de los actos de la humanidad y esperar a qué se decidiera la batalla? ¿ Debía ajustarse a las ideas sentimentales del público religioso y hablar sólo de paz, cuando no había paz, y adoptar la actitud negativa de amor a todos los pueblos, mientras el odio se extendía desenfrenado sobre la Tierra?

Recuerden que si esta guerra se pareciera a otras guerras, ocurridas en el transcurso de los siglos, y fuera simplemente la lucha entre grupos humanos y naciones, la Jerarquía hubiera permanecido al margen del conflicto y dejado al género humano decidir la victoria, en mérito de los bandos en lucha. Pero esta vez algo más estaba involucrado, y la Jerarquía lo sabía. Esta guerra no sólo ha sido un conflicto agresor entre naciones, o de odio entre los exponentes de ideologías antagónicas, sino algo mucho más serio.

 

La Jerarquía sabía qué fuerzas extremadamente poderosas se aprovechaban de la estupidez humana, a fin de entrometerse en los asuntos humanos, y qué poderosos grupos de seres malignos estaban organizados para explotar la situación mundial existente. Sabía también que la combinación del antiguo mal con el egoísmo de los hombres sería inevitablemente demasiado fuerte, aún para las Naciones Aliadas, si no recibían ayuda para enfrentar a las Potencias del Eje y a los Señores del Mal, que surgieron de su guarida. La Jerarquía se puso del lado de las Naciones Aliadas y lo hizo saber. Decidido esto, se tomaron medidas físicas precisas para ayudar a las fuerzas de la Luz; se escogieron cuidadosamente los hombres y dirigentes, y los discípulos elegidos fueron puestos en posiciones de poder y autoridad.

 

Los dirigentes de las Naciones Aliadas y sus ejércitos, no son hombres sin Dios como los de las Potencias del Eje, son hombres de rectitud y propósitos espirituales y humanitarios, por lo tanto, capaces de trabajar, consciente e inconscientemente, bajo la inspiración de la Jerarquía. Esto ha quedado ampliamente demostrado. En virtud de esta decisión de la Jerarquía, el Cristo se convirtió automáticamente en Guía de estas Fuerzas.

El trabajo del Cristo ha sido grandemente entorpecido por el dulce sentimentalismo de los cristianos irreflexivos y por los bien intencionados, pero a menudo ignorantes pacifistas. Ambos grupos hubieran sacrificado el porvenir de la humanidad con simples métodos de “no ofender”, “ser bondadosos” o de tomar medidas suaves. Las fuerzas del mal que acechan hoy al mundo, no entienden tales medidas. El grito de tales personas de que “Dios ama a todos los hombres” es verdad, y lo será eternamente, siendo uno de los hechos inalterables de la existencia misma. Dios ama, sin diferencias y sin tener en cuenta la raza o el credo. Para tan Grande Vida nada importa más que la humanidad y su perfeccionamiento, porque de la humanidad depende la salvación de todos los reinos de la naturaleza. Pero tal afirmación (hecha en tiempo y espacio, en lo que al aspecto forma concierne, y no al espíritu del hombre> es con frecuencia engañosa y las personas sencillas olvidan que el Cristo dijo: “El que no está conmigo está contra mí”.

Los hombres tampoco comprenden el poder del pensamiento, manejado por Quienes trabajan con el Cristo y regidos por Él. El pensamiento es energía divina pura, impersonal y, como la del Sol, se derrama igualmente sobre los dignos y los indignos, a no ser que esté dirigida definida y deliberadamente. La Jerarquía se ha visto frente al problema y a la necesidad de evitar que la energía mental, pura e impersonal, llegue a las filas de quienes luchan contra la libertad humana; porque tal energía estimula las mentes y los procesos mentales de los buenos así como de los malos. Este peligro fue contrarrestado deliberadamente, dirigiendo Su pensamiento a las fuerzas que luchaban a las órdenes de los conductores de las Naciones Aliadas y poniéndose abiertamente de parte de las rectas relaciones humanas. No se atrevieron a obrar de otra manera, porque en su lugar y circunstancias, los líderes de las fuerzas del mal demostraron ser más sagaces y calculadores que quienes luchaban en favor de la libertad humana. Los bondadosos, bienintencionados, pero ignorantes pensadores cristianos, pasan por alto esta distinción y necesidad.

El trabajo del Cristo, en relación con la guerra, ha sido también entorpecido por negociantes de todas las naciones, especialmente en los países neutrales que se beneficiaron con la guerra, como también con las grandes empresas de muchos países, enfocadas en grupos financieros en toda nación poderosa, particularmente en los Estados Unidos. El Cristo ha sido también entorpecido por individuos que explotan el sufrimiento de la humanidad para su provecho.

Por lo tanto, cuando estalló la guerra y la humanidad decidió luchar, y las fuerzas del mal se desataron sobre nuestro planeta, la Jerarquía cesó en Sus esfuerzos para traer paz; por medio de la buena voluntad, y Se puso abiertamente del lado de los que luchaban para hacer retroceder a su lugar de origen a las fuerzas del mal y derrotar a las naciones del Eje. A causa de esta decisión de la Jerarquía, los irreflexivos pretenden que las afirmaciones de los que representan a la Jerarquía en la Tierra, son contradictorias y que Sus acciones no son compatibles con las ideas preconcebidas sobre cómo debería demostrarse el amor.

 

Durante los últimos cinco años, los esfuerzos del Cristo y los de Sus seguidores, los Maestros de Sabiduría, fueron dirigidos a clarificar en las mentes de los hombres los verdaderos hechos para indicar la correcta acción a seguir y a unificar la política interaliada. Se ocuparon de agrupar a los hombres de buena voluntad de todo el mundo, en preparación para el Ciclo de Conferencias y los reajustes mundiales que se avecinan. Trataron de proteger a los que sufren, organizando métodos de socorro, inspirando a las mentes de los jefes de los ejércitos, e incitando a la opinión pública a tomar esas medidas que, con el tiempo, traerán rectas relaciones humanas. Temporariamente, se ha dejado a los pueblos alemán y japonés librados a su destino y entregados a merced de las fuerzas del mal. El presente desastre en Alemania es el testimonio de lo que el mal puede traer a quienes lo siguen.

 

Además de los métodos de fortalecer a las Fuerzas de la Luz y de sacar a la humanidad del mal que ha descendido sobre ella, la Jerarquía Se dedicó a actividades que no pueden ser reveladas, porque se relacionan con la manipulación de las fuerzas subjetivas del mal. Podemos apreciar la potencia de tales fuerzas por el largo período que ha durado la guerra y también por el hecho de que dos naciones hayan sido capaces de resistir, hasta hace unos meses, a un mundo entero de Naciones Aliadas contra ellas. Esto, en sí mismo, es un hecho notable y testifica la fortaleza del mal, objetivo y subjetivo, que trató de dominar al género humano. Si la Jerarquía no Se hubiera puesto del lado de las Naciones Aliadas, apoyándolas con todo el poder de Su pensamiento, la victoria estaría aún muy lejos. Hoy ya está casi en nuestras manos.

Es un error creer, como algunos lo hacen, que la tendencia principal del trabajo del Cristo reside en la Iglesia y en las religiones mundiales. Lógicamente trabaja por ese medio cuando las condiciones lo permiten y si hay un núcleo viviente de verdadera espiritualidad en ellas, o cuando el llamado invocador es suficientemente poderoso para llegar hasta Él; utiliza todos los canales posibles por los cuales puede expandirse la conciencia del hombre y lograrse la correcta orientación. Es, por lo tanto, más correcto decir que actúa como Instructor del Mundo y que las Iglesias no son más que uno de los medios de enseñanza que Él utiliza.

 

Todo cuanto ilumina las mentes de los hombres, toda divulgación que tiende a establecer rectas relaciones, humanas, todos los medios de adquirir verdadero conocimiento, todos los métodos de transmutar el conocimiento en sabiduría y comprensión, todo cuanto expande la conciencia de la humanidad, todos los estados subhumanos de percepción y sensibilidad, todo lo que disipa el espejismo y la ilusión, todo lo que rompe la cristalización y perturba las condiciones estáticas, son actividades realistas del sector interno de la Jerarquía, que Él supervisa. El Cristo está limitado por la calidad y calibre de la invocación humana, que a su vez está condicionada por la etapa de evolución alcanzada.

En la Edad Media, y anterior a ésta, las Iglesias y las Escuelas de Filosofía proveyeron las principales avenidas para la actividad del Cristo, pero hoy no es así. Las Iglesias y la religión organizada harían bien en recordarlo. El Cristo ha transferido Su énfasis y atención hacia dos nuevos campos de esfuerzo: primero, al campo de la educación mundial y, segundo, a la esfera de la complementación inteligente de esas actividades regidas por el departamento de gobierno, en sus tres aspectos: estatal, político y legislativo.

 

El pueblo empieza a darse cuenta de la importancia y la responsabilidad de los gobiernos; por lo tanto, la Jerarquía comprende que antes que el ciclo de la verdadera democracia (como ya existe, y se demostrará con el tiempo) pueda venir a la existencia, es imperativamente necesaria la educación de las masas sobre la cooperación estatal en la estabilización económica, mediante la participación equitativa y la limpia interacción política. La larga separatividad entre la religión y la política debe terminar; esto puede ocurrir ahora, gracias al alto nivel de inteligencia de las masas humanas, y al hecho de que la ciencia ha acercado tanto a los hombres, que lo que ocurre en lejanos lugares de la superficie de la Tierra despierta el interés general en pocos minutos. Tiempo y espacio están hoy anulados.
 


El Próximo Trabajo de Reconstrucción
Me he referido al plenilunio de Géminis como la “Oportunidad Excepcional de Cristo”. (La Reaparición de Cristo, Capítulo II). Qué implica exactamente esta afirmación, no estoy autorizado para revelarlo, pero puedo arrojar alguna luz sobre un aspecto de ella.

 

1. Ha sido por mucho tiempo una leyenda (¿ Y quién puede decir que no es una realidad?), de que en cada plenilunio de Géminis el Cristo repite y predica al mundo el último Mensaje del Buda (a los corazones y las mentes de los hombres), vinculando así la plena iluminación de la Era precristiana, más la sabiduría del Buda, al ciclo de distribución de la Energía del amor, de la cual el Cristo es responsable.

Este año, el mensaje del pasado y del presente será ampliado, realzado y complementado, mediante la enunciación de una nueva nota, palabra o tema, que distinguirá a la nueva era y caracterizará la civilización y cultura venideras. Será la culminación del pasado y sembrará la simiente del futuro. El significado de esta declaración reside en el hecho de que, telepáticamente, y apoyado por toda la fuerza de la Jerarquía, más la potencia de Quienes tienen la misión de expresar la Voluntad de Dios (y más adelante complementada por la Jerarquía, dirigida por el Cristo), el Instructor del Mundo, por derecho propio, hará ciertas declaraciones y utilizará cierta fórmula de palabras, que crearán el núcleo de la forma mental, y presentará el anteproyecto sobre el cual se desarrollará la nueva era.

 

Para este momento se preparan, desde hace tiempo, el pensamiento y los planes de los aspirantes iluminados del mundo, algunos conscientes, pero mayormente inconscientemente. Con sus esfuerzos proporcionan el conjunto de sustancia mental que será afectada por el próximo pronunciamiento. El Cristo le dará adecuada forma para la actividad creadora del nuevo grupo de servidores del mundo, que actúan en todas las naciones, religiones y grupos: social, económico y político.

Los pronunciamientos del Cristo estarán incluidos en ciertas estrofas, de las cuales las ya dadas, son una pequeña parte. Sólo Él puede emplear estas Palabras de Poder en forma apropiada y con el debido significado y énfasis; únicamente puede darse a la humanidad una paráfrasis inadecuada de ciertas frases, contenidas en tal pronunciamiento, que se podrá utilizar exclusivamente cuando la guerra haya terminada, y no antes. Esto significa que sólo pueden ser utilizadas cuando Alemania y el Japón estén bajo el control de las Naciones Aliadas, a través de las cuales la Jerarquía ha estado actuando. Ello no quiere decir que se alcanzará paz completa, pero sí, el fin de toda lucha agresiva y resistencia organizada, lo cual traerá un período de relativa tranquilidad.

Permaneciendo en Su Propio Lugar, en un punto central de Asia, alejado de las multitudes y del contacto de la humanidad, el Cristo bendecirá al mundo, en el preciso momento del plenilunio de junio. Luego repetirá las últimas palabras o el Sermón del Buda, así como las Bienaventuranzas que pronunció en la Tierra, de errónea e inadecuada traducción, basada en el recuerdo de lo que dijo, y no dictadas directamente por Él. A estos dos Mensajes el Cristo agregará uno nuevo, imbuido de poder para el futuro. Se empleará la parte de lo que Él ha dicho, en la cual pueden participar los hombres durante muchos años, en vez de las dos estrofas de la Gran Invocación, utilizadas durante nueve años.

Respaldando al Cristo Se halla hoy, intensamente enfocada, la Jerarquía, la Cual Se prepara para un gran acto de colaboración espiritual, en el momento del plenilunio de Géminis. Junto con Él los miembros de la Jerarquía invocarán a un grupo de Fuerzas espirituales, a las que (a falta de nombre más adecuado) llamaremos Fuerzas de Reconstrucción.

Les pido que mantengan presente con claridad los tres grupos de energías espirituales que entran en actividad en los tres plenilunios de Aries, Tauro y Géminis, los cuales ayudarán a la humanidad en su tarea principal de reconstruir un mundo nuevo y mejor.

  • Las Fuerzas de Restauración, que actuarán para restablecer la moral y la salud sicológica, complementarán así la resurrección de la humanidad sobre ese ciclo de muerte por el cual ha pasado. El principal objetivo consiste en restaurar la condición mental de los hombres para encarar la vida con actitud sana y optimista. Estas fuerzas traerán una nueva civilización, que será precisamente el trabajo creador del hombre.
     

  • Las Fuerzas de Iluminación. Cuando éstas afluyan a la Tierra, producirán la clara comprensión del Plan que la Jerarquía desea ver realizado; revelarán los asuntos involucrados en su secuencia correcta y posible; darán al pensamiento humano un sentido de proporción, más la capacidad de apreciar los valores espirituales que deben determinar la política objetiva. Estas Fuerzas salvarán la cultura obtenida en el pasado (un pasado muerto y desaparecido, del cual poco se debe recuperar), y complementarán (sobre esas pocas culturas fundamentales del pasado) la nueva y mejor cultura, característica de la nueva era.
     

  • Las Fuerzas de Reconstrucción. Éstas darán entrada a una era de pronunciada actividad creadora, cuyo resultado será la reconstrucción del mundo tangible sobre nuevas líneas. Hará necesaria la destrucción total de las viejas formas. El Cristo pondrá en acción este gran grupo de Fuerzas en el plenilunio de Géminis, porque el centro de Su trabajo residirá definitivamente en el plano físico. Su tarea consistirá en precipitar a la manifestación lo que subjetivamente hizo posible el trabajo de las Fuerzas de Restauración y de Iluminación.

Se puede considerar que estas Fuerzas personifican y ponen de manifiesto el “nuevo materialismo”. Esta declaración merece ser considerada detenidamente. Al encarar las actividades del futuro proceso de reconstrucción, es esencial tener en cuenta que la materia y la sustancia, así como la fusión de las mismas en formas vivientes, son aspectos de la divinidad; la prostitución de la materia para fines egoístas y propósitos separatistas fue responsable del malestar que provocó el sufrimiento y el fracaso, así como del mal que ha caracterizado el curso del genero humano durante las épocas, y precipitó esta guerra mundial.

 

Se le ofrece hoy a la humanidad una nueva oportunidad para construir sobre líneas más sólidas y constructivas, esa mejor civilización que sueñan quienes aman a sus semejantes, y lograr una nueva capacidad para manejar la sustancia. Si los hombres pueden demostrar la sabiduría adquirida, creando una forma que albergue el Espíritu de Resurrección y exprese la iluminación obtenida por la amarga experiencia del pasado, la humanidad resucitará nuevamente.

La oportunidad excepcional que enfrenta el Cristo, al acercarse Su gran Hora, es unificar, sintetizar e integrar todas estas Fuerzas, en una enorme y potente afluencia de energía espiritual. Estas energías abarcan las actividades del Espíritu de Resurrección, la inspiración del Buda, cuando este año imparta la fortaleza de Aquel en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser; fuerza que Cristo mismo pondrá en movimiento, en respuesta al llamado invocador del nuevo grupo de servidores del mundo, de los hombres de buena voluntad y de la “intención masiva” de las masas inarticuladas. Es esencial que tratemos de comprender la unidad de este esfuerzo jerárquico.

La energía que traerá la restauración de la aspiración humana, el correcto idealismo y la fija intención humanitaria, procede de las Fuerzas de Restauración, puestas en acción este año, en el momento del plenilunio de Pascua, bajo la dirección de los Maestros de Sabiduría y bajo la supervisión del Cristo.

Se ocuparán de reorientar la psiquis humana y las inevitables consecuencias de esa reorientación -la adquisición de la visión que traerá el establecimiento de rectas relaciones humanas.

Esto será, en gran parte, el trabajo de la gente espiritual del mundo, los aspirantes, los discípulos activos y, en lo posible, los miembros y las personas espiritualmente orientadas, en las Iglesias y en los grupos humanitarios y esotéricos.

He denominado Fuerzas de Iluminación a la energía que conducirá a la actividad inteligente y al correcto planeamiento mental. Cuando se manifieste, el nuevo grupo de servidores del mundo tendrá la responsabilidad de dirigirlas. Entonces, gracias a los planes claros y precisos de los intelectuales del mundo y de los prominentes servidores humanitarios y raciales, será posible establecer los principios espirituales y las correctas relaciones cooperadoras, que deben caracterizar los asuntos humanos en el futuro. Si los planes se desarrollan tal como se desea, serán afectados los grandes sistemas educativos, las instituciones de difusión mundial y todos los medios dedicados a educar y dirigir el pensamiento público y a moldear la opinión pública.

La energía que he llamado Fuerzas de Reconstrucción será de aplicación más general y afectará a las masas humanas, mediante la acción de los hombres y mujeres de buena voluntad. He delineado aquí el plan de distribución de las tres grandes corrientes de energía divina, que entrarán en actividad en los tres plenilunios del corriente año; uno de ellos ya ha pasado y los otros dos llegarán:

La Energía de Restauración en este plenilunio de abril o de Pascua.
La Energía de Iluminación en este plenilunio de mayo o de Wesak.
La Energía de Reconstrucción en este plenilunio de junio o de Cristo.

La Fuente de inspiración de estos agentes espirituales son:

Primeramente, el Espíritu de Resurrección (un Ser extraplanetario);

luego, el Señor del Mundo, actuando por intermedio del Buda y,

finalmente, el Cristo Mismo.

Los tres actuarán por medio de la Jerarquía, del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo y de los hombres y mujeres de buena voluntad. Tal es el plan general propuesto por Quienes, con un propósito espiritual esclarecido, están hoy preparados para ayudar a la humanidad a pasar de la oscuridad a la luz, de lo irreal o lo real y de la muerte a la inmortalidad. Esta antiquísima plegaria llega hoy a su más profunda significación espiritual. La repetiré en el orden en que va adquiriendo hoy significado.

Condúcenos, oh Señor, de la muerte a la Inmortalidad, De la oscuridad a la Luz, De lo irreal a lo Real.

La belleza de esta síntesis y la maravilla de esta oportunidad, se evidencian a medida que estudiamos lo escrito y consideramos estos aspectos del plan divino. Grandes fuerzas, bajo una poderosa conducción espiritual, están preparadas para precipitarse sobre este mundo humano de caos, confusión, aspiración y perplejidad. Estos conjuntos de energías están preparados para enfocarse y distribuirse, mientras la Jerarquía se halla más cerca que nunca de la humanidad.

 

El nuevo grupo de servidores del mundo está, asimismo, “atento a recibir directivas” en todos los países del mundo; sus miembros están unidos por el idealismo, sus objetivos humanitarios, su sensibilidad a la impresión espiritual, su unido propósito subjetivo, su amor a sus semejantes y por su dedicación al servicio abnegado. Los hombres y mujeres de buena voluntad residen en todas partes, dispuestos a ser guiados hacia la actividad constructiva y a convertirse en agentes (gradualmente entrenados e instruidos), a fin de establecer lo que hasta ahora - no ha existido verdaderamente, rectas relaciones humanas.

Así, avanza la nueva oleada de vida desde el Ser más elevado de nuestro planeta, pasando por grupos graduados espirituales de hombres iluminados y perfectos, que actúan desde el aspecto interno de la vida, al mundo externo del diario vivir, donde hombres y mujeres reflexivos y humanitarios prestan servicio. El Plan está preparado para ser aplicado y complementado inteligentemente; los trabajadores existen, y el poder para trabajar es adecuado a la necesidad. Los tres plenilunios, de los cuales nos hemos ocupado, son simplemente tres momentos en el tiempo, a través de los cuales se liberará el poder necesario.

Aquí tienen, hermanos míos, un cuadro de las posibilidades. Lo presenté hoy, debido a la necesidad del mundo; es la base para un acercamiento sensato y optimista en el futuro; tenemos aquí la seguridad de que el mundo puede ser reconstruido, la acción constructiva puede emprenderse con éxito, la iluminación será crecientemente manifiesta y la humanidad resucitará de su desdichado pasado, al nuevo mundo de comprensión, tranquilidad, colaboración y renovado impulso espiritual.

Sin embargo, la tarea no será fácil y las energías espirituales que se liberarán evocarán inevitablemente oposición. El egoísmo y el odio, con sus efectos secundarios de codicia, crueldad y nacionalismo, no han muerto ni morirán por mucho tiempo. En el mundo de posguerra, estas condiciones deben ser ignoradas y el nuevo grupo de servidores del mundo y los hombres y mujeres de buena voluntad deben trabajar juntos por una educación más iluminada, una vida económica cooperativa y por rectas relaciones humanas, en todos los sectores de la experiencia humana; por una actividad política limpia, un servicio desinteresado y una religión mundial, que restablezca al Cristo en el lugar que Le corresponde en los corazones de los hombres, lo cual eliminará la pompa, el materialismo y la política de las Iglesias, y unificará la intención espiritual de todas las religiones en ambos hemisferios. Éste es un inmenso programa; pero el número de hombres y mujeres iluminados es también grande, y el poder de que disponen asegura el triunfo final de su idealismo espiritual.

La necesidad principal es poner a todas esas personas en relación más íntima, y dar los pasos necesarios para que comprendan que son parte integrante de un grupo de servidores mundiales, inteligentes y dirigidos, a la vez que libres para trabajar a su manera, en su propio lugar y en el campo elegido de servicio, considerando esta fase del trabajo como complementaria de las otras y como desarrollo del Plan divino, cuyo origen reside en la Jerarquía de Vidas espirituales. Su trabajo se desarrollará conscientemente bajo la guía directa del Cristo y Sus discípulos.

Se necesitará mucha paciencia, se cometerán muchos errores, habrá períodos de indecisión, de acción ineficaz y de profundo desaliento negativo. Los trabajadores tenderán a impacientarse y a veces la tarea les parecerá que exige demasiado y es muy difícil; hallarán que las fuerzas puestas son demasiado fuertes. Pero tras el trabajo de Reconstrucción a que debe hacer frente la humanidad, reside la potencia de la inevitable resurrección, la constante afluencia del pensamiento iluminado, dirigiendo la conciencia de la masa, más la creciente realización de que la humanidad no está sola, que los valores espirituales son los únicos reales y que la Jerarquía permanece inconmovible en Su fortaleza espiritual, firmemente orientada hacia la salvación del mundo y actuando bajo la dirección de Su Gran Guía divino, aunque humano, el Cristo.

 

El Cristo ha pasado por todas las experiencias humanas y jamás nos ha abandonado; con Sus discípulos, los Maestros <te la Sabiduría, se acerca década tras década. Cuando en la iniciación de la Ascensión dijo, “He aquí estoy con vosotros siempre hasta el fin de las edades”, no quiso dar una idea vaga y general de que ayudaría a la humanidad desde algún lugar distante, llamado “el Trono de Dios en el Cielo”. Lo que dijo quiso decir exactamente que permanece con nosotros. La realidad de Su presencia en la Tierra, en forma física, es conocida hoy por muchos cientos de miles de personas y, con el tiempo, será aceptada por millones.

Por lo tanto, hermanos míos, crean en la realidad del trabajo que deben realizar estas Grandes Potestades espirituales, invocadas durante estos plenilunios de Aries, Tauro y Géminis. Continúen la tarea de ayudar a la humanidad, difundir buena voluntad, establecer rectas relaciones humanas y restablecer con valor indomable, fe inquebrantable y firme convicción, la perspectiva, realmente espiritual, de que la humanidad no está sola.

Que la bendición del Cristo y de la Jerarquía sea con todos los verdaderos servidores, y los mantenga serenos en medio de la lucha.

 

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LA GRAN INVOCACIÓN

Tercera Estrofa
17 de abril de 1945

Al acercarse esta catástrofe mundial a su inevitable fin y triunfar las Fuerzas de la Luz sobre las fuerzas del mal, se inicia el momento de la restauración. Para cada uno de ustedes, esto indica un renovado momento de servicio y de actividad. Les doy la estrofa final de la Gran Invocación, como prometí.( ) Impartí la primera hace nueve años y la segunda durante el curso de la guerra. Les pediría que la empleen diariamente y tantas veces como lo recuerden durante el día, así crearán un pensamiento simiente o una nítida forma mental que hará que la difusión de esta Invocación entre las masas, sea una aventura exitosa cuando llegue el momento propicio. Ese momento no ha llegado.

La Gran Invocación puede ser expresada en las siguientes palabras:

Desde el punto de Luz en la Mente de Dios,
Que afluya luz a las mentes de los hombres,
Que la Luz descienda a la Tierra.

Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios,
Que afluya amor a los corazones de los hombres,
Que Cristo retorne a la Tierra.

Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida,
Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres,

El propósito que los Maestros conocen y sirven.

Desde el centro que llamamos la raza de los hombres,
Que se realice el Plan de amor y de Luz,
Y selle la puerta donde se halla el mal.

Que la Luz, el Amor y el Poder, restablezcan el Plan en la Tierra.

Ha sido difícil traducir, en frases comprensibles y adecuadas, las muy antiguas formas verbales que el Cristo empleará. Estas formas verbales son siete, las cuales constituirán Su total y nueva enunciación. Únicamente puedo dar su significación general. No fue posible hacer otra cosa, pero aún en esta forma extensa, tendrán un poderoso llamado invocador si se recita con intensidad mental y ardiente propósito. Hay dos puntos de énfasis que les pediría analizar (en cuanto se permita emplear las frases), y son:

1. Que Cristo retorne a la Tierra. Este retorno no debe ser comprendido en su significado común y su tan conocido sentido místico cristiano. Cristo jamás abandonó la Tierra. Se refiere a la exteriorización de la Jerarquía y a su aparición exotérica en la Tierra. La Jerarquía oportunamente actuará en forma visible en la Tierra, guiada por el Cristo. Esto sucederá cuando el propósito de la voluntad divina y el plan que lo complementará sean mejor comprendidos, y cuando el período de reajuste, de iluminación y de reconstrucción del mundo, esté bien encaminado.

 

Este período se inicia en la Conferencia de San Francisco (de allí su principal importancia), y avanzará al principio muy lentamente. Pero la Jerarquía no piensa en términos de años ni de ciclos breves (aunque largos para la humanidad), sino en términos de acontecimientos y de expansión de conciencia.

2. Y selle la puerta donde se halla el mal. Sellar la puerta a las fuerzas del mal, liberadas durante esta guerra, tendrá lugar en el futuro inmediato y será pronto. El mal a que se refiere nada tiene que ver con las malas tendencias, los instintos egoístas y la separatividad, que residen en los corazones y las mentes de los seres humanos, los cuales deben ser vencidos y eliminados por ellos mismos. Pero reducir a la impotencia las incontroladas fuerzas del mal que aprovecharon la situación mundial, obsesionaron al pueblo alemán, dirigieron al pueblo japonés y actuaron por medio de la barbarie, el asesinato, el sadismo, la falsa propaganda y la ciencia prostituida, para conseguir sus fines, requiere la imposición de un poder más allá del humano, el que debe ser invocado para que halle rápida respuesta la invocación.

 

Estos poderes malignos serán ocultamente encerrados y “sellados” en su propio lugar; lo que esto exactamente significa nada tiene que ver con la humanidad. Los hombres deben aprender hoy las lecciones del pasado, beneficiarse con la disciplina de la guerra y ocuparse cada cual en su propia vida y comunidad, de las flaquezas y los errores a los cuales pueden estar predispuestos.

Les recordaré aquí lo expuesto el año pasado respecto a la estrofa final de la Invocación.

Estoy preparando la presentación de la última estrofa de la Gran Invocación para ser distribuida ampliamente en todo el mundo. No es fácil traducir las palabras de esta estrofa en términos que tengan una atracción general y que no sólo sean importantes para los esoteristas convencidos... Puede ser presentada de tal manera que las masas de todas partes, el público en general, sean impelidos a adoptarla y emplearla ampliamente y lo harán en escala relativamente más amplia que los intuitivos, los de mente espiritual o los hombres de buena voluntad. Muchas personas más llegarán a comprenderla. Daré a A.A.13. esta estrofa lo antes posible, lo cual dependerá de los asuntos mundiales y cuando considere que es esotéricamente apropiado para establecer un ciclo de tiempo.

 

Si los planes maduran según el deseo de la Jerarquía, la nueva estrofa puede ser distribuida en el momento de la Luna llena de junio de 1945, en lo que a Occidente concierne, y considerablemente después en Oriente. Previamente a estos puntos establecidos en el tiempo, la estrofa puede ser empleada por todos los miembros de las escuelas esotéricas, después que mí grupo la haya utilizado durante todo un mes, contando ese mes desde el momento en que la hayan recibido los miembros del grupo que viven más distantes.

Quisiera que esta Invocación se difunda por el poder generado de mi ashrama y de todos los que están afiliados a mi ashrama; los ashramas del Maestro K.H. y del Maestro M. están también profundamente comprometidos a participar en este trabajo.

Les pediría además que lean y relean las dos Instrucciones que están recibiendo en este momento -una, trata del Ciclo de Conferencias, la otra, de El Trabajo del Cristo. (La Reaparición de Cristo, Capítulo. IV). Traten de asimilar su contenido y que el anteproyecto del plan jerárquico tome forma en sus mentes. Luego pueden desempeñar su parte para complementario y reconocer a aquellos que, en otros grupos y en diferentes países, son también parte vital del esfuerzo jerárquico.

 

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LA LIBERACIÓN DE LA ENERGÍA ATÓMICA
9 de agosto de 1945

En este momento abordaré el más grande acontecimiento espiritual que ha tenido lugar desde que apareció el cuarto reino de la naturaleza, el reino humano. Me refiero a la liberación de la energía atómica, tal como ha sido relatada en los diarios de esta semana, 6 de agosto de 1945, relacionada con el bombardeo al Japón.

Hace algunos años dije, que la nueva era sería introducida por los científicos del mundo y que la inauguración del reino de Dios en la Tierra sería anunciada mediante una exitosa investigación científica. Esto se cumplió con este primer paso en la liberación de la energía del átomo, justificando mi profecía para este importante año 1945, de nuestro Señor. Haré uno o dos enunciados respecto a este descubrimiento, dejando que ustedes los apliquen y hagan sus propias deducciones. Poco se sabe todavía sobre la verdadera naturaleza de este acontecimiento y menos se comprende. Ciertas ideas y pensamientos sugeridos pueden ser de valor real aquí, para permitirles ver este estupendo acontecimiento bajo una mejor perspectiva.

1. La inminencia de esta “liberación” de la energía fue uno de los principales factores subjetivos en la precipitación de esta última fase de la guerra, guerra iniciada en 1914, pero su última y más importante fase comenzó en 19.39. Hasta entonces fue una guerra mundial. Después de esa fecha, y debido a que las fuerzas del mal se aprovecharon del estado de guerra y beligerancia que existía en el planeta, empezó la verdadera guerra, involucrando a los tres mundos de la evolución humana y a la consiguiente actividad de la Jerarquía. La atención está normalmente enfocada sobre las exteriorizaciones de la vida. Sin embargo, todos los grandes descubrimientos, tales como los realizados en relación con la astronomía o las leyes de la naturaleza, o que involucran una revelación tal como la de la radiactividad, o el acontecimiento épico anunciado esta semana sobre los primeros pasos dados en el control de la energía cósmica, siempre son resultados de la presión interna que emana de las Fuerzas y Vidas que residen en Lugares elevados.

 

Las mismas presiones internas actúan regidas por las leyes del espíritu y no únicamente por las que ustedes denominan leyes naturales; son el resultado del trabajo impulsor de ciertas grandes Vidas, que actúan en relación con el tercer aspecto de la divinidad, la inteligencia activa, y conciernen al aspecto sustancia o materia, de la manifestación. Tales actividades son motivadas desde Shamballa. Esta actividad es puesta en movimiento por esas Vidas que actúan en Su elevado plano, causando gradualmente una reacción en los distintos sectores de la Jerarquía, particularmente los que trabajan guiados por Maestros de tercero, quinto y séptimo rayos. Los discípulos que están en los niveles físicos de actividad, oportunamente se hacen conscientes del fermento interno, y esto sucede consciente o inconscientemente, así son “impresionados” y se inicia y lleva a cabo el trabajo científico desde las etapas de experimentación hasta el éxito final.

Un punto debería recordarse aquí y es que esta fase se aplica tanto a la gran Logia Blanca como a la Logia Negra -una, dedicada a la tarea benéfica de purificar y ayudar a todas las vidas en los tres mundos de la evolución material y de liberar al alma en la forma; la otra, a retardar el proceso evolutivo y a cristalizar continuamente las formas materiales que ocultan y velan el ánima mundi. Ambos grupos estaban profundamente interesados e implicados en el asunto de la liberación de la energía del átomo y la liberación de su aspecto interno, pero sus móviles y objetivos fueron ampliamente diferentes.

2. La inminencia de esta liberación -inevitable y dirigida- produjo una enorme tensión en los círculos jerárquicos, porque (expresando la idea en tono familiar) se inició una carrera entre las fuerzas de la Oscuridad y las Fuerzas de la Luz, a fin de poseer las técnicas necesarias para traer la liberación de la energía necesaria. Si las Fuerzas de la Oscuridad hubieran triunfado y poseído las Potencias del Eje las imprescindibles fórmulas científicas, nos habrían llevado a un mayor desastre planetarios La energía liberada habría sido empleada, primero, para destruir completamente todo lo que se oponía a las fuerzas del mal y luego habría sido prostituida para mantener una civilización acrecentadamente materialista y sin ideales. No podía confiarse este poder a Alemania, porque todos sus móviles eran forzosamente erróneos.

Aquí podríamos caer en la familiar trivialidad religiosa de que el bien innato en la humanidad y su divinidad inherente en el género humano, hubieran triunfado oportunamente, porque nada puede finalmente vencer la tendencia universal hacia el bien. Ustedes tienden a olvidar que si las fuerzas del mal poseyeran poderes que pudieran destruir la forma en los tres mundos en una escala muy vasta, las almas de los aspirantes y discípulos avanzados y las de los iniciados que quieren encarnar, no podrían venir a la expresión externa durante una crisis mundial particular, pues se afectarían terriblemente los acontecimientos programados de acuerdo al factor tiempo del proceso evolutivo, y se demoraría grandemente (quizás por milenios) la manifestación del reino de Dios. El momento para esa manifestación ha llegado, de allí la poderosa actividad de las fuerzas oscuras.

La tendencia a obstaculizar el progreso planeado constituyó una amenaza definida e indicó un supremo peligro y un problema. Las fuerzas del mal estuvieron mucho más cerca del éxito de lo imaginado, tan cerca de lograrlo, que en 1942, durante cuatro meses, los miembros de la Jerarquía espiritual hicieron todos los arreglos pertinentes para retirarse del contacto humano durante un lapso indefinido e imprevisible; los planes para un más estrecho contacto con el proceso en los tres mundos y el esfuerzo para combinar y fusionar los dos centros divinos, la Jerarquía y la humanidad, en un todo activo y colaborador, parecieron condenados a ser destruidos. Su fusión habría significado la aparición del reino de Dios en la Tierra; los obstáculos para tal fusión, debido a la activa tensión de las fuerzas oscuras, parecían en ese momento insuperables; creímos que el hombre sería derrotado debido a su egoísmo y al abuso del principio del libre albedrío. Hicimos todos los preparativos para retirarnos, pero al mismo tiempo luchamos para que la humanidad eligiera correctamente y viera las cosas con claridad.

Se evitó la necesidad de retirarnos. No puedo decirles de qué modo, excepto que los Señores de la Liberación dieron ciertos pasos inesperados. Fueron inducidos a hacerlo debido a los poderes invocadores de la humanidad, conscientemente empleados por quienes estaban a favor de la voluntad al bien, e inconscientemente por todos los hombres de buena voluntad. Estos pasos ayudaron en los esfuerzos de quienes luchaban en el campo de la ciencia, para establecer el verdadero reconocimiento y las rectas relaciones humanas. La tendencia existente que tiene el poder de conocer y descubrir una forma definida de energía fue desviado de las demandantes mentes evocadoras de quienes trataban de destruir al mundo de los hombres, y les trajo una especie de parálisis mental. Los que procuraban acentuar los correctos valores y salvar a la humanidad, fueron simultáneamente estimulados hasta alcanzar el éxito.

Con estas muy pocas palabras he aclarado un estupendo acontecimiento mundial, y en este breve párrafo ¿he resumido la actuación de una especializada actividad divina.

3. Cuando el sol se desplazó hacia el norte en ese año (1942), la gran Logia Blanca sabía que la batalla había sido ganada. Sus preparativos fueron detenidos y los Maestros se organizaron para un renovado esfuerzo (por intermedio de Sus discípulos), a fin de crear esas condiciones que, lo nuevo y de lo que estaba de acuerdo al amoroso propósito divino, pudiera avanzar libremente. La guerra no fue ganada porque se rindió Alemania. Sólo fue el resultado externo de sucesos internos. La guerra la ganaron las Fuerzas de la Luz cuando la potencia mental de las fuerzas del mal fue vencida y la “energía del futuro” dirigida o manipulada por Quienes buscaban los valores humanos superiores y el bien espiritual del género ¿humano. Cuatro factores subyacen en el importante acontecimiento de la liberación de este tipo de energía atómica, errónea y anticientíficamente llamada la “fisión del átomo”. Hay otros factores, pero los de real interés son cuatro:

a. Hubo una afluencia claramente dirigida de energía extraplanetaria, liberada por los Señores de la Liberación, Que fueron invocados con éxito, mediante el impacto de esta energía sobre la sustancia atómica de la cual se habían ocupado los investigadores científicos, efectuándose cambios que les permitió alcanzar el éxito. Los experimentos realizados fueron, por lo tanto, subjetivos y objetivos.

b. Un número de discípulos que trabajaban en los ashramas de quinto y séptimo rayos, emprendieron un concentrado esfuerzo que les permitió impresionar a los discípulos menores en el campo científico y los ayudó a vencer las casi insuperables dificultades que enfrentaban.

c. Hubo también un debilitamiento de la tensión, que hasta entonces había mantenido unidas externamente a las fuerzas del mal, y una creciente incapacidad del grupo del mal encabezado por las Potencias del Eje, para superar la fatiga incidental a la guerra. Esto trajo ante todo un constante deterioro de sus mentes y luego de sus cerebros y sistemas nerviosos. Ninguno de los hombres que dirigieron el esfuerzo del Eje en Europa es hoy sicológicamente normal; todos sufren algún tipo de deterioración física y esto ha sido un real factor en su derrota, aunque resulta difícil comprenderlo.

 

Esto no sucede en el caso de los japoneses, cuya constitución sicológica es totalmente distinta como también su sistema nervioso, que posee la cualidad de la cuarta raza raíz. Serán y están siendo derrotados por medidas bélicas físicas y por la destrucción física de su potencial de guerra y la muerte del aspecto forma. Esta destrucción y la consiguiente liberación de sus aprisionadas almas es un evento necesario; justifica el empleo de la bomba atómica sobre la población japonesa. El primer empleo de esta energía liberada ha sido destructivo, pero les recordaré que ha sido la destrucción de las formas y no la destrucción de los valores espirituales ni la muerte del espíritu humano -como fue la meta del esfuerzo del Eje.

No olviden que todo éxito, bueno o malo, depende del mantenimiento de un punto de tensión. Este punto de tensión involucra el enfoque dinámico de todas las energías mentales, emocionales y físicas, en un punto central de actividad planificada. Dicho sea de paso, tal es el objetivo de todo verdadero trabajo de meditación. En este acto de tensión, fracasó el pueblo alemán. Les costó la guerra, y se rompió la tensión porque el grupo de las fuerzas del mal que estaba impresionando al negativo pueblo alemán fue incapaz de alcanzar el punto de tensión que la Jerarquía pudo lograr, cuando fue reforzado por la acción de los Señores de la Liberación.

d. Otro factor fue la constante demanda invocadora y la plegaria, articuladas o no, de la humanidad misma. Los hombres mayormente impulsados por el temor y la innata movilización del espíritu humano contra la esclavitud, alcanzaron tal grado de energía demandante, que sé creó un canal que facilitó grandemente el trabajo de la Jerarquía, bajo la influencia directa de los Señores de la Liberación.

4. La liberación de la energía del átomo está todavía en una etapa extremadamente embrionaria; la humanidad conoce poco sobre la amplitud y la naturaleza de las energías que fueron extraídas y liberadas. Hay muchos tipos de átomos que constituyen la “sustancia del mundo”; cada uno puede liberar su propio tipo de fuerza; éste es uno de los secretos que la nueva era revelará a su tiempo, pero se ha hecho un comienzo bueno y sólido. Llamaría la atención de ustedes sobre las palabras “liberación de la energía”. La liberación es la tónica de la nueva era, así como ha sido siempre la tónica del aspirante espiritualmente orientado. Esta liberación ha comenzado por la liberación de un aspecto de la materia y la liberación de algunas de las fuerzas del alma, dentro del átomo. Para la misma materia ha sido una grande y poderosa iniciación, similar a esas iniciaciones que liberan a las almas de los hombres.

En este proceso de iniciación planetaria, la humanidad ha llevado su trabajo como salvador del mundo, al mundo de la sustancia, afectando a esas unidades primarias de vida, de las que están constituidas todas las formas.

5. Ahora comprenderán el significado de las palabras de la segunda Gran Invocación que muchos de ustedes emplean, donde dice: Ha llegado la hora de servir para la fuerza salvadora. Esta “fuerza salvadora” es la energía que la ciencia ha liberado en el mundo para destruir, primero de todo, a quienes continúan (si lo hacen) desafiando a las Fuerzas de la Luz que trabajan por intermedio de las Naciones Aliadas. Luego -a medida que transcurre el tiempo- esta energía liberada introducirá la nueva civilización, el nuevo y mejor mundo y condiciones espirituales más sutiles. Los sueños más elevados de quienes aman a sus semejantes pueden llegar a ser posibilidades prácticas, por el correcto empleo de esta energía liberada, si los valores reales son enseñados, acrecentados y aplicados a la vida diaria. La ciencia ha hecho que esté disponible esta “fuerza salvadora”, corroborando mi anterior profecía. ( )

Como ya he dicho, el primer empleo de esta energía ha sido para la destrucción material; fue inevitable y deseable; las antiguas formas (que obstruían el bien) tuvieron que ser destruidas; la destrucción y desaparición de lo malo e indeseable debe preceder siempre a la construcción de lo bueno y deseable y al anhelado surgimiento de lo nuevo y mejor.

El empleo constructivo de esta energía y su control, para el mejoramiento de la humanidad, es su verdadero propósito; esta energía viviente de la sustancia misma, hasta ahora encerrada dentro del átomo y aprisionada en estas máximas formas de vida, puede ser dirigida totalmente hacia lo bueno y dar lugar a métodos tan revolucionarios en la experiencia humana que (desde un sólo ángulo) será necesaria la creación de una estructura mundial económica totalmente nueva.

A las Naciones Unidas les corresponde proteger esta energía liberada, para que no sea mal empleada ni prostituida para fines egoístas y propósitos puramente materiales. Es “fuerza salvadora” que contiene en sí el poder de reconstruir, rehabilitar y restaurar. Su correcto empleo puede abolir la indigencia y traer bienestar civilizado (y no lujo inútil) a quienes habitan el planeta; su expresión en las formas del correcto vivir, si están motivadas por rectas relaciones humanas, producirá belleza, calor, color y la eliminación de la enfermedad existente, el abandono, por el género humano, de todas las actividades que involucran vivir o trabajar bajo tierra, lo cual dará fin a toda esclavitud humana, a toda necesidad de trabajar o luchar por posesiones y cosas, y hará posible una condición de vida que dará al hombre libertad para alcanzar los objetivos superiores del espíritu.

 

También evitará la necesidad de dedicar la vida únicamente a satisfacer las necesidades primordiales o para que las personas ricas o privilegiadas tengan demasiado, mientras otras nada posean. Los hombres de todas partes se habrán liberado, alcanzando un modo de vida que les proporcionará la ocasión y el tiempo para seguir objetivos espirituales, realizar una vida cultural más plena y alcanzar una perspectiva mental más amplia.

Pero, hermanos míos, los hombres lucharán para impedirlo; los grupos reaccionarios de todos los países no reconocerán la necesidad ni desearán este nuevo orden mundial que la liberación de la energía cósmica (aún en esta ínfima escala inicial) hará posible; los intereses invertidos, los grandes carteles, los fondos y monopolios, que controlaron durante las últimas décadas que precedieron a esta guerra mundial, movilizarán sus recursos y lucharán a muerte por impedir la extinción de sus fuentes de enriquecimiento; tampoco permitirán, mientras puedan evitarlo, transferir el control de este poder ilimitado a manos de las masas a quienes les pertenece por derecho. Los intereses egoístas entre los grandes accionistas, las firmas bancarias y las acaudaladas iglesias organizadas, se opondrán al cambio, excepto en lo que pueda beneficiarlos y traerles más ganancias a sus arcas.

Los signos de esta oposición pueden verse en las declaraciones de ciertos hombres poderosos que alientan actualmente una oscura perspectiva en Londres, en Washington y en otra parte; el Vaticano, esa organización eclesiástica opulenta y reaccionaria, ha expresado ya su disconformidad, porque la iglesia sabe que sus días están contados -como los de todos los intereses monetarios adjudicados-, siempre que la humanidad rija sus decisiones durante los próximos cincuenta años, con la idea del mayor bien para el mayor número. Por lo tanto, en el futuro, las decisiones mundiales deben estar basadas en una firme determinación de llevar adelante las rectas relaciones humanas e impedir el control egoísta, financiero o eclesiástico, por un grupo de hombres provenientes de cualquier parte y en cualquier país. Creemos que la determinación de Gran Bretaña, Estados Unidos y Canadá, que poseen los secretos, está de acuerdo con estas líneas.

Estas pocas sugerencias dará mucho material para reflexionar y una base real para un pensar confiado y progresista. Organícense ahora para el trabajo de buena voluntad. El futuro del mundo está en las manos de los hombres de buena voluntad y de todos los que tienen un propósito altruista. Esta liberación de la energía hará oportunamente que el dinero, tal como lo conocemos, no tenga importancia; el dinero (debido a las limitaciones del hombre) ha producido el mal y sembrado la discordia y el desconcierto en el mundo.

 

Esta nueva energía liberada puede resultar una “fuerza salvadora” para todo el género humano, liberándolo de la pobreza, la fealdad, la degradación, la esclavitud y la desesperación; destruirá los grandes monopolios, acabará con la maldición del trabajo y abrirá la puerta hacia la edad de oro que todos los hombres esperan. Nivelará todas las capas artificiales de la sociedad moderna y emancipará a los hombres de la constante ansiedad y del arduo trabajo, que fueron los responsables de tanta enfermedad y muerte. Cuando estas condiciones nuevas y mejores se hayan establecido, entonces los hombres serán libres de disfrutar de las bellezas de la vida y de buscar el “Camino Iluminado”.

 

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