L.U.S.

(Lineamiento Universal Superior)
Valentina de Andrade - Roberto Olivera
 

 

EL GRUPO

Inscripto en la Argentina en la Dirección Provincial de Personas Jurídicas (Provincia de Buenos Aires), como Asociación Civil sin Fines de Lucro, el Lineamiento Universal Superior (L.U.S.), fue desde su inicio liderado por la brasileña Valentina de Andrade (también por su marido argentino Roberto Olivera en la etapa en que era un grupo sin nombre ni registro como entidad), aunque para resguardar de problemáticas jurídicas a la líder, no se la incluyó en el listado de miembros de la comisión directiva.


LOS INICIADORES

Valentina de Andrade
Contactada brasileña (Carazinho, Río Grande do Sul, 28 de setiembre de 1929). Por medio de su marido "sensitivo" (médium), el argentino Roberto Olivera, mantuvo comunicaciones con entidades cósmicas entre 1981 y 1987, año en que se separaron. Luego, tuvo otra pareja argentina: José Teruggi, quien pasó a oficiar de canal de las entidades del cosmos durante varios años hasta terminar la relación de pareja. Junto a Olivera, Valentina formó un grupo de seguidores con ayuda de los cuales realizaron y editaron en Brasil los libros "El Universo de Zuita" (1982), con Roberto Olivera como autor, y "Dios, la gran farsa" (1985), de Valentina de Andrade; libro que en 1989 iría a publicarse en la Argentina en una versión ampliada, con el título: "La verdad sobre Dios".

 

En 1988, ya sin Olivera en el co-liderazgo de la agrupación, ésta obtuvo personería jurídica bajo la denominación de "Lineamiento Universal Superior"(L.U.S.), que funcionó activamente en la divulgación del mensaje hasta que en 1992 fue erróneamente sospechada de estar involucrada en delitos cometidos contra niños en Brasil, pero pese a la inocencia, la difamación producida desmotivó la vocación divulgadora que durante una década se había tenido, pasando el grupo y su jefa a cuarteles de invierno. Fue una de las primeras contactadas en hablar públicamente de tener procedencia cósmica, que señalaba ser del exterior de este Universo, y de una muy alta jerarquía.

Roberto Olivera
Médium argentino (La Plata, 12 de diciembre de 1934) que, residiendo en Brasil, incorporando entidades que decían ser del cosmos, junto a su pareja brasileña Valentina de Andrade, inició la formación de un grupo que más tarde sería conocido como "Lineamiento Universal Superior" (L.U.S.). Separado de Valentina en 1987, (luego de haber editado junto a ella en Brasil el libro El Universo de Zuita (1982), figurando como autor, y Dios, la gran farsa (1985), con autoría de Valentina de Andrade, se mantuvo distante de la agrupación que co-liderara, y en la década del 90 editó en forma artesanal, con ayuda de algunos allegados, varios libros de la temática (con el seudónimo Oliver Robertt), en una labor que no trascendió por vía impresa, siendo publicadas sus obras en Internet en 1999 en una página llamada "ORION, A-B-C de la conciencia en busca de la respuesta final". Entre ellas: El hablar de los pensares, (1993), Los Charlies, hijos de 33 (1993), Los Charlies, después de los sistema solares (1996), y ¿En qué tiempo situarme...? (1996).


OTRO RENOMBRADO

José Alfredo Teruggi
Interesado en temas cósmicos argentino (Lobería, provincia de Buenos Aires, 9 de enero de 1954), que a mediados de 1984 ingresó al grupo contactista liderado por Valentina de Andrade y Roberto Olivera, reemplazando a éste como pareja de ella en 1987, y también pasando a oficiar de vehículo físico de las entidades que aquél incorporara. Como para esas alturas estaba todo dicho en cuanto a lo fundamental de los conocimientos cósmicos, que vía Olivera fueran recibidos desde 1981, no se llegó a difundir gran cosa sobre mensajes vía Teruggi, pero sí información periodística a nivel policial, en ocasión de sospechársele (erróneamente), junto con su mujer y miembros del grupo L.U.S. (Lineamiento Universal Superior), de estar involucrado en hechos delictivos contra niños en Brasil. Fuera del renombre que adquirió en su momento por tales motivos, de Teruggi no ha quedado, a nivel público, aporte de valor en cuanto a información cósmica llegada a través de su transitorio papel de médium que, así como de pareja de Valentina, concluyó varios años después de iniciarse.


LOS HECHOS

¿Espíritus o extraterrestres?
Valentina era asistente de un médium que, incorporando al que ella creía que era el espíritu de un médico, hacía curaciones asombrosas. En un momento dado se manifestó a través del médium otra entidad, que le anunció a ella ciertos hechos sobre su futuro, en el que habría una nueva pareja, quien resultaría ser un argentino, llamado Roberto Olivera. A través de él, pasaron a incorporarse entidades que traían un extraño mensaje; le decían que no rezara (ella era católica). Ella sospechó entonces que eran espíritus satánicos. Eran los primeros meses de 1981, y bastante tuvo que pasar hasta que Valentina comprendiera que las oraciones, según lo explicado por los seres, invocaban fuerzas negativas, con palabras tales como "Dios", cuyas connotaciones veremos más adelante.


Valentina supo, a lo largo de los meses, que se trataba de seres que venían a intervenir el planeta, el sistema y la galaxia toda, pues en el Universo había ocurrido un gran conflicto que ocasionó la caída de galaxias enteras bajo el poder de un ser al que denominaban (dentro del lenguaje humano a los efectos de comunicar el conocimiento) como "el Nefasto". Al parecer, ese ser era el supuesto espíritu del médico que incorporaba aquel médium. Y su propósito era mantener bajo su control a Valentina, a quien iba contaminando energéticamente. Pero, ¿por qué iría a tener tanto interés en ella un ser de tanto poderío cósmico? Más adelante encontraría la respuesta.

El origen de la negatividad en el Universo
Según los seres que transmitían esta información, que se denominaban a sí mismos como "Individualidades Cósmicas", el Nefasto procedía del exterior del Universo, (hay millones de "Universos Paralelos" similares a éste) de un tiempo y espacio en el que no existían Universos por separado, sino que todo funcionaba en un "Universo Único", que era gobernado desde el centro, por el "Plasma Madre" (plasma puede ser entendido como alma o energía). El Nefasto procedía de este Plasma, que se subdividía en un "Centro" (el Creador) y camadas que lo recubrían, la última de las cuales, externa, filtraba impulsos energéticos, controlando la información y el equilibrio con los "Mundos Radiales" (radiales como ruedas).

 

Este encargado de filtrar información, en un momento dado, pasó a dar órdenes autónomamente y a negarle información de lo que estaba haciendo y sucediendo en los Mundos Radiales, al Centro del Plasma Madre. Así surgió el desequilibrio, la desarmonía y... el egoísmo: el ser de mayor responsabilidad y confianza, se había rebelado; las causas son desconocidas, tanto como lo son para la historia del Diablo o el Dios del Mal de las distintas religiones.


En estas revelaciones cósmicas sobre el surgimiento de la negatividad, la historia siguió con que el responsable del conflicto fue descubierto, ante lo cual, para protegerse de él, fue ordenada la disgregación de todos los Mundos Radiales, siendo los seres que los poblaban enviados a un nuevo espacio donde constituirse en universos, en forma esférica y separados entre sí, de modo que si algo negativo pasara en cada uno de ellos, en los otros no se recibirían los efectos. En la dinámica universal anterior, en cambio, el intercambio y la relación entre mundos hacía que todas las experiencias se transmitieran de punta a punta del espacio, con lo que, de haber continuado así, todo habría caído bajo el control de quien había empezado a alterar el normal funcionamiento del Universo.


Posicionados cada uno en sus respectivos nuevos espacios, los Universos Paralelos fueron rodeados por Individualidades Cósmicas de "Seguridad Universal", de modo que el enemigo no se infiltrara. Pero esta tentativa fracasó: el Nefasto se subdividió en millones de "Segmentos" que lograron ingresar en cada Universo, generando conflictos enormes. Muchos Universos cayeron irreversiblemente en poder de las Individualidades Cósmicas negativas surgidas de aquella segmentación.
Según la información suministrada a Valentina por las Individualidades, el Universo en que estamos estaba regido por quien aparentemente era la Individualidad Cósmica de mayor riqueza.

 

Denominada como "Zuita", creadora del Universo con las mayores posibilidades de alcanzar la máxima Luz, su destino, en tal caso, sería ganar el derecho a recibir las memorias del Centro del Plasma Madre (que sólo él guarda, con todos los secretos de la Creación) y pasaría a ser el futuro regente del nuevo ciclo evolutivo que los actuales habitantes de los Universos cumplan cuando toda esta experiencia cósmica termine.


Como "Centro del Plasma Mayor" (conjunto de Individualidades gobernantes del Universo) Zuita, Individualidad tan lumínica, habría sido la causa de que la cabeza de aquella Individualidad nefasta, (el Nefasto mismo) eligiera infiltrarse en este Universo.


Buscando montar su cuartel general lo más ocultamente posible, eligió una galaxia de ubicación y dimensiones no destacables y, en ella, en un perdido rincón periférico, en un sistema planetario que no tuviera una estrella de alta magnitud. Y fue en esta galaxia y en este sistema. Desde su oculto reducto, desarrolló su estrategia de contaminación de mundos. Medio Universo cayó en su poder.

La "Energía Amor", materializada en la Tierra
Otra Individualidad infiltrada secretamente en El Universo de Zuita, fue localizada y estudiada por agentes de él; se trataba de una Energía de altísima Luz, con origen y propósito desconocidos. Los agentes de Zuita, infiltrados en este sistema planetario, donde observaron al Nefasto y su obra, comprobarían que la enigmática Individualidad de Luz sería sometida por él a grandes sufrimientos en la Tierra, en diversas reencarnaciones. Más tarde se descubriría a qué había venido ella: a buscar al Nefasto y disuadirlo PARA QUE RETORNARA A LA LUZ. Se trataba, aparentemente, de una Individualidad del Plasma Madre, de la más elevada jerarquía, luego del Creador mismo de aquel Universo Único. Es decir, alguien de igual o mayor poder que el Nefasto. Aclarándose que el Nefasto poseería mayor poder que Zuita y todos sus semejantes juntos de todos los Universos. Como que para enfrentar al Nefasto hacían falta "refuerzos" de mucho más arriba. Y de las Individualidades que se comunicaban con Valentina, muchas venían de más allá de los actuales Universos, del Plasma Madre.


Esa Individualidad de Luz sometida a torturas en la Tierra, llegaría a tiempos actuales como una simple mujer, cuya vida sufriría tanto dolor como en otras anteriores. Y así nació como Valentina de Andrade. Y el Nefasto, continuando su opresión sobre ella, usándola energéticamente en los trabajos curativos con el médium, estaba a fin de debilitarle sus riquezas energéticas y apagarle lo que le quedaba de su Luz. Según las Individualidades, su Energía estaba tan manchada, que era irreconocible. La estudiaron, la pusieron a prueba muchas veces, hasta que comprobaron que realmente era la "Energía Amor Materializada", procedente del Plasma Madre, cuyo Centro era llamado "Centro del Centro, Vida de la Vida, Amor del Amor, Luz de la Luz".

Inicio de la difusión de los Conocimientos Universales
Esa simple mujer, dejó de serlo a partir de las revelaciones recibidas durante esos primeros años de la década del 80.
Comenzó a desarrollar notables poderes, entre ellos el de observar las "Energías" (almas) en sus formas que adoptan en el astral, y a conversar con ellas telepáticamente, averiguando así sus distintas encarnaciones y pasos por otros mundos.
Su misión en la Tierra, al menos en lo que se refiere a los propósitos originales, habría terminado en el momento en que el Nefasto -según lo transmitido- fue destruido en junio de 1981, por determinación de la "Justicia Universal". Sin embargo, teniendo en cuenta que existirían en el planeta seres que, viviendo como humanos, podrían ser despertados e iluminados energéticamente mediante las enseñanzas que Valentina estaba recibiendo, "Ellos" le propusieron difundir las "Verdades" que le fueron reveladas. Le ofrecieron la posibilidad de que no lo hiciera si no quería, por las dificultades que eso le ocasionaría. Ella eligió difundirlas.


En 1982 fue publicado en Brasil el libro "El Universo de Zuita", colocándose como autor Roberto Olivera. Consistía en una recopilación de enseñanzas sobre estos "Conocimientos Universales" y diversos mensajes de las Individualidades y otros tipos de entidades cósmicas. Valentina registraba todo con grabador cada vez que se producían las incorporaciones.
En 1983 Valentina y su pareja abandonaron la difusión en Brasil, por considerarlo un país "entregado para el Nefasto", hicieron una gran quema de ejemplares del libro, salvo unos pocos que conservaron, e iniciaron la divulgación de las enseñanzas en la Argentina. Comenzaron por una nota efectuada a Roberto Olivera por el periodista Ricardo Castellani, del diario El Día, de La Plata, en abril, y publicada en la "Revista Platense" de dicho matutino, que acompañaba la edición de los domingos. Dada la repercusión que produjo en los lectores, hubo un par de notas posteriores, en momentos en que la pareja se encontraba en Brasil preparando la mudanza definitiva. Retornados a la Argentina en septiembre, Olivera dio una conferencia en Buenos Aires, organizada por el afamado ufólogo Fabio Zerpa.


En un departamento céntrico de La Plata, por aquellos meses, sólo un grupito de unas cinco personas se reunía con la pareja, y una de ellas organizó, en diciembre, una conferencia en la ciudad. Del centenar de los allí asistentes, los más interesados irían a convertirse en varios de los primeros miembros de lo que sería la base del grupo que, a la larga, se ampliaría y terminaría institucionalizado como "Lineamiento Universal Superior" (L.U.S.), cuatro años después (asamblea que aprobó los estatutos: Club Atlético Platense, La Plata, 13 de diciembre de 1987). El antecedente más lejano de uso público de esa denominación, databa de los primeros meses de 1984, cuando el grupo distribuyó anuncios fotocopiados donde las siglas aparecían sobre la imagen de una luz de cuatro puntas (en "X"), fotografiada en un caso OVNI (ajeno al grupo) mundialmente aparecida en libros y revistas.

 

Antes se había bosquejado (por parte de Olivera) un diseño de tres círculos dispuestos en triángulo, en cada uno de los cuales iba inscripta cada una de las tres letras iniciales. La denominación estaba tomada de un mensaje cósmico donde se hablaba de los "Lineamientos Universales Superiores", sin que las razones del paso al singular hayan sido debidamente explicadas. Luego del reparto de los anuncios a inicios de 1984, en lo sucesivo del año y hasta 1987, no se volvió a hablar de grupo "L.U.S." con fines publicitarios y tampoco a nivel interno; era tan sólo "el grupo".

Deficiencias de liderazgo y conflictos grupales
Esta gente se estaba preparando mental y materialmente para los "tiempos finales" en que las naves rescatarían a los merecedores de ser "salvos" o "elegidos". Los conflictos internos vividos se traslucieron por la vidriera de las actitudes a la sociedad, que no veía con buenos ojos que en esta agrupación se considerara como "nefastos" a los de "allá afuera" y se trazara una división tajante entre la vida interna del grupo y el mundo exterior (familia, amistades, trabajo, etc.). Las instrucciones y observaciones de las Individualidades Cósmicas para con el grupo y su comportamiento, sin embargo, no prevenían, no alertaban contra las consecuencias que esta forma de vida iría a ocasionar. Era como si esos seres estuvieran tan lejos del plano terrenal, que consideraban nefasto a aquél que descuidaba asuntos grupales por ocuparse de familia, estudio, trabajo u otras cuestiones sociales. Influenciados por esta actitud de las Individualidades, Valentina y su marido se volvieron muy exigentes para con sus seguidores, al punto de suspender o expulsar a quienes no observaran el comportamiento "debido".


El autoritarismo con que se llevaba adelante el liderazgo, podría definirse en términos de inexperiencia en estas cosas: ha sido un fenómeno típico de los años 80 que los grupos contactistas, desbordados psicológicamente por la presión que supone tratar con seres cósmicos -que son verdaderos "dioses" vistos desde aquí- han priorizado la importancia en sus vidas, de estos seres, sus mensajes y directivas, por sobre las cosas "de este mundo" (trabajo, dinero, familia, sexo, etc.), creyéndose los líderes con derecho de exigir sacrificios o renunciamientos en el plano material, "por el bien" de la parte espiritual de sus seguidores. Esta fallida experiencia que, en muchos grupos, ha ocasionado deserciones y contramarchas, parece haber servido para que el clima sea actualmente más distendido en estas agrupaciones, con menos presiones y exigencias.

 

Inclusive porque el fin del mundo que se iba a producir para tal o cual año y al final no se produjo, y la evacuación que iba a venir y al final todavía no se hizo, han generado descrédito en los vaticinios de los líderes de grupos y hasta en los mensajeros extraterrestres. Los cuales, menos endiosados que antes, ya no pueden valerse tanto como entonces, de la inexperiencia de la gente para tenerla a raya. A Valentina y sus Individualidades Cósmicas, iría a pasarles esto. Habiendo empezado todo con un grupo de temerosos sumisos incapaces de desobedecer o de alejarse más de 24 horas de la sede o de donde transcurriera la vida grupal, hacia los años 90 terminaría cada uno ausentándose, desconectándose o haciendo lo que bien quisiera y entendiera, en un desbande que Valentina ya no podría evitar.

Ceses y reaperturas de la difusión
Promediando 1983, el plan original de difusión de los Conocimientos tenía por objetivo una gira por diversos países, no sólo de la región, sino de otros continentes. Un año después, ante derivaciones de fechas cósmicamente establecidas y apocalípticas predicciones para tiempos cercanos, quedaría decidido finalizar la difusión y llevar el grupo (que era de varias decenas de miembros) al sur de la Argentina para establecer una comunidad y esperar a las naves salvadoras...
Por amenazas anónimas, la pareja retornó a Brasil a fines de 1984.


En 1985, en Londrina, Estado de Paraná, (donde habían residido hasta emigrar a la Argentina) Valentina hizo radio, un minicongreso y un libro: Deus, a grande farça (Dios, la gran farsa), cuya edición en Español, en la Argentina (1989) iría a titularse La verdad sobre Dios (por consejo de una abogada se evitó el título original, pues "traería problemas"). El tal "Dios" no era otro que el Nefasto: según las enseñanzas, éste se hizo pasar por Dios, el Dios de este mundo, que nada tiene que ver con el verdadero Padre Universal. Decir "el Nefasto", "Dios" o "Diablo", era exactamente lo mismo; antónimos todos de "Padre", el Padre del que hablaba Jesús, en contraposición al Dios del Antiguo Testamento, que había privilegiado a un "Pueblo Elegido", cuando el Padre de Jesús no elegía pueblos de modo favoritista, no discriminaba.

 

Pero en general el público no entendía estas explicaciones sobre la "nefasticidad de Dios", y tomaba a las enseñanzas como diabólicas.


En 1986 la difusión quedó trunca: había que irse del planeta. Estando casi todos los argentinos en Londrina, varios habiendo vendido sus propiedades y renunciado a sus trabajos, pues había que irse del planeta... la nave no apareció, y ya que habría un plazo de "siete años más" para continuar con la limpieza interior que permitiera el merecimiento de ser salvados, Valentina los mandó de vuelta a todos para la Argentina, y a los brasileños a sus respectivas ciudades, todos con la misión de reabrir la difusión de los Conocimientos. Así arrancaría 1987.

Final, quizá abierto...
La relación de Valentina con su marido argentino finalizó meses después, por algunos conflictos que se venían repitiendo en la pareja. Otro argentino, José Teruggi, miembro del grupo desde 1984, fue su reemplazante sentimental, y también en cuanto a la dirección masculina de la agrupación. Según ella decía, era un ser de Luz, de la "Seguridad Universal". Sin embargo, con los años, dejaría de ser considerado como ser de Luz, cuando también él sería reemplazado como pareja por Valentina, por otro de sus seguidores.


Hasta 1992, Valentina y Teruggi se movían entre la Argentina y Brasil, así como la gente del grupo. Precisamente en ocasión de encontrarse un contingente de argentinos con ellos en la isla de Guaratuba, ante la desaparición del hijo de una empleada del hotel en que estaban, fueron sospechados del caso, y la prensa -manipulando tendenciosamente la información- los involucró en el caso de la muerte de otro niño de la isla en un crimen ritual, si bien la justicia no les había formulado ningún cargo en esa causa, ante la inexistencia de pauta alguna de relación de esta gente con el asesinato. Era julio del 92, y los medios periodísticos de Brasil y la Argentina le hicieron tanto eco a la noticia, y tanto manejaron al margen del accionar de la justicia el tema del supuesto crimen ritual, que Valentina vio manchada su reputación definitivamente, a pesar de que las sospechas recaídas sobre ella y su gente fueron diluidas al descubrirse a los verdaderos culpables.

 

La prensa no desdijo las cosas que en su momento se habían publicado (incluyendo titulares tales como "¡Asesinos!"), así que la fama quedó sellada. El Lineamiento Universal Superior ya no podía atraer a nadie, cesaron las conferencias, los programas, la difusión del libro de Valentina, y la desaparición pública de ella y sus adeptos indicaría que los Conocimientos Universales, al parecer, no valen la pena ser difundidos, a tan alto precio de difamaciones y amarguras. Sin embargo, cuando en 1981 las Individualidades Cósmicas le habían propuesto a la señora salir a divulgarlos, se le había advertido que el camino sería hostil. No llevó adelante hasta las últimas consecuencias el compromiso que había asumido.

Lo rescatable
Valentina y su ex-marido Roberto Olivera no consiguieron, no supieron o... no quisieron, ni juntos primero, ni cada uno por su lado después, hacer que los conocimientos cósmicos recibidos lograran resonancia pública a nivel masivo. Los libros estuvieron lejos de ser un éxito. Los adeptos que formaban grupos, se multiplicaban hasta cierto punto, pero no tanto. Los que oficiaban de divulgadores, convencían a unos cuántos, pero de esos quedaban pocos o hasta ninguno, cuando se daban cuenta de que habían ido a parar a un grupo donde se pregonaba más con la palabra que con el ejemplo. Como a menudo sucede en todas partes.


Esta falta de logros plantea una pregunta: ¿fracasó el plan cósmico de hacer que las verdades reveladas se lanzaran a los cuatro vientos? ¿Fracasó la misión divulgadora? ¿Hay alguien divulgando algo todavía, cuando en los motores de búsqueda de Internet, a la fecha (junio 2000), lo único que aparece de Valentina es esta página? ("Personas Extraterrestres", www.geocities.com/Area51/Stargate/5584 - de la cual está tomado el presente texto). ¿Es esta ausencia en la Red, la forma en que los seguidores de Valentina demuestran que ni siquiera han sido capaces de emplear este poderoso vehículo de información para posibilitar que otra gente reciba la revelación que ellos conocieron? A juzgar por esa obvia falta de interés en que estos conocimientos se sepan, es de suponerse que no hay argumentos para hacerle pensar a nadie que todo esto del mensaje cósmico pueda ser cierto, serio y creíble.


Sin embargo, más allá de la falta de responsabilidad de hacer que el mensaje se difunda, o la falta de voluntad, de determinación o de motivos cualesquiera fuesen, los libros van a quedar, alguien los puede leer, alguien puede difundir el mensaje, sin necesidad de conocer a Valentina o de pertenecer al L.U.S. El mensaje fue transmitido desde el cosmos. Valentina de Andrade y Roberto Olivera, lo recibieron, con ayuda de sus adherentes lo publicaron, no llegaron a darle la difusión acorde con lo que una Verdad Universal merece, pero sí acorde con un mundo que censura y combate todo aquello que denuncie "la gran farsa" de esta existencia.

 

Por lo que, así viéndolo, quizá no era de esperarse mucho más de lo poco que se logró. Pero el conocimiento seguirá su curso, y quizá alguna vez trascienda, de ser divulgado por gente que, en vez de ahuyentar con actitudes repulsivas a los interesados y entusiastas, los atraiga con una actitud abierta, sin fanatismo ni imposiciones dogmáticas; sin amenazas de condena ni promesas de salvación a bordo de las naves. Porque todo eso echó a perder lo que podía haber sido una gigantesca y exitosa transmisión del mensaje, y todo aquél que conozca esa historia, no estará condenado a repetirla, si la tiene bien presente a la hora de actuar de una manera más equilibrada e inteligente.

Valentina de Andrade y José Alfredo Teruggi durante una reunión en La Plata, Argentina, en 1987

 

 

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Roberto Olivera a mediados de la década de 1990. Foto publicada en uno de sus libros de esta época, en todos los cuales no coloca su nombre, sino el seudónimo Oliver Robertt.


 

El siguiente mensaje pertenece a una Individualidad Cósmica que fue denominada por Valentina "Divinus Apollus" o "Apolo", nombre que no es real en el Universo. Es uno de los varios nombres que fueron empleados para designar a las diversas entidades cósmicas con el fin de distinguirlas entre sí, debido a que en este mundo empleamos nombres con tal propósito. Las entidades de niveles muy altos del Universo no se reconocen por nombres, sino por vibración.

 

MENSAJE DEL SUPREMO COMANDANTE

DE LA SEGURIDAD UNIVERSAL


Dirigido en marzo de 1984, a los participantes de la reunión (en La Plata, Argentina) donde se manifestó, luego de que se le preguntara datos técnicos sobre naves y astronomía, insustanciales a los fines del grupo y de la misión de las entidades cósmicas.

"Yo soy un justiciero, soy un guerrero universal. Todas las manifestaciones de polaridades negativas deben ser destruidas. Son Leyes Universales. ¿Y será que ustedes entienden algo de Leyes Universales? No, no entienden; ¿qué podrían entender?, no les han permitido entender absolutamente nada. Mas les voy a contar una pequeña historia universal.


Estaba aproximándome a una galaxia. La forma de aproximación nuestra es tentacular. O sea, desparramamos dos ondas de energía en sentidos opuestos, para abrazar la galaxia y evitar que haya conciencias que puedan escapar. La posibilidades de las conformaciones galácticas sólo permiten escapes lineales y no globales; los únicos canales de desplazamiento son los Vectores; no hay condiciones de ascensión vertical. Automáticamente, generamos dos pinzas energéticas, que entran en el núcleo de la galaxia, provocando la explosión total de la galaxia. Nada se salva, nada se modifica: todo se destruye. Una galaxia contaminada llevó millones y millones de años para evolucionar. Se le fueron dadas las materias primas universales para que creasen el equilibrio. Si a través de los tiempos pactaron para la nefasticidad, no merecen contemplaciones.


De esas historias ustedes no gustan, pero son las verdaderas del universo. Y universos menos nefastos que el de ustedes ya han sido despedazados. No merecen ni ser polvo cósmico; ustedes están teniendo mucha benevolencia, y es debido al Amor (Valentina), que precisan ser salvos.


Es cierto que ustedes no acostumbran verme en esta faceta de expresión; ustedes están acostumbrados a ver al Apolo cariñoso y lleno de ideas, mostrando ensoñamientos, o pensamientos sucios que son elevados a una cantidad y una polaridad tal que parecen hasta bonitos. Mas así éramos nosotros cuando llegamos al principio, así hablamos, por meses y meses, con la Energía Amor Materializada. Lloraba de amargura, no veía posibilidad de podernos amar: éramos demasiado fríos, demasiado seguros, demasiado directos. Decíamos verdades que la machucaban, la hacían polvo, la destruían. Y cuando realmente nos demostró que era Energía Amor y no una mistificación, pasamos a amarla y a respetarla.
 

Nosotros nunca los hicimos polvo a ustedes. Nunca los sometimos a una situación de autocrítica y censura violenta; nunca les abrimos las conciencias cósmicas para mostrarles las podredumbres de cada uno de ustedes, que saldrían corriendo de este cubículo en que están. Mas no vinimos a eso: vinimos a ayudar, no a agigantar las heridas que tienen. Más ustedes tienen que despertar para comprender eso rápidamente, y darse cuenta que preguntar sobre naves y todas esas cosas, son demasiado estúpidas las preguntas para una Individualidad Cósmica que se manifiesta en un gesto ocupando una rústica materia.

 

El tiempo debe ser usado en pensamientos de mayor altura:

  • ¿cómo me puedo salvar?, sería la pregunta.

  • La segunda: qué puedo hacer cada segundo de mi existir material para mejorar?

  • Tercera: ¿cómo puedo extender las manos para mis semejantes.

  • La cuarta: ¿cómo aprender a ponerme de pie sin miedo?

  • La quinta: ¿cómo puedo ser más humilde y menos arrogante?

  • La sexta: ¿cómo es posible que en el Universo se esté planificando toda una conformación de Energías Superiores, para bajar frente a quienes son nada pensando que son mucho?

Ésas son las preguntas que tienen valor, esos son los conceptos que les permitirán aprender a crecer, ponerse de pie, bonitos, unidos, vibrando todos en conjunto, porque así podrán generar una luz que sea por nosotros divisada. Más ustedes no entienden eso, no quieren entender, piensan, no se qué... que tal vez es una obligación para nosotros venir... El día que no queramos venir más, no venimos. ¿Y saben dónde van a ir a mitigar amor?, en los templos miserables que ustedes directa o indirectamente ayudaron a fabricar. En las religiones ficticias en las cuales se revolcaron en un saber hediondo. Volver todos a las cretinicies humanas, a las bajezas y a los miedos. El día que nosotros faltemos, todas las estructuras que ustedes piensan que se han montado en su interior, van a caer hechas polvo. Eso es lo que tienen que pensar: cómo aprovechar cada segundo de nuestra llegada, cómo aprovechar cada segundo de cada palabra dicha, los ejemplos que les son dados; la falta de oportunidad, que otras partes del Universo no han tenido. ¿Por que les fue dada la caridad de existir? ¿Por qué? ¿Donde empieza realmente el amor? ¿Donde es que se equilibran las Leyes Universales con la conciencia humana? ¿Dónde es que está el verdadero saber del despertar?


Yo les puedo contar cosas bonitas, que ustedes se van a reír el día y la noche entera. Mas a lo único que habré colaborado, es a que ustedes hayan perdido cinco minutos de valor. Cinco minutos, que en el momento final se preguntarán: dónde estaban esos cinco minutos de mi conciencia, que han provocado mi caída definitiva. Piensen de prisa, crezcan rápido; más rápido de lo que el miedo les pueda fabricar al correr. Más tal vez al descubrir la conciencia de las Verdades que están dejando atrás, creen la posibilidad de comenzar a subir.


Si yo no gustase de ustedes no les hablaba nada. Seguiría hablando de naves, de cuentitos universales, de cositas sin valor; todo el mundo estaría contento y diría: ¡Apolo es divino y fantástico! Mas Apolo tiene la vida de ustedes en sus manos. Para que yo no cierre las manos, luchen. Luchen. Luchen a cada segundo, hasta cuando están en estado de pasividad, y pidan para que sus Energías no entren en orgías negras, o se disipen en perturbadas manifestaciones en el campo plasmático. Luchen, para que a cada segundo estén despiertos y viendo por dónde pueden caer. Luchen. Luchen. Que esa palabra constante esté grabada en sus mentes pequeñas. Luchar, contra las nefasticidades que se manifiestan a cada instante, contra las debilidades, contra las dudas, contra las mentiras, contra el engaño, contra todos los tipos de violencia que la conciencia genera. Luchen. El tiempo es demasiado corto.

Vista la forma en que mensajes cósmicos de estas características no podían menos que someter a los miembros del grupo a una terrible presión, es muy simplista y carente de base la opinión de los sectólogos sobre el problema de las causas del régimen disciplinario que pesaba sobre los adeptos. Quien no haya presenciado el exigente discurso de las entidades cósmicas en sus mensajes apocalípticos y alarmistas, no podrá entender que Valentina de Andrade y Roberto Olivera presionaban a los adeptos por encontrarse ambos bajo presión.

 

Considerando el escepticismo de los investigadores de sectas, la raíz cósmica del problema en cuestión no forma parte alguna de sus planteamientos sobre lo ocurrido. Pero quien tenga apertura mental para comprender lo que pasó realmente, si trasladara el cuestionamiento más arriba, podría preguntarse si las entidades cósmicas, con ese discurso tan riguroso, tienen la "culpa" de lo ocurrido, por no manejar el tema con más tacto.


Llegados a este punto, en que desde arriba se nos dicen las cosas tal cual son, "sin anestesia" ni sutilezas, y (tómelo o déjelo cada uno), ¿podemos culparlos de haber sido veraces y de no ocultarnos lo que generara temores e inquietud? Y si lo ocultaban, ¿nos quejaríamos el día de mañana de que no nos dijeran todo?


Estamos frente a un problema de manejo de información inevitablemente conflictuante: no había forma de que ni líderes del grupo, ni subordinados a ellos, luego de conocer un mensaje tan apocalíptico, tomaran la cosa sin prisa y con calma. Ser exigentes para con los adeptos, o exigirse éstos a sí mismos pasados de revoluciones, tolerando, comprendiendo y encontrando razonable la exigencia de los líderes, eran derivaciones inevitables de las urgencias ante un tiempo que era "demasiado corto..."


Al final, ante los reiterados incumplimientos de las fechas "finales" anunciadas, quedó la evidencia de que la prisa y la inquietud, que habían acelerado el proceso de funcionamiento del grupo, terminaron por desgastarlo y detenerlo.
Quizá de "Arriba", lo que se hizo fue un simulacro para ir manejando y midiendo las reacciones de la gente, y quizá la disgregación del grupo no tenía por qué significar el fracaso y el final del proceso, sino el inicio de una etapa diferente, en la que todo egresado del grupo tendría la posibilidad de elegir entre llevar adelante por sí mismo lo aprendido, sin necesidad de seguir siendo dirigido y de pertenecer a una organización, o si olvidarse de todo. La aceleración de los primeros tiempos, tal vez haya sido útil para templar y poner a prueba a unos cuántos, a ver hasta qué punto eran capaces de soportar las exigencias de una Causa que no era juego.

 

Pocos iban pasando la prueba, y muchos iban quedando atrás, faltos de fortaleza y determinación para seguir, siendo unos expulsados, otros directamente ni siquiera invitados a pasar a instancias posteriores de la vida grupal, y otros, yéndose por sí solos. Vistos desde el cosmos estos -para nosotros- serios dramas humanos, quizá no sean más que muy menudas penurias para los transmisores del mensaje; no más que pequeñas pruebas puestas para medir aptitudes o falta de ellas en los miembros del grupo. Pruebas que, derivadas en conflictos que terminarían siendo llevados a la prensa y a la justicia, así y todo serían de poca significación para los responsables cósmicos de estas situaciones, decididos a efectuar la transmisión, derivara en lo que derivara, a nivel grupal e individual, el manejo de la información por parte de líderes y adeptos.


DEL CESE A INICIOS DE LOS 90', A LA DIFUSIÓN ACTUAL DEL MENSAJE

La auténtica decadente
El fracaso final de la prédica de Valentina de Andrade se derivó del desgaste de la razón de su éxito inicial: proclamarse con autoridad cósmica de ofrecer a los "elegidos" la "salvación" de la condena a la "desintegración energética" -espiritual- "pulverizadora" (característicamente apocalíptica, equivalente al bíblico castigo eterno en el Infierno). Esto, en principio, dio resultado por los temores que generaba en los creyentes, quienes, bajo la presión del fantasma de ser convertidos en "polvo cósmico", incondicionalmente se ponían al servicio de la Causa Universal y de Valentina y Olivera (en lugar de éste, luego Teruggi).

 

Pero como los temores captadores de adeptos debían generarse con vaticinios de fechas de "fin del mundo" y de naves que iban a venir a rescatar a los "salvos", sucedía que cuando el mundo seguía... y las naves no venían... la oferta de "salvación" perdía cotización, los miedos se iban perdiendo, y la credibilidad también. Ponerse en manos de una persona "salvadora" (que, más que persona, era creída como la encarnación de un ser cósmico de elevadísima jerarquía), es un fenómeno reiterado a nivel social, y, dada la inexperiencia del adepto en cuestiones mesiánicas, es comprensible que alguien así, al principio se someta a una supuesta autoridad tal, pero es difícil que permanezca fiel a ella a medida que vaya sospechando de la falsedad de los pronósticos agoreros y de las promesas salvíficas.


Claro que a toda tanda de desengañados, puede seguirle otra de novatos con los cuales mantener el equilibrio de egresos e ingresos (siempre había sido así el ciclo, por lo que podían darse el lujo de expulsar gente o desgastarla hasta que se fuera sola, sabiendo que otra llegaría para que siempre hubiera la suficiente). Pero cuando ya no tenía sentido seguir con la difusión y captación de nueva gente, porque el público no iba a acercarse a las conferencias con todo lo que se había publicado contra el L.U.S., y los medios no iban a abrirles las puertas para difundir en mensaje, llegó la hora de la verdad para Valentina: si seguía con el cuento del pastorcito mentiroso, y el lobo (el fin del mundo) se ausentaba cada vez que ella lo anunciaba, dejarían de creerle los de la última tanda (como lo habían hecho otros de tandas anteriores que para entonces ya no estaban) y la pastora iba a perder muchas ovejitas...

 

Ya no habría una nueva tanda de ingresantes: el grupo ya no podría crecer, pero sí decrecer; si seguían con las expulsiones, y si seguían las deserciones, ya no habría reemplazantes...


Pero como si se aflojaba la presión autoritaria, se le iba la gente, y si se mantenía la presión, muchos se habrían ido de todos modos, cansados de ser tratados como "hijos del rigor", la suerte del L.U.S. estaba echada. Sólo seguirían fieles a Valentina los poquitos obsecuentes que siempre tuvo. Por un lado, mejor para ella: las sectas de estas características mantienen cierta estabilidad (y productividad económica) cuando los adeptos oscilan entre no menos de quince o veinte y no más del doble. Ya había sucedido en 1984 que el grupo fue cerrado cuando alcanzó esas cifras y la difusión del mensaje se dio por finalizada; luego se reabrió al año siguiente, hubo nuevos ingresantes, y en 1986 se volvió a cerrar (los tiempos se acababan y venía la nave...), para reabrirse a fines del mismo año (porque "el fin" se postergó...); así que desde el cese de difusión en 1992, se retornó al sistema de "ser pocos, pero seguros".

 

Siempre habrá quienes sigan esperando el fin del mundo y la salvación prometida, hasta las últimas consecuencias, por la fuerza de la costumbre, la inercia de continuidad, el no cuestionamiento, la no búsqueda más allá de lo que se cree que es la verdad, el conformismo y la comodidad. Después de todo, si miles de millones han nacido, crecido y muerto dentro de sistemas de creencias, ¿por qué no van a hacer lo mismo unas decenas de convencidos del sistema de creencias de una contactada mesiánica?


Es cierto que Valentina fue inducida por los mensajeros cósmicos, a creerse con autoridad de salvadora; esto es: de una simple decisión suya y no de merecimiento según las acciones de alguien, podía depender el logro de la vida eterna; una versión afín al concepto evangélico de que "nadie se salva a sí mismo por mérito propio", sino que toda salvación será por "misericordia": "sólo Jesús salva"... (cabal demostración de la ineficacia del "proceso evolutivo" en que estamos, por el cual nada de lo que hagamos servirá para nuestra ascensión espiritual y celestial, porque si no vienen de arriba a tirarnos un salvavidas, no salimos... Un "plan divino" ciertamente anulatorio para las facultades autónomas de las almas en su perfeccionamiento, supeditadas a lo que con ellas decida hacer el "misericordioso"...).

 

Es cierto que Valentina se creyó lo que los mensajeros cósmicos le hicieron creer, en cuanto a que "su palabra era Ley en el Universo", porque le dijeron que, como alta jerarquía cósmica en la Tierra, estaba "facultada para obrar sabiamente en el plano de la materia" (léase: físico, humano, y no materialista como terminó siendo su ambición). Pero el hecho de ser cierto que estuvo bajo tal inducción, no impidió que sus adeptos desencantados la culparan de haber abusado de las supuestas facultades cósmicas, para chantajearlos.


Es cierto que el mensaje cósmico dado por las entidades contactantes, de por sí, anunciaba un sombrío futuro para el mundo y un luminoso destino fuera de la Tierra para los espiritualmente más puros (o mejor dicho, "menos impuros", o "menos nefastos", considerando que se hablaba de que nadie había escapado a la "contaminación energética" o "nefasticidad"; denominaciones empleadas en la jerga de esta gente para definir "corrupción espiritual" o la condición de "pecadores").

 

Pero también es cierto que se abusó de lo apocalíptico constituyéndolo en el anzuelo (el plato volador en los anuncios de conferencias era sólo el señuelo, porque de ovnis era de lo que al final menos se hablaba), cuando el recurso más honesto de la prédica hubiera sido que "no hay nada que temer" porque finalmente -dada la intervención de las Fuerzas de la Luz- habrá Justicia Universal en la Tierra. En vez de mostrarla como vía de liberación de este sistema corrupto, Valentina y Olivera, en un contrasentido, convirtieron a la Justicia Universal en motivo de temor, mostrándola como instrumento de destrucción de los "nefastos" (= "pecadores"; quién no lo es), mientras que Valentina se proclamaba como la esperanza de perdón a los "nefastos".


A quien no haya sido testigo de los poderes energéticos-psíquicos de Valentina, podrán parecerles muy crédulos los adeptos que tuvo. Pero llámese Cristo, Sai Baba o Valentina de Andrade, cualquiera podrá ser creído mesías mientras muestre poderes especiales, y quien así lo entienda, comprenderá mejor por qué hubo y habrá personas más impresionables y fáciles de convencer que otras. Incluso muchas de las personas que habían creído en Valentina y Olivera, consideraron haber sido muy crédulas desde que ya no se dejaron llevar por cuestiones de poderes especiales y ni siquiera por el hecho de que hubieran presentes -como los hubo- extraterrestres en las reuniones (en 4ª dimensión), como pudo observar gente con percepción extrasensorial.

 

Llegó un momento en que toda evidencia de que realmente había algo cósmico detrás de toda la historia, fue insuficiente para mantener la fidelidad de los adeptos. Los tratos humillantes a los que terminaban sometidos, ya fuera por Valentina y Olivera (luego Teruggi) o por quien oficiara de intermediario con algún grado de autoridad en él delegada, hicieron insufrible el camino de salvación que se les proponía; no valía la pena ir "a la luz" por tan oscura vía. De ahí que un grupo que, habiendo alcanzado cientos de miembros, había llegado a ser de los más numerosos, activos e importantes en el contactismo argentino y brasileño, se fue reduciendo a unos pocos integrantes, públicamente inactivos, perdiendo importancia en el ambiente de los contactos extraterrestres e incluso entre los investigadores de sectas, para los cuales el tema L.U.S. es historia, integrando más los anales que las investigaciones.

Liderazgo autoritario
La inexperiencia de Valentina y Olivera en cuestiones cósmicas y en cómo conducir un grupo de creyentes sin incurrir en manipulaciones humillantes, se tradujo en una serie de exigencias autoritarias, por las cuales el adepto era progresivamente privado de libertades para moverse en el mundo como lo venía haciendo. Se le restringía el contacto natural y habitual con el mundo exterior al grupo ("allá afuera" o "el mundo nefasto", se le denominaba), por lo que se planteaba la exigencia de una vida de retiro del mundo, y no de acción en el mundo.

 

También, en una primera etapa, se fomentaba la renuncia a aspiraciones de estudio (como abandono de carreras universitarias) o progreso laboral con vistas a un futuro, pues "no habría futuro", y todo ideal de lucha por un mundo mejor era anulado, pues "no habría mundo mejor": había que irse del planeta (vendría la nave) y había que "prepararse", maximizando la vida y acción dentro del grupo, y reduciendo el contacto y la acción en la sociedad (salvo que de ella se obtuviera dinero para beneficio del grupo, pero en lo posible había que realizar negocios entre varios del grupo, para que el trabajo se combinara con la convivencia grupal, y no fuera algo plenamente externo).

 

El individuo era desmotivado de cumplir sus aspiraciones personales en la sociedad, ser "alguien" en la sociedad (por ejemplo, ser un periodista o un artista famoso, y usar esa fama para beneficio del grupo, por ejemplo, en la difusión de los conocimientos). Anulando socialmente a la persona en sus aspiraciones de ser "alguien" en el mundo, se pretendía que cada uno se conformara con ser "alguien" en el grupo. Los líderes no se daban cuenta de que la restricción a las libertades de vida social y la anulación de los ideales para el futuro del mundo y un futuro personal en él, inutilizaban a los adeptos para obrar en forma expansiva, reduciéndolos a acciones circunscriptas al ámbito grupal.

Distensiones y retorno a las presiones
Luego de que "se postergó" el "fin del mundo" y también la llegada de la nave salvadora, se aflojaron las presiones, y se dieron mayores márgenes de movimientos y aspiraciones (tiempos en los cuales los músicos y artistas plásticos del grupo empezaron a surgir a la vida pública, logrando contactos y aproximación de nueva gente al grupo, como era de esperarse con una estrategia de apertura y libertades en lugar de un régimen de secta represiva). Con más amplio margen de acción, la reducción de obligaciones distendió el ambiente y provocó que muchos dejaran de dedicarse full-time al grupo, reduciendo su participación y hasta perdiendo contacto con la sede de reuniones por períodos inusualmente prolongados.

 

Esto condujo a penalizaciones que se traducirían en expulsiones para los "no debidamente" activos, por lo que hubo ciclos de reiteración de autoritarismos, pero el desbande final era inevitable: muchos prefirieron quedarse con el conocimiento cósmico y alejarse de un grupo que absorbía más de lo que proyectaba (característica del color negro por absorción de luz; en este caso, el L.U.S. a los integrantes les succionaba su energía en vez de iluminarla).

La rebelión de un idealista: de "soldado" incondicional, a insurgente advenido en "comandante"
Uno de estos disidentes (que había sido de los periodistas, escritores y artistas plásticos emergentes de la intrascendencia), había generado propuestas y realizado acciones que se salían de la órbita y control de Valentina y el grupo, de resultas de las cuales varios a quienes incentivó a pintar sobre temas cósmicos, tomarían el pincel y saldrían haciendo sus exposiciones. Cuando recién era incipiente en su idealismo de proponer para la divulgación del mensaje cósmico, estrategias tales como la pintura, la poesía y la música por parte de los miembros del grupo, Olivera le decía que "pensaba de más, el 90% errado"; que esas ideas "al mundo no le interesan"...

 

Años después, separado de Valentina y rejuntando ex-miembros del grupo dispersos por expulsiones o renuncias, invitando también a algunos miembros, Olivera intentó formar un grupo paralelo (compitiendo con Valentina) para difundir el mensaje recurriendo precisamente a algunas de aquellas ideas "90% erradas" que al mundo "no le interesan". Fue entonces cuando, planeando elaborar libros de cuentos y emplear ideas en las que lo artístico tendría su lugar, Olivera invitó a integrarse al proyecto a aquél que había planteado sus ideas (¿ahora 90% acertadas?) tiempo atrás. Un conflicto con Valentina le interrumpió el plan a Olivera, quien se alejó al sur de la Argentina, donde pasaría años sin que se supiera de él.
Rompiendo la regla de que en las radios y canales donde se fuera a hablar de los conocimientos cósmicos, se dijera que Valentina de Andrade era la "depositaria" de ellos, el idealista disidente habló ante micrófonos y cámaras sin mencionarla, para que se empezara a separar el mensaje de la persona.

 

Consideraba que había que terminar con aquello de que Valentina era "la salvación", en la cual había que hacer desembocar todo el trabajo de difusión del conocimiento; que había que poner en lo más alto al conocimiento y no a la persona que los recibió, por más que ella fuera realmente alguien de "tan Alto" como los mensajeros cósmicos decían que ella era.


Este rebelde, no obstante sus iniciativas fuera del curso oficialmente demarcado para la difusión, y sus reiteradas críticas al régimen de sanciones, presiones impuestas, y conspiración contra las libertades y facultades de acción autónoma de los miembros, lejos de ser expulsado, saldría siempre bien parado de las polémicas internas, en las cuales contaba cada vez con mayor adhesión de los oprimidos (la oposición), sin que los opresores (había una élite o camarilla oficialista) pudieran impedirle o contrarrestar sus argumentos cada vez más acusadores.


Como acto final ya casi totalmente fuera de órbita del grupo, (del que había tomado distancia, creyendo que transitoriamente) ensayaría una idea para divulgar más informalmente los conocimientos cósmicos: un personaje de ficción, pero presentado como realidad, supuestamente "extraterrestre" (él mismo, sin dar su nombre) hablando en radio. Efecto en el L.U.S.: inacostumbrados a salirse de la pauta marcada desde arriba, hubo disgusto entre varios del grupo que escucharon el programa (que para el público fue interesante), considerando "falta de seriedad" a esa forma de transmitir las Verdades. Por esto, el disidente notificó al grupo que ya no regresaría mientras allí continuaran tan sectariamente reprimidos y represores.


Años después, iniciaría una campaña personal de esclarecimiento público advirtiendo sobre los peligros de la "secta L.U.S.", recurriendo a la prensa y a la justicia de la Argentina y de Brasil, con el propósito de poner fuera de combate a la organización. Su testimonio fue determinante para que este grupo tuviera que replegarse y no poder desarrollar actividad pública en ambos países.


Luego de unos años, cuando el L.U.S. ya estaba totalmente desaparecido de escena, y de los conocimientos cósmicos ya nadie escuchaba hablar en los programas, el disidente, retornando (luego de un largo paréntesis) a su difusión personal del mensaje cósmico sin nombrar a Valentina, ni a Olivera, y ya ni siquiera a los mensajeros del cosmos, ni a la terminología característica de los conocimientos (sólo hablando de ideas generales, lo esencial y nada más), se propuso rescatar al mensaje cósmico de su ausencia y del desprestigio que la causó a partir de los errores de la contactada y sus adeptos. Se presentó públicamente con pasamontañas y uniforme militar, relanzando su "personaje extraterrestre", que desde entonces, en una combinación de seriedad y comicidad, sería conocido como el "Comandante Clomro", único divulgador activo y visible del conocimiento cósmico que los sobrevivientes del desbandado L.U.S. permanecieron atesorando en su silencio.

 

(Por si acaso el día de mañana el L.U.S. reactivara la difusión y este dato perdiera vigencia, cabe aclarar que el presente texto es de diciembre de 2001, y que Clomro es único divulgador del mensaje cósmico por radios desde 1995, televisión a nivel nacional e internacional, e Internet, desde 1997, a la fecha).

 

Sólo Olivera había estado, durante esos tiempos, con intenciones de divulgación, preparando material literario para lanzar, pero sin suerte con editores. En 1998, reapareció en el camino de Clomro con su idea de los libros, invitándolo otra vez (como una década atrás en el proyecto trunco cuando se fue al sur) a colaborar en la propuesta. Clomro acepó, y le construyó la página web "ORION, A-B-C de la conciencia en busca de la respuesta final", una revista electrónica mensual donde colocó los textos de Olivera, pero también sus propias reflexiones personales como editorialista. Por diferencias con Olivera, en 1999 Clomro se alejó de él y dejó trunca la secuencia mensual de ORION, que no continuaron ni Olivera ni nadie con conocimiento de Internet que él pudiera conseguir.


Clomro, al considerar que los conocimientos cósmicos debían estar en Internet, y comprobando cada tanto mediante rastreos por los buscadores, que Valentina y los que quedaron del grupo, no difundieron el mensaje por esta vía (como deberían haberlo hecho), decidió hacerlo por sí mismo. Primero, en el año 2001, tradujo del Portugués al Español parte del libro "El Universo de Zuita", y lo agregó a su propio sitio web. Luego, en diciembre del mismo año, inauguró los sitios: historia del L.U.S. y el mensaje cósmico y "El Universo de Zuita", orientaciones para comprenderlo y glosario de terminología cósmica.


Así -en una curiosa paradoja-, quien había sido tan determinante en el cese de la difusión de los conocimientos cósmicos por parte del grupo, los rescataba para que volvieran a ser difundidos, esta vez libremente, fuera de la órbita y control de quienes los usaban como lazo de nuevos adeptos para militancia interna.

 



En la difusión de estos conocimientos y los efectos mundiales que ella vaya a causar, toda la historia relatada hasta aquí, es prólogo: las páginas a escribirse desde la publicación del mensaje cósmico en Internet, ya no serán obra de un grupo liderado, localizado, reducido y de difusión limitada; esto pasa a dominio público a nivel global, y por primera vez podrá generar resultados en forma expansiva, no dirigida ni centralizada: lo que vaya a pasar con esta revelación, ya no queda en manos de una organización y quien la lidere, sino en manos de la humanidad.