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                A mediados del siglo XIX nació uno de los científicos más 
          revolucionarios de nuestra historia. Apartado, ignorado en multitud de 
          ocasiones y sobre todo silenciado por sus descubrimientos y 
          experimentos fuera de élite, Tesla no se conformó con 
                 poco y dedicó 
          toda su vida a la búsqueda de una tecnología capaz de moldear la 
          energía y dirigirla al antojo del ser humano, a esa energía la 
          llamaron "energía libre", quién sabe si por un alto ideal del 
          inventor. 
                  
                Nació en la ciudad 
                servia de Smiljan el 10 de julio de 1856. Sus estudios se 
                iniciaron con la ingeniería y la electricidad en la Escuela 
                Politécnica de Graz (Austria), trabajando posteriormente con 
                Thomas Alva Edison diseñando motores y generadores eléctricos. 
                Rebelde por naturaleza, en 1912 rechazó la nominación al 
                Premio 
                Nóbel. 
                En 1893 fue capaz de diseñar un sistema de comunicaciones sin 
                hilos construyendo para ello una antena de más de 30 metros de 
                altura, la conocida como Wardencliff Tower. Su 
                objetivo no era otro que transmitir la energía eléctrica 
                gratuitamente a distancia sin la necesidad del hilo y para ello 
                utilizó los mismos principios que la radio
   
            
          ¿Inventos o armas secretas? 
          Por la ciencia oficial, los hermanos Wright fueron los primeros en 
          realizar el primer vuelo, encontraremos mucha información al respecto, 
          sin embargo, se conoce escasamente que en 1893, Tesla ya realizó 
          pruebas con éxito con un prototipo de un primer avión de despegue 
          vertical.
 
          Tesla patentó más de 700 inventos. De los más interesantes podemos 
          destacar el submarino eléctrico que patentó en 1898, una nave pequeña 
          capaz de recibir la energía eléctrica de esa Wardencliff Tower, 
          almacenando dicha electricidad en sus baterías y siendo controlado a 
          distancia. Para algunos científicos serbios el sistema usado por 
          el Sojourner está basado en esa patente.
 
          Otro de sus inventos revolucionarios fue el llamado "Oscilador Vibracional Mecánico". Con este aparato pretendía visualizar la 
          dinámica de su sistema de electricidad sin hilos. En uno de sus 
          experimentos llegó a provocar un pequeño terremoto en su laboratorio 
          de Manhattan. Si esto fue así, no nos queda más remedio que pensar que 
          a estas alturas deben existir sistemas tecnológicos ya perfeccionados 
          capaces de provocar terremotos artificiales, entre otras cosas...
 
 No sería muy aventurado afirmar que fue Tesla el origen de muchos de 
          nuestros inventos actuales. A los 76 años declaró que deseaba poder 
          fotografiar el pensamiento humano, dijo en 1933:
 
          
          "espero poder 
          fotografiar pensamientos. Realizando ciertas investigaciones, me di 
          cuenta que una imagen definida formada en la mente, debía, por 
          reacción refleja, producir su imagen correspondiente en la retina. A 
          partir de ahí llegué a mi sistema de televisión. Mi idea era emplear 
          una retina artificial que recibía la imagen del objeto observado, un 
          nervio óptico y otra retina en el lugar de reproducción."  
          Pero ya con 
          anterioridad a esto, sobre 1899 inventó un aparato que él mismo 
          denominó "Teslascopio" y con el que no dudó en afirmar 
          haber recibido 
          "señales de Marte", "He sido la primera persona en recibir un saludo 
          de otro planeta.". Algunas personalidades científicas indican que lo 
          que confirmaba Tesla como una presunta comunicación con otros mundos 
          
                 habitados, no era otra cosa que el ruido cósmico. Evidentemente, el 
          genio se ganó la mala reputación de la sociedad científica. 
            
                Además de la radio, 
                Nikola Tesla desarrolló toda la Tecnología de la Corriente 
                Alterna que utilizamos hoy en día. Construyó los primeros 
                motores y generadores polifásicos, los primeros transformadores, 
                desarrolló la robótica y la bombilla incandescente.    
				Thomas Edison 
                inventó un filamento mejor para la bombilla incandescente, pero 
                Tesla inventó el tubo fluorescente. Prácticamente todo lo que 
                hoy utiliza electromagnetismo está derivado de las patentes 
                originales de Tesla. De hecho él demostró efectos que nosotros 
                no hemos podido reproducir desde hace cientos de años.
 Karina Donángelo nos pone tras la pista de que estos inventos no 
                sólo tendrían una utilidad puramente científica o para el 
                progreso humano. En su artículo "Y seréis como Dios" nos hace 
                algunas referencias a las llamadas "armas no letales", cuyo 
                objetivo es bloquear al contrario o anular sus capacidades.
 
		
		"La aparición de nuevas 
		
		armas de guerra (falazmente denominadas "no 
          letales"), tales como pistolas de microondas, cañones de sonido, lanza 
          espuma, armas láser, granadas de goma o generadores electromagnéticos, 
          herederos éstos últimos del Generador Tesla, descubierto por el físico 
          y enigmático Nikola Tesla (1856 - 1943). 
		
		Armas capaces de producir en 
          el ser humano malestares físicos tales como sordera temporal, fiebre, 
          mareos, vómitos, anulación temporaria de la función psicomotriz, 
          taquicardias, hasta paros cardíacos e infartos.
          Algunas de estas armas ultramodernas tienen sus antecedentes en la 
          época de fines de la Segunda Guerra Mundial, cuando la CIA y otros 
          organismos de inteligencia internacionales utilizaron elementos tales 
          como los Rayos T.    
		Se trata de rayos de energía para la dominación 
          cerebral, generados por energía artificial, que trabaja sobre los 
          códigos de energía o radiación cerebral, que actúa como una anestesia 
          ante la cual se corta en el cerebro la capacidad periférica psicomotríz. Los rayos T se encargan de controlar y/o anular la 
          radiación energética cerebral. Este ataque se da dentro de un orden 
          invisible e intangible, como disparador espacial y se lo utiliza para 
          bloquear o dominar mentalmente a una persona. Son capaces de borrar 
          cosas del cerebro humano, enviar órdenes o hasta controlar la conducta 
          social, individual o colectiva."  
		
		(1) 
          Estamos pues ante algo que es totalmente posible y esto lo podemos 
          comprobar día a día. 
 
            
          
          Un futuro mejor 
          
          Corría el año 1884 cuando se fue a los Estados Unidos donde trabajaría 
          junto a Graham Bell, Thomas Alva Edison y Westinghouse. Pocos años 
          después de esa marcha, en 1893, inventa la radio en Europa 
          patentándola en Estados Unidos cuatro años más tarde, sin embargo, 
          dicha patente no le fue concedida hasta 1900. Este tema le produjo 
          muchos dolores de cabeza, pues la empresa formada por Guglielmo 
          Marconi, la primera en realizar una emisión radiofónica (1895), se 
          disputaba con Tesla el invento. Debemos saber que la patente de 
          Marconi fue presentada el 10 de noviembre de 1900 y se consideró como 
          una copia de la ya presentada por Tesla, por lo que la oficina 
          desestimó esa patente de Marconi.
 
            
          
          Pero la Marconi Wireless Telegraph 
          Company no se conformó con esto y trató de quitarle la patente a 
          Tesla, pero tras años de litigio y miles de páginas con los 
          testimonios de científicos brillantes de su época a favor de Tesla, la 
          Suprema Corte de Estados Unidos dictaminó poco después de su muerte, 
          en junio de 1943, que la patente presentada por Nikola Tesla, era la 
          única válida. La disputa era idealista, pues la Marconi Company sólo 
          pretendía comerciar con el producto, mientras que Tesla quería nada 
          más que ofrecer esa tecnología gratuitamente.
 No podemos dejar a un lado que Tesla quería un mundo tecnológico 
          mejor, por eso en 1900 declaraba:
 
          
          "En un futuro próximo veremos una gran cantidad de aplicaciones de la 
          electricidad (...) podremos dispersar la niebla mediante fuerza 
          eléctrica (...) centrales sin hilos se utilizarán con el propósito de 
          iluminar los océanos (...) se conseguirá la transmisión de imágenes 
          mediante hilos telegráficos ordinarios (transmisión sin hilos de 
          inteligencia y energía) (...) otra valiosa novedad será un máquina de 
          escribir operada mediante la voz humana (...) tendremos eliminadores 
          de humo, absorbedores de polvo, esterilizadores de agua, aire, 
          alimentos, y ropa (...) se convertirá en imposible contraer 
          enfermedades por gérmenes y la gente el campo irá a las ciudades para 
          permanecer allí (...) transmisión de energía sin hilos (producida por 
          generadores ambientalmente compatibles) para que el hombre pueda 
          solucionar todos los problemas de la existencia material. La 
          distancia, que es el impedimento principal del progreso de la 
          humanidad, será completamente superada, en palabra y acción. La 
          humanidad estará unida, la guerras serán imposibles, y la paz reinará 
          en todo el planeta." 
          
          El Rayo de la Muerte y la explosión de Tunguska
 
            
                Pocas empresas se 
                aventuraban a financiar los excéntricos inventos de este genio, 
                así que no le quedó más remedio que 
                 aceptar hacer propuestas al 
                gobierno para poder seguir trabajando en sus ideas. 
                  
                Basándose en uno de 
                sus ya creados inventos, la Bobina de Tesla, 
                presentó un proyecto para crear un aparato capaz de lanzar un 
                rayo electromagnético a miles de millas de distancia y con la 
                presunta capacidad de derribar aviones a más de 400 kilómetros 
                de distancia. 
				 
                  
                Todo esto sucedía en los inicios de la Primera 
                Guerra Mundial y dichos proyectos fueron totalmente ignorados. 
            
          Tras esta negativa envió una carta dirigiéndose al presidente Wilson 
          informándole de la posesión de un rayo capaz de destruir grandes 
          extensiones de tierra. A este rayo lo denominó "rayo de la muerte". 
          Los escritos de Tesla hacen numerosas referencias al uso de una 
          energía poderosa de control por radio. Para muchos esto puede 
          significar un arma dirigida y no han faltado aquellos que han 
          relacionado esto con la famosa 
			
			explosión de Tunguska en 1908.
 Justo un año antes a esta explosión el barco francés Lena saltó por 
          los aires. Se buscaron explicaciones para este suceso y se pensó que 
          la explosión del Lena fue causada por una chispa eléctrica pero se 
          debatían en cual fue el origen de la ignición. Lee de Forest, el 
          inventor del tubo de Audion, dijo que Tesla había experimentado con un 
          torpedo dirigible, si bien Tesla puntualizó que la misma energía 
          utilizada para el control remoto de los vehículos también podía 
          proyectar una onda eléctrica "de intensidad suficiente como para 
          causar una chispa en la santabárbara  
          
          (2) de un barco y hacerlo 
          explotar".  
          
          (3)
 
          Pero este no ha sido el único suceso relacionado con los 
          descubrimientos de Nikola Tesla. Algunos años después, en 1913,
          Giulio 
          Ulivi utilizó un dispositivo que llamaba "Rayo-F" para hacer estallar 
          un contador de gas. En el verano de aquel año un grupo de oficiales de 
          alto rango de la Marina Francesa le pidió que destruyera ante ellos 
          tres minas que se encontraban en el puerto de Trouville, y pocos meses 
          después viajaba a Italia para repetir los mismos experimentos con 
          barcos y torpederos ya en desuso de la Marina de este país. 
          
          (4)
 
           El término "rayo de la muerte" se comenzó a usar en 1924 cuando los 
          periódicos de varias partes del mundo publicaron diversas historias 
          sobre este enigmático rayo. Los trabajos que realizaba Harry Grindell-Matthews 
          fueron los primeros en ser publicados. Veamos lo que publicó el New 
          York Times el 21 de mayo de ese año:
 
          
          "París, 20 de mayo - Si la confianza de Grindel-Matthews, inventor del 
          supuesto "rayo de la muerte", en su descubrimiento estuviera 
          justificado podría ser posible poner todo un ejército enemigo fuera de 
          combate, destruir cualquier fuerza de aviación que ataquen a una 
          ciudad o paralizar cualquier flota que se aventure hacia el interior 
          de una cierta distancia de la costa por los rayos invisibles. El 
          inventor consintió en contar en el día de hoy al New York Times que 
          rechazaba continuar divulgando la naturaleza exacta de los rayos más 
          allá del uso para dirigir una corriente eléctrica capaz de realizar el 
          programa mencionado." 
          
          
          (5)    
          En opinión de Grindell-Matthews, este rayo no podía ser usado para la 
          destrucción de barcos, pues se encontraban en contacto con la masa 
          terrestre, no obstante sí podía usarse el rayo para la destrucción de 
          los aeroplanos. Sin embargo afirmó que aunque los barcos no podía ser 
          destruido como los aviones, sí al menos podían dejarlos fuera de 
          servicio bloqueando todo su sistema eléctrico. ¿Estamos ante los 
          orígenes de lo que hoy llamamos "guerra tecnológica"?.
          A partir de estos momentos comenzaba una carrera internacional por 
          hacerse con esa tecnología precisa y que podía ser usada a distancia. 
          Países como Alemania y Rusia estuvieron muy presentes.
 Desde 1924 no se tuvo noticias de Grindell-Matthews, hasta que en la 
          nochebuena de 1930, los habitantes de la zona de Brezal Hampstead, en 
          Londres se asustaron al ver un haz de luz que ascendía hasta la base 
          de una nube, aproximadamente a unos 6.000 pies. Aprovechando el 
          volumen de la nube, la luz tomó la forma de un "ángel" bastante 
          voluptuoso con alas estrechas que se deslizaba en el cielo. El tráfico 
          se detuvo y la muchedumbre se agolpó para observar con estupor aquella 
          imagen. El ángel desapareció poco después para ser sustituido por las 
          palabras "Feliz Navidad". Grindell-Matthews estaba detrás.
          Después de esta demostración, Grindell-Matthews realizó otras en Nueva York y en Blackheath.
 
          En 1937, además de su esquema de defensa aérea para el gobierno 
          británico, se encontraba perfeccionando un aparato para detectar 
          submarinos a 30 millas de distancia. Sin embargo, durante la guerra 
          con Alemania, Londres y otras ciudades fueron repetidamente atacadas 
          sin que existieran indicios de rayos invisibles u otros dispositivos 
          de este tipo.
 
 Si en la actualidad se recopilara cierto tipo de información, 
          seguramente mucha de ella nos llevaría invariablemente ante los 
          inventos del genial Tesla. Con él comenzó la tecnología moderna.
 
		
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